El libro que convirtió a Alice Munro
en una maestra del relato
Biografía
En su célebre artículo La narrativa moderna, Virginia Woolf propone que “examinemos por un instante una mente corriente en un día corriente. La mente recibe un sinfín de impresiones: triviales, fantásticas, evanescentes o grabadas con afilado acero. La vida es un halo luminoso. ¿No es el cometido del novelista transmitir este espíritu cambiante, desconocido e ilimitado?”. Tal vez sí, y no otra cosa es lo que ha venido haciendo la gran Alice Munroa lo largo de su discreta y triunfal trayectoria, miniaturas de la comédie humaine de la mano de precisas e inquietantes miradas a una vida cotidiana que solo es anodina si se la ve desde lejos, pues observada de cerca presenta matices inusitados y emociones imperceptibles que el talento de Munro, guarnecido con una capacidad infinita para advertir la sutileza de los detalles, el alboroto de los sentimientos y “el peso del mundo de los objetos”, es capaz de revelar.