1.- ¿Por qué escribes?
Por perplejidad. No entiendo el mundo que me rodea y escribiendo puedo
mentir un orden que me tranquiliza.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
Me gusta levantarme muy pronto y escribir antes de ir a trabajar (repito:
muy pronto), aunque voy variando las horas según mis diferentes horarios (soy
profesor y cada año cambia mi horario). Eso sí: ropa cómoda, zapatillas de ir
por casa, música tranquila (étnica o clásica normalmente si se trata de
escribir; rock en el resto de casos) y un té humeante (que por la mañana suele
ser rojo).
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
Todas mis novelas giran en torno a dos obsesiones: por un lado, la
realidad como ficción y, por tanto, la posibilidad de crear tu propia ficción
rompiendo con la mentira hegemónica. Por otro lado, la lucha absurda contra un
mundo degradado: esos héroes de lo cotidiano que no se venden, que anteponen
sus ideas a su aburguesamiento... y acaban pagándolo, porque por desgracia este
mundo es de los que asumen la mierda y se revuelcan en ella.
4.- ¿Algún principio o consejo
que tengas muy presente a la hora de escribir?
No escribir para gustar a muchos, porque lo más probable es que no guste
a nadie. Yo soy mi primer lector. Escribo los libros que quisiera leer, me
parezcan a priori más o menos ¾casi siempre menos¾ comerciales.
Tener un trabajo al margen de la literatura me permite esta libertad y estos
principios.
5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo
tienen todo planificado desde el principio?
Necesito ponerme a escribir sobre una estructura trabajada. Primero
diseño la novela, levanto los pilares y luego, a la hora de sentarme a juntar
palabras, me dedico solamente a decorar los espacios que se han creado. Muchos
de los escritores que conozco dicen que no planifican. Yo soy incapaz. Además,
como lector me suelen interesar menos las novelas poco trabajadas
estructuralmente. Mi suma perfecta sería: estructura matemática + escritura
absolutamente libre. Más libre cuanto más trabajada la estructura.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
No soy demasiado original en esto: Borges, Cortazar, Calvino, Auster,
Kundera, Duras, Calders, Coetzee, Dostoievski, Franzen, Laxness... También me
gustan mucho algunos autores jóvenes españoles: Fernández Mallo, Jordi Carrión,
Oscar Gual, Llucia Ramis, Javier Gutiérrez.. ¡por suerte tenemos muchos
novelistas entre los que elegir!
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas
publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
Estoy corrigiendo una novela sobre jóvenes inadaptados
que, poco a poco, sin que el lector sepa en qué momento se ha colado en su
lectura la pesadilla, se transforma en un relato de terror a lo H.P. Lovecraft.
Alberto Torres Blandina (Valencia, 1976) es escritor, músico y turista. Ha
publicado las novelas Niños rociando gato
con gasolina (Ed. Siruela, finalista premio Café Gijón), Cosas que nunca ocurrirían en Tokio (Ed,
Bellacqva, premio Las dos orillas y premio de la Médiathèque de Bussy
Saint-Georges a la mejor novela extranjera publicada en Francia en 2010), El aprendiz de héroe (Ed. Edelvives,
novela infantil) Mapa desplegable del
laberinto (Ed. Siruela) Es miembro del grupo de fusión canalla NIÑAMALA. Ha
sido traducido al francés, portugués, alemán, italiano, griego y hebreo.