1.- ¿Por qué escribes?
Menuda pregunta. Parto de la
imposibilidad misma de la escritura y de los empecinados esfuerzos que hacemos,
aún sabiendo que no es posible.
Marguerite Duras lo decía
abiertamente:
Escribir.
No puedo.
Nadie puede.
Hay que decirlo: no se puede.
Y se escribe.
Y se escribe, decía. Como si
dijera: Y sin embargo, se escribe.
Algo de eso, entonces.
Entiendo la escritura como ese
esfuerzo desmedido por bajar al papel lo que apenas puede bordearse, rozarse,
rodearse de palabras, o de silencios. La palabra es la muerte de la cosa, decía
Lacan. Desde allí, todo escritor no tiene más que la mera palabra para bajar al
papel lo que morirá indefectiblemente en esa operación. Solo subsistirán los
restos, meros rezagos de eso otro que queremos decir y que apenas logramos
rozar. De modo que le escritura es, por un lardo, imposibilidad misma. Por el
otro, es, también, deseo de escritura, como decía Barthes. Un deseo desmedido,
desbocado, incontinente. Y es, en última instancia, también, lo inevitable.
Nadie escribe lo que quiere.
Escribimos, si acaso, apenas, lo
que podemos.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
Cuando llega la hora de escribir,
escribo en cualquier parte, aún rodeada de ruidos, aún lejos de casa.
Preferiría escribir de noche y en silencio, pero la escritura ocurre más allá
de mis preferencias.
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
La conciencia de finitud, la
construcción de la identidad a partir de algo tan endeble como la memoria.
4.- ¿Algún principio o consejo
que tengas muy presente a la hora de escribir?
Flannery O’Connor proponía
escribir primero y pensar después. Creo que estoy bastante de acuerdo con ese
precepto. En cualquier caso, no funciona de la misma manera para cualquier
texto. Me parece que incluso un mismo autor puede echar mano a distintos
procedimientos, a distintas maneras de abordaje según el texto que esté
escribiendo. En mi caso, en general, lo único que necesito tener definido,
antes de escribir, es un tono, un registro, un punto de vista, una voz.
Digamos, el narrador. Definido el narrador, la historia baja sola al papel. O
no, pero es como si lo hiciera.
5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo
tienen todo planificado desde el principio?
No, como dije antes, salvo la
necesidad de definir un punto de vista, prefiero no saber hacia dónde me conducirá la historia. En esto
concuerdo con Marguerite Duras: “La escritura es lo desconocido. Antes de
escribir no sabemos nada de lo que vamos a escribir. Y con total lucidez. Si se
supiera algo de lo que se va a escribir, antes de hacerlo, antes de escribir,
nunca se escribiría. No valdría la pena”.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
Es difícil limitar el espectro de
lecturas, siempre azarosas, a un par de “autores de cabecera”. Aún así, y a
pesar del encasillamiento que supone, digamos que, en distintos planos y con
distintos alcances, siempre vuelvo a Lobo Antunes, a Nabokov, a Onetti, a
Borges, a Saer, a Foster Wallace, a Bolaño, a Rubem Fonseca, a Marcelo Cohen, a
Vila-Matas, a Kurt Vonnegut, a Clarice Lispector, a Tolstoi, a Kafka, a
Nietzsche.
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas
publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
Lo último que he publicado es un
libro de cuentos. Se llama Cotidiano
y fue editado por Baltasara Editora. Lo último que he escrito es una novela. Se
llama Como si existiese el perdón y será
publicada en marzo de 2016 por Metalúcida Editora.
Mariana Travacio. Nació en Rosario, Argentina, en 1967. Vivió
en São Paulo y actualmente reside en Buenos Aires. Es Licenciada en
Psicología y Magister en Escritura Creativa. Se desempeñó como docente en la
Cátedra de Psicología Forense de la Universidad de Buenos Aires y publicó
diversos trabajos en su órbita profesional.
Sus cuentos han sido publicados en diversas antologías y revistas de
Argentina, Uruguay, España y Estados Unidos. Ha recibido numerosos
reconocimientos literarios en concursos nacionales e internacionales, entre
ellos, ha sido finalista en el Premio Juan Rulfo (Francia, 2012), en el
Concurso de Narrativa Eugenio Cambaceres de la Bilbioteca Nacional (Argentina,
2013), en el Premio Caza de Letras de la Universidad Autónoma de México
(México, 2013), en el Premio Municipal de Literatura Manuel Mujica Láinez
(Argentina, 2013) y en el Premio Internacional Julio Cortázar de la Universidad
de La laguna (España, 2014).
En 2015 obtuvo el Premio Internacional de Relatos Cortos José Nogales
(Huelva, España) y el Premio de Narrativa de la Hispanic Culture Review (George
Mason University, Fairfax, USA).
Es autora del libro de relatos Cotidiano (Baltasara Editora).
*La foto es de Alejandro Jandry