En el Cañón del Ebro fuimos testigos de una de las más maravillosas puestas de sol que he podido disfrutar...fueron ocho minutos captados en ocho escenas.
Minuto uno: El sol comienza a despedirnos entre las hoces del Cañón, sus rayos son de una calidez asombrosa, y las nubes empiezan a adquirir unas formas preciosas, pero aún son blancas.
Minuto dos: El sol baja cada vez más y las nubes empiezan a teñirse de un naranja clarito .
Minuto tres: El sol se ha escondido por completo entre el cañón, pero tal es la intensidad de esta puesta de sol otoñal, que el horizonte es de un color intenso y las nubes cogen formas preciosas y cromatismo mágico.
Minuto cuatro: Sólo un Dios puede ser autor de esta puesta de sol, estamos atónitos...llega un pato salvaje batiendo sus alas y un delfín nadando en este cielo azul... y son totalmente naranjas...¡¡esto es mágico!!
Minuto cinco: y al mismo tiempo que las nubes cambian sus tonos naranjas por unos rosas preciosos...van perdiendo sus formas.
Minuto seis: Pero aún los últimos rosas y naranjas del cielo, acarician al Ebro.
Minuto siete: Y seguimos camino sin perder de vista al inmenso cielo...las nubes con formas de patos y delfines se difuminan en formas etéreas, se desdoblan, se reflejan una en la otra, sólo que una es gris y otra granate.
Minuto ocho: el granate desaparece y el gris más hermoso que he visto jamás, tiñe el cielo y se mezcla en el horizonte naranja ...comienza la noche sobre el Cañón del Ebro...Manuel, Susi, Marga y yo quedamos en silencio,mecidos por la magia del momento vivido.
"La vida es lucha y tormento, decepción, amor y sacrificio, atardeceres dorados y negras tormentas". Laurece Oliver