Como cada verano subimos en varias ocasiones a Aralla, este año ha sido un verano extraño, y no subimos a ver las Perseidas, pero sí a ver sus atardeceres mágicos y esas lunas llenas, que allí son mucho más llenas e intensas, su influjo se deja sentir más si cabe.
Me hubiera gustado subir mucho más, pero nos queda aún el otoño para disfrutar fuera y a tope de uno de nuestros lugares favoritos.
Aquella puesta de sol fue única, había una paz y serenidad en el ambiente...y es porque el Alto de Aralla para mi es sosiego y calma, paz y tranquilidad.
Las flores aquí también son más bonitas, están llenas de energía especial.
El sol se está escondiendo dentro de la tierra para salir al día siguiente por el mismo sitio, pero es tan generoso que nos deja una luna llena PERFECTA y divina.
Y yo sólo quiero DISFRUTARLA, sentir su influjo y llenarme de ella.
"Luces de colores mágicos del atardecer dejan paso a los colores de la luna llena...el crepúsculo baja el telón y lo abrocha con la luna llena".
"El atardecer seguirá siendo hermoso, incluso si nadie se toma el tiempo para observarlo".