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jueves, 11 de julio de 2013

Mario Cobo, virtuosismo con la guitarra que se puede silbar (Part 1) de la mano de Sleazy Records

El barcelonés Mario Cobo es ya toda institución a nivel internacional  en cualquiera de sus facetas como compositor, guitarrista, o cantante principalmente de rock and roll. De su privilegiada mente han surgido numerosos proyectos, a cuál más imaginativo, con los que ha demostrado con creces que también se desenvuelva con extraordinaria soltura y genialidad por otros estilos con raíces ancladas en los  cincuenta hasta la actualidad, como pueden ser el jazz, el R&B, el instro surf, el mod jazz, el rockabilly o el punk.

Es por ello que venía siendo necesario encontrar tiempo suficiente para centrarse en sus composiciones propias con el objetivo de ofrecérnoslas mediante un proyecto propio en solitario aunque, eso sí, acompañado por sus inestimables amigos. De este modo nace esta serie de sencillos, de la mano de Sleazy Records, quienes se han encargado de editar su primera entrega con el título de "Part 1".   

La devoción de Mario Cobo por el rock and roll, con esa  tenacidad  irreductible que emana de su prolífica trayectoria, es realmente encomiable. No hay un solo grupo ni grabación esporádica en la que no se haya volcado de forma magistral y con un entusiasmo al margen de la absurda indiferencia de un país como éste incapaz de reconocer a sus propios genios.


Mario Cobo debutó en directo  en 1994. Desde entonces ha formado parte de un buen puñado de bandas seminales para entender el rock and roll, en sus múltipes representaciones,  tanto a nivel nacional como internacional. Entre sus más conocidos proyectos figuran los imprescindibles Nu  Niles, con los que ha grabado seis Lp’s y varios 7”, siendo el último de ellos un disco editado en 2011 con título homónimo. Por el momento la banda no está en activo aunque no perdamos la esperanza de que algún día reviva ese gran trío formado con Ivan Kovacevic al contrabajo y Blás Picón a la batería.

Nuestro protagonista también ha sido una pieza fundamental de combos como los Organic Rhythm Generation o The Lazy Jumpers, quienes entre 2003 y 2008 grabaron tres discos. Ha grabado con los Hayride Kings (2001); Da Surf Ones (2003); The Bob Pills (200-2002), entre otros. Por otra parte, ha colaborado en el estudio con las bandas de Little Rachel, Mitch Woods, los Jaguars de Kim Lenz entre 2010 y 2012; y en directo con los grupos de Sonny Burgess y Dj Fontana (batería de Elvis), Billy Lee Riley, Janis Martin, Joe Clay Glen Glenn o Dale Hawkins.

Entre sus proyectos más recientes se cuenta un single con Masssacre y sobre todo los impactantes Mambo Jambo, de los que ya te contamos algunas cosas en Magic Pop aquí.  Como bien sabes, se trata de un fabuloso combo de R&B instrumental formado con el saxofonista Dani Nel.lo,  el mencionado Ivan Kovacevic al contrabajo  y Anton Jarl a la batería. Juntos han sacado un Lp y un par de Ep’s con los que han triunfado en numerosos escenarios aquí o en México donde acaban de realizar una reciente gira y han editado un 10" con Isotonic. 

El disco de Mario Cobo que ahora te presentamos con el título de "Part 1" es un 7” en  vinilo rojo con cuatro canciones originales suyas, grabadas con la colaboración de Ivan Kovasevic al contrabajo, Anton Jarl a la batería, y el guitarrista Josep Lluís Pérez. Fue producido por el propio Mario con su amigo y compañero en Carajillo records,  Xavi Ruiz. Destaca ya por su portada que nos recuerda el grafismo simple pero muy efectivo de los discos de jazz de los cincuenta con dibujantes como, por ejemplo, David Stone Martin. Se trata de un distinguido y elegante artwork con diseño y foto de Nuria Luiz, e ilustraciones de Ben Rowdon, otro de los colaboradores habituales de Mario. Cabe destacar además que en cada tema ha utilizado un tipo diferente de guitarra para garantizar un sonido especial para cada una, tamizado por su inseparable amplificador George Meteor.  

