Alguien ya dio la voz de alarma en twitter el otro día: "Cuidado con estos rojos, venía a decir, que cada vez tienen más presencia en las redes y en internet". Lo decía alguien, por supuesto, que no se consideraba "rojo".
Alguien de los que llevan años haciendo todo lo posible por reducir a la mínima expresión toda crítica. O lo que ellos llaman crítica, que en la mayor parte de los casos se limita a ser un periodismo objetivo y plural. La muerte de CNN+, sobre todo para quienes la sufrimos directamente, quizás fue el episodio más llamativo de los últimos tiempos, pero hace bastante que lleva pasando lo mismo con casi todos aquellos medios que se atreven a "sacar un poco la patita" de la crítica independiente o apuestan por un tratamiento plural de la información.
Desde hace algún tiempo ya, no pasa semana sin que te desayunes con un "ere" nuevo en algún medio de comunicación, cuando no directamente con el cierre del medio o con alguna reducción drástica de plantilla. En resumen, con menos oferta plural en los quioscos, con menos apuestas por el periodismo de investigación, con más periodismo de "corta y pega" porque los cuatro a los que no han despedido no llegan a más...
El cierre de "Público" y el desembarco en tve han venido a inclinar la balanza de la oferta en televisión, en radio y en los kioscos del lado de los mensajes de derechas, que cada vez cuentan con menos posibilidades de réplica para que los interesados por una información completa puedan contrastar e interpretar por sí mismo lo que se les cuenta.
Menos mal que, al menos de momento, nos queda internet. La fuerza de las redes sociales es imparable y sus mensajes, que se propagan como la espuma, ayudan a la izquierda a recuperar la visibilidad que le niegan los medios tradicionales.
Me atrevo a pronosticar que esto irá a más a medida que todos los ciudadanos, no sólo los más jóvenes ni los más avezados en las nuevas tecnologías, descubran esta fuerza y contribuyan a potenciarla.
Sucede con las redes sociales, y comienza a suceder también con los periódicos digitales. Hasta hace poco, ahí la derecha también ganaba por goleada. Pero parece ser que se comienza a espabilar, y ya contamos, además de con "El Plural", el más veterano, con la versión digital de "Público", "Más Público", "El Huffington Post" y el "eldiario.es", apuestas todas con una pinta excelente que permiten ser optimistas ante la desalentadora orfandad de ópticas de izquierdas detectable en el periodismo que se practica en estos momentos en España.
Como decía antes, algunos se han percatado y empiezan a dar la voz de alarma. Pero en las redes, creo y espero que no puedan. Lo creo y lo espero en nombre del equilibrio, que no de la ley del péndulo.
Gracias a las redes, quizás unos y otros descubran que lo mejor para el futuro de todos es la apuesta sin tapujos por la pluralidad, por el debate y por la búsqueda de soluciones desde la discrepancia más razonable.