Después de nuestro precioso viaje en enero al Paraíso del Tiétar en La Adrada, volvemos a viajar...en esta ocasión a Cantabria, nuestro chiquitín tiene muchas ganas de volver a Cabárceno, le encanta, y allá que nos vamos. El fin de semana del 21, 22 y 23 de febrero nos alojamos en Suances, al ladito mismo de la playa , en un hotel que nos encantó y al que volveremos siempre que volvamos por aquí.
Estas eran las vistas desde nuestro balcón
Otro viaje que jamás olvidaremos, pero que bien, requetebién lo pasamos, y lo que nos acompañó el tiempo. Esta mañana la empleamos enterita en la playa.
Momentos en la terraza de nuestra habitación, mami e Illán, ...siempre llega con unas ganas de abrazos de mami impresionante, pero este fin de semana fue apoteósico...yo me muero de amor viéndoles, y Oto, mira y calla con una mirada que lo dice todo, a mi me lo dice todo. Yo...simplemente capto el momento.
Cómo es el mes del AMOR seguimos con la decoración de San Valentín, tienen el hotel decorado precioso.
Lo cierto es que conocemos casi toda Cantabria, pero aún quedan muchos sitios por descubrir, en esta ocasión visitamos desde Cantabria , Grecia...¡ah que no!, que no nos trasladamos a Grecia, aunque viendo este Partenón Cántabro bien podría decirse que estamos en Grecia.
Estamos en Las fraguas una bonita y pequeña localidad de Cantabria que atesora este monumento la Iglesia de San Jorge, o como le llaman aquí el Partenón Cántabro. Una autentica joya arquitectónica.
Y de lejos porque estaba cerrado el Palacio de Los Hornillos o Palacio de Las Fraguas, debe de ser una preciosidad también, y es que Cantabria nos apasiona y nos tiene enamorados, qué de tesoros esconde.
Y para terminar esta preciosa aventura en Suances, nos vamos a Cabárceno, allí nos pasamos todo el domingo, nunca mejor dicho, porque abandonamos el Parque de la Naturaleza con la puesta de sol...mami e Illán con sus monines amados.
Y Oto e Illán con el gran lomo plateado.
Ata vamos al teleférico para que tú pases un poco de miedo y yo me ría mucho...vale cariño, yo me abrazo a ti eh...qué miedo me dan estos aparatos, pero que miedo, voy encogida...pero algún rato de risas pasé...ya habíamos subido cuando Illán era muy chiquitín, subimos con los bitos, y dije que no subiría nunca más...lo que una hace por los nietos jajaja.
Y si no quieres caldo, dos tazas...nos equivocaron la parada y tuvimos que dar una vuelta extra...¡toma Ata, para que te acabe gustando este aparato!
Mami, Illán y Oto van tan pichis, mi cara era un poema en este momento que comenzábamos a subir...pasaron por mi cabeza mil situaciones, lo que hace el miedo...esa altitud, ese recorrido que no termina jamás, esos animales ahí debajo...pufff qué sudores.
...el atardecer...nos fuimos del parque con la preciosa puesta de sol de aquel maravilloso 23 de febrero. A este viaje fuimos cuatro y volvimos cinco, trajimos a un precioso bebé de gorila que se llama Monkey.
Y así comimos de riquísimo en nuestro hotel, en Suances, junto al mar...volveremos pronto, Cantabria infinita.
"Gracias a mi familia por llenar mi vida de amor incondicional, son mi espacio seguro, el espacio donde les celebro, donde celebro la vida, qué afortunada soy".
