En noviembre paseé mucho, pero mucho, hubo días que comenzamos en Los Argüellos y terminamos en el Alto Bernesga. Este día fue el 13 de noviembre.
Uno de esos domingos paramos en el Rabocán a comer así de rico, cómo por la mañana sólo habíamos hecho ruta en coche pues después de comer yo volví a casa caminando...había que bajar este cocidazo que me comí yo solita.
Al llegar a Buen Suceso Manuel me dejó donde la ermita , y volví caminando a casa...7 km me permitieron bajar la deliciosa comida y contemplar el otoño y sus detalles.
Está todo requetechuli.
Llegando a La Robla.
Otro día me fui a pasear al bosque de los robles centenarios...cómo encontré de bonito este lugar, y el Rabizo, ¡¡qué suerte tenemos de estar rodeados de tantas maravillas!! nos adentramos en el bosque y mirar lo que me encontré aquel 17 de noviembre.
Robles centenarios aún vestidos de otoño.
El Rabizo también divino.
El 20 de noviembre nos vamos a Aralla , hacía muchísimo frío, los días anteriores ya cayó algo de nieve aunque ya no queda apenas nada , sólo algo en los altos...pero el paseo fue bien bonito y la comida cómo siempre, de lujazo...ya no sabemos si salimos para caminar o caminamos para después zampar de lo lindo.
El atardecer es frío y nos regala una puesta de sol bien chuli. Este día también comimos antes de caminar y después bajamos la comida.
Estaba tan emocionada comiendo que sólo me dio tiempo a sacar a la torrija, torrijas como las de Aralla no las hay.
"Si algo he aprendido es que no vive más quien más corre ni quien más cosas hace por segundo. Vive quien es capaz de fluir en paz con el tiempo tejiéndolo a un ritmo propio, llevándoselo al paladar , gozándolo". Ló