La cara A se abre con “Driving My Magnatone” en el que Mario nos sumerge en una fascinante canción de instro surf a base de juegos melódicos con la steel guitar como parte fundamental del tema. La sección rítmica se desenvuelve con precisión impecable acompañando a una inspirada guitarra que se desenvuelve con solvencia entre acordes y punteos muy bien definidos y esos efectos hawaianos. Completa la cara A una pieza sensacional llamada “Five More Steps” articulada con una melodía encantadora creada con una digitación magistral mediante una Gretsch 6120, propia de los grandes guitarristas de jazz a la que añade esa picaresca de recursos de los instrumentistas de rock and roll. Resulta también exquisita la intervención del contrabajo.


En la cara B, disfrutamos de “Gradiation”, genial rockabilly instrumental con lo mejor del estilo en el que Mario se luce con su Telecaster.  Recorridos guitarreros de carretera acompañados de un ritmo trepidante, más unos toques de fuzz . Cierra el disco “Breeze” con un tiempo lento, sensual, con arpegios emotivos que salen de su guitarra barítono, entre una rueda de acordes cercanos al country que nos traslada al final de una tarde calurosa meciéndonos en el porche mientras el sol se pone por el horizonte.

Cuenta Mario Cobo, en sus dominios de Internet, que con estos cuatro temas instrumentales ha buscado homenajear a sus influencias más directas, evitando cualquier tipo de exhibicionismo. A lo que añade que “he procurado trabajar para que sean canciones que se puedan silbar”.  En nuestra opinión no solo ha conseguido esos objetivos con elegancia y enorme creatividad  sino que ha demostrado que el virtuosismo no está reñido con las emociones y, lo que es más importante, que no es una consecuencia de la ejecución circense ni de la cantidad de notas por compás sino responde a algo tan sencillo como esa necesidad, por otra parte tan humana, como es la de silbar una melodía cuando las canciones te llegan al corazón como es el caso.  Una vez más, bravo Mario.

Nota: Puedes escuchar los temas en la web de Mario Cobo o adquirir el single en los dominios de Sleazy Records     

domingo, 15 de abril de 2012

Los Nu Niles cierran su gira en Tarragona con un magistral concierto que empequeñeció la sala Zero

Foto Magic Pop
Los barceloneses Nu Niles actuaron la noche del 14 de abril de 2012 en la sala Zero de Tarragona. Probablemente fue su último concierto de la gira de presentación de su sexto álbum, de título homónimo, que editaron con Buenritmo en 2011. Llevan un año de rodaje con este magnífico trabajo y tras una pequeña gira por México, van a descansar, dedicarse a sus proyectos en solitario y quizá graben un álbum de homenaje a uno de sus cantantes favoritos del rockabilly.  


Mario Cobo, guitarra y voz; Ivan Kovacevic, contrabajo y coros; más Blas Picón a la batería y coros, demostraron sobre el escenario, por enésima vez, que tienen un repertorio extraordinario, unas tablas inmejorables más unas ganas tremendas de agradar y llegar a un público que, pese a ser un directo al que acudir sin pensárselo dos veces, no llegó a completar una media entrada más que justificable. Sin embargo, la sala Zero, como ya viene siendo habitual con sus problemas de sonido, se quedó pequeña para absorber la potencia desbordante de una gran noche.

Foto Magic Pop
Durante el concierto sonaron todos sus mejores éxitos, tanto de su etapa cantando en inglés como en castellano. En ambos idiomas se desenvuelve Mario Cobo con soltura y convicción a tiempo que consigue que su guitarra destaque ya sea con acordes de quintas de punk o mediante fraseos de rockabilly de una precisión envidiable y una belleza sublime. Ivan Kovacevic estuvo espectacular con su contrabajo, moviendo por momentos su brazo derecho a una velocidad difícil de seguir con la mirada, así como doblando la melodía de la guitarra, o con solos de una textura jazzística digna de los mejores genios. Por su parte, Blas Picón, imperturbable, seguro y justo director rítmico, supo completar la escena con desarrollos de batería sensacionales, incluso cuando le llegó el momento de sorprender a la audiencia con unos compases de jamaicano. 

