Mostrando entradas con la etiqueta selma lagerlöf. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta selma lagerlöf. Mostrar todas las entradas

miércoles, 2 de enero de 2013

'La leyenda de una casa solariega' de Selma Lagerlöf




‘La leyenda de una casa solariega’ de Selma Lagerlöf es una novela especial, distinta a todas las demás. Tiene la base de una novela realista de gran profundidad psicológica, pero también posee la épica de las leyendas tradicionales y la magia de los cuentos infantiles. Aunque es algo atípica, es una de las historias de amor más bonitas que he leído nunca. Sin embargo, es probable que si me parece tan bonita realmente sea porque es atípica. 

Los protagonistas son una huérfana sin un verdadero hogar y un joven de familia rica venida a menos que, después de perder la casa familiar, cae en una locura particular. Las vidas de estos dos personajes se cruzan varias veces pero ellos son incapaces de reconocerse; coinciden, se salvan varias veces el uno al otro, se enamoran, pero siguen siendo incapaces de reconocerse. Esto en la realidad, porque en el mundo de los sueños sí que son capaces de reconocerse tal como son y amarse. 

La casa en decadencia del título está basada en la casa familiar donde Selma Lagerlöf pasó su infancia, una casa que después la familia perdió por culpa de las deudas. Selma nunca olvidó esa casa, se puso a escribir, se hizo famosa, ganó el Nobel y, al fin, pudo volver a comprar la casa. La casa es más que una casa, es como un palacio encantado de un cuento de hadas, un ser vivo que refleja el estado de ánimo y los sentimientos de quienes lo habitan. Y es ahí donde reside el mayor talento de Selma Lagerlöf: en saber combinar a la perfección el mundo real con la fantasía. En esta novela, el mundo de las ensoñaciones es tan real como el mundo real; los dos están perfectamente entrelazados. 

‘La leyenda de una casa solariega’ en último término habla del poder redentor y sanador del amor, un concepto que para algunos puede parecer anticuado, pero a mí no. Habla de cómo un pequeño gesto de una persona puede cambiar la vida de otra, entiende el amor como un fuerza capaz de salvar a las personas, como la unión de dos almas castigadas por el destino. Pero también habla de la importancia de la belleza de la música (y por extensión, del arte) y de la naturaleza, como las dos únicas cosas que nos pueden hacer conservar la cordura. A parte del amor, claro está.