El día 19 de febrero nos vamos Manuel y yo a una ruta preciosa, a Carande, en Riaño, Ruta de la Mitología Leonesa, que habíamos dejado a medio hacer porque habíamos venido con nuestro chiquitín, y en aquella ocasión, sólo dimos un paseo, hoy la terminaremos entera, es preciosa y este día la montaña está especialmente bonita.
Es una ruta super fácil y muy, muy disfrutona, salvo un trocito en la subida que estaba completamente helado por la cencellada de estos últimos días.
Nada más comenzar la ruta sentí una cosa super extraña en mi ojo izquierdo, comencé a ver un montón de manchas negras como si fueran moscas grandes y pequeñas y una tela que se me había instalado en el centro de mi ojo, lo cierto es que estuve muy molesta y me costó caminar, sólo veía moscas y más moscas y estaba muy rara...aún así disfruté la caminata y el paisaje, es una ruta preciosa, la montaña de Riaño es siempre oro molido.
Nos introducimos en los bosques de Carande, entorno divino donde los haya, por los hayedos de Valdecolina y Pelencinos , por aquí pasean osos, venados, corzos,, lobos, ardillas, y se puede observar y escuchar la berrea como en pocos lugares. Las vistas del Gilbo,Las Pintas, El Yordas...son excelentes desde este camino,con quien primero nos encontramos es con la Vieyina del Monte.
Este bosque es pura magia.
Más adelante nos encontraremos con el Trasgu que es muy esquivo y malicioso , pro yo me lo gané, nos contamos muchos secretos.
Seguimos avanzando y cómo cuesta la cuesta...subidita "tó pá arriba", nada que destacar salvo que con helada como la encontramos nosotros, ojito y con precaución...y a mi estas moscas me están volviendo loca perdida, qué a disgusto voy de verdad.
Hay cada árbol...es de las rutas que a mi tanto me gustan, discurre siempre entre bosque y eso es sanador y reparador cien por cien...es una ruta que te llena de energía, qué arboles más grandiosos y bonitos, qué extrañas formas tienen, qué preciosura.
Después de la cuesta salimos a una campa con unas vistas al Espigüete impresionantes, pareciese que lo tuviésemos muy cerquita.
Y llegamos a otro lugar mágico, parece de cuento, el rinconcito donde está La Mora o Ninfa de las aguas, es digno de cualquier escenario de fábulas y lugares encantados...
En un claro , detrás mío el precioso Riaño.
Tampoco se queda atrás el lugar donde se encuentra El Diañe un ser malévolo de bromas muy pesadas, Manuel y yo no tuvimos problemas en hacer buenas migas con este ser mitológico. Se comportó con nosotros :)))))
Llegamos al mirador del Reñuberu en la colladina d'Enmedio, las vistas hacia Riaño y la Sierra de Hormas , qué recorrimos en su día, son de escándalo. El Reñuberu controla las tormentas.
Sendero de la ruta con el Espigüete asomando ante nosotros.
La helada por algunos tramos del camino es monumental.
Ahora ya sólo nos queda descender hasta Carande y disfrutar del espectáculo, qué panorámicas, El Gilbo, Las Pintas, El Yordas, pero además Picos de Europa con Torre Santa y Peña Beza.
Seguimos disfrutando en el descenso. ¡Qué rincones, de verdad!
Carande, precioso pueblecito de la montaña de Riaño.
Sigo con el ojo fatal, terminamos la ruta y nos vamos a tomar un vinito y a comer unas hamburguesas, en esta ocasión al Sitio de Adolfo...¡¡qué hamburguesas tan ricas!!
Y al llegar a casita, al Centro de Salud y de allí al Hospital a urgencias, porque lo que me ha pasado es que tuve una rotura muy abrupta del vítreo de mi ojo izquierdo y he tenido riesgo de que arrastrara parte de la retina y la rasgase un poquito, de momento a casi un mes de que me sucediese , todo va mejor, aún siento esas moscas, pero ahora más pequeñitas y no en tantas cantidades, la telilla de en medio poco a poco va despareciendo...yo a día de hoy, aún tengo que hacer reposo relativo y cuidando mucho mi ojo qué con ellos tenemos el privilegio de ver tanto y tan mágico.
Las cometas se elevan contra y no a favor del viento.