Entre las canciones más destacadas de la noche, me quedo con las de su último álbum, temas como “Para que esperar”, “Cada día”, “Bajo tu colchón o “Nada será eterno”, que fueron interpretados con solvencia entre mensajes “positivos”, como comentaba el mismo Mario Cobo, sobre la realidad que nos toca vivir, la esperanza que nos hace seguir adelante, alguna que otra crítica al sistema y a las aficiones cinegéticas del Rey de España pagadas con el erario público. También recuperaron enormes canciones contenidas en sus anteriores trabajos como el “Destination Now” (2005), el “You didn’t come to my funeral” (2007), su conocido single de 2009 con "El Crujir de Tus Rodillas” o su también destacable anterior trabajo de estudio, “Sin Rendición” (2009). Incluso interpretaron una versión del “Teenage Kicks” de los Undertones con demostrada maestría.    

Foto Magic Pop
Tras dieciséis años, los Nu Niles han atesorado un repertorio amplio de excelentes temas originales a medio camino entre el punk, los sonidos americanos de los cincuenta, o el revival de finales de los ochenta, entre otros detalles de calidad instrumental y creativa.  Sus inicios fueron mas cercanos al purismo del hillbilly, con toques de R&B y rockabilly, aunque ahora a nadie se le ocurre llamarles banda de rockabilly, no al menos entre el circuito especializado en ese género. Tras su debut con el single “Haircut Boogie” (El Toro Records 1998) y el primer larga duración  “Good Luck, Good Friends & Good Rockin’ ( Part Records 1999) más la salida de su primer cantante, Miguel Ángel García, el grupo empieza a redefinir su proyecto para conseguir un sonido propio que les distancia de otras propuestas similares. Incorporan actitudes y arreglos con determinación punk y crean nuevos trabajos como “Get Set Go!” (Alpina Records 2003) y sobre todo “Destination Now” ( Rebel yell Music/El Toro Records 2005) donde pulen cada canción hasta el más mínimo detalle para conseguir ese propósito de originalidad con un gran disco que debería haber creado escuela. Le siguió el también genial “You didn’t come to my funeral” ( El Toro Records 2007) y “Sin Rendición” (Arañazo Records 2009), su primer trabajo cantado íntegramente en castellano.  

Su último álbum hasta el momento, de título homónimo, editado por Buenritmo fue producido por Martin “Boz” Boorer, miembro fundador de The Polecats y director musical de la banda de Morrisey. Se grabó en los portugueses Serra Vista Estudios en marzo de 2011 y contó con la participación del baterista Anton Jarl que se incorporó a la banda para grabar el disco después de que Blas se rompiera el talón durante una actuación con uno de los grupos paralelos de los Nu Niles, los Mambo Jambo, pocos días antes de desplazarse a Portugal. Un disco excelente con solo ocho pero emocionantes temas, con buenos arreglos y textos extraordinarios, con ayuda de Eduardo Izquierdo, envueltos en una portada preciosa y editado con vinilo azul eléctrico.


Foto Magic Pop 
Con todo este extenso repertorio sin desperdicio alguno, los Nu Niles han demostrado que dominan como pocos los sonidos de raíz americana de los cincuenta pero que no se han conformado con repetir esquemas sino que han impregnado su música de otros estilos como el punk, el instro surf, el powerpop, o el ska, para conseguir una oferta propia identificable que debería situarles en lo más alto del panorama musical estatal. Su paso al castellano les llevó a que se les comparara con algunos de nuestros grupos de los ochenta que hicieron enseña del rockabilly como los Rebeldes pero, con el mayor de mis respetos y admiración por los de Carlos Segarra, los Nu Niles han dado bastantes pasos más allá de ese primigenio sonido revival para consolidar su propio proyecto, verdaderamente único, que deberíamos reverenciar si no queremos que irremediablemente pase a ser historia, memorable eso sí, pero historia, con obligada rendición, al fin y al cabo. Pero como dijo Mario Cobo casi al final del concierto en la sala Zero de Tarragona: “sin vosotros no somos nada, pero si algún día no estáis ahí, que os den por el culo”.