Mostrando entradas con la etiqueta Películas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Películas. Mostrar todas las entradas

sábado, 11 de julio de 2020

Casa de citas / Ingmar Bergman / Harriet Andersson

Harriet Andersson

Ingmar Bergman
HARRIET ANDERSSON


Yo debía realizar inmediatamente dos películas, una detrás de otra: Tres mujeres con guión original mío y Un verano con Mónica, adaptación de una novela de Per Anders Fogelström. Para el papel de Mónica se eligió a una actriz joven que hacía revista con medias de malla y elocuentes escotes en el Teatro Scala. Tenía alguna experiencia cinematográfica y era novia formal de un actor. A finales de julio fuimos a filmar exteriores al archipiélago de Estocolmo.
    Un verano con Mónica estaba planteada como una película de presupuesto reducido, y por tanto se iba a rodar con limitados recursos y un mínimo de personal. Vivíamos en la isla de Ornó, en un albergue llamado Klockargården, y cada mañana nos llevaban en barcos de pesca a un grupo de islas exóticas que estaban en el extremo del archipiélago, a unas horas de navegación. 

Harriet Andersson
  Pronto me vi envuelto por una eufórica despreocupación. Los problemas profesionales, económicos y matrimoniales desaparecieron en el horizonte. Vivíamos una vida al aire libre relativamente cómoda, trabajábamos de día, de noche, de madrugada, hiciera el tiempo que hiciera. Las noches eran cortas, el sueño apacible. Después de tres semanas de trabajo enviamos nuestro producto al laboratorio para su revelado. Un defecto en una máquina hizo una raya en miles de metros de película y tuvimos que volver a rodar casi todo. Derramamos, para salvar las apariencias, unas lágrimas de cocodrilo, pero nos alegramos en secreto de la prolongación de nuestra libertad.
    El trabajo cinematográfico es una actividad fuertemente erótica. La proximidad a los actores no tiene reservas, la entrega mutua es total. La intimidad, el afecto, la dependencia, la ternura, la confianza, la fe ante el mágico ojo de la cámara, nos dan una seguridad cálida, posiblemente ilusoria. Tensión, relajamiento, respiración común, momentos de triunfo, momentos de fracaso. La atmósfera está irresistiblemente cargada de sexualidad. Tardé muchos años en aprender finalmente que un día la cámara se para, los focos se apagan.


Harriet Andersson



    Harriet Andersson y yo hemos trabajado juntos durante años; ella es una persona singularmente fuerte, pero vulnerable, con un rasgo de genialidad en su talento. Su relación con la cámara es directa y sensual. Además tiene una técnica soberana y pasa vertiginosamente de la emoción más intensa a una sobria contemplación. Tiene un humor mordaz, pero no cínico. Una persona adorable y una de mis amigas más queridas.


Ingmar Bergman
La linterna mágica
Tusquets, Barcelona, 1978, pp. 181-183




jueves, 7 de mayo de 2020

Una película / Ridley Scott / Gladiador

Cartel EEUU de 'Gladiator' (con imágenes) | Gladiador pelicula ...



20 años de ‘Gladiator’ 
Los secretos del caótico 
rodaje de un filme épico


La historia protagonizada por Russell Crowe y dirigida por Ridley Scott arrancó con un guión inacabado y acabó con cinco premios Oscar

  
El 5 de mayo del año 2000 llegaba a los cines una de las películas llamadas a hacer historia en el séptimo arte: Gladiator. El británico Ridley Scott, autor de obras como Alien o Blade Runner se encargó de dirigir el filme que iba a revitalizar el peplum en pleno inicio del siglo XXI. Pero el suyo fue un rodaje de lo más disparatado, con un guion de 21 páginas sin desenlace que se fue construyendo sobre la marcha y que tuvo que tirar para adelante porque ya tenían cerrado todo el calendario de producción.
Pese a todo, la cinta que encumbró a Russell Crowe y descubrió el talento de Joaquin Phoenix se alzó con cinco premios Oscar de los doce a los que estaba nominada, entre ellos el de mejor película. Cuando se cumplen veinte años de su aterrizaje en unas salas que hoy están vacías, desentrañamos algunas de las anécdotas y secretos de un filme épico que conquistó a crítica y público con acción, emotividad y una banda sonora preciosa a cargo de Hans Zimmer y Lisa Gerrard.

Una película / Jean-Jacques Annaud / El nombre de la rosa


F. Murray Abraham, Michael Lonsdale, Sean Connery, Umberto Eco y Jean-Jacques Annaud, en el rodaje de El nombre de la rosa


El nombre de la rosa: un rodaje complejo, un actor ególatra y un adolescente que conoció el amor en el set

Guillermo Courau
 de mayo de 2020

Un italiano, un francés y un escocés se encuentran en un set de filmación. Podría ser el principio de un mal chiste, o también la génesis de uno de los proyectos más ambiciosos que ofreció el cine europeo de los 80. Una odisea que revitalizó carreras en terapia intensiva, como también hizo tambalear apellidos hasta entonces prestigiosos. Todo eso y más fue El nombre de la rosa , una película que trasladó el cine de detectives a la Edad Media a partir de un libro que era muchas cosas, menos cinematográfico .

El nombre de la rosa
Ads by 
La novela Il nome della rosa , del piamontés Umberto Eco se editó en 1980, y llamó enseguida la atención de lectores y críticos por mezclar en algo más de 600 páginas una trama policial de inequívocas referencias al Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle con la Italia del siglo XIV , de mirada aguda sobre la religión y la ciencia. El autor explicaba la conexión de la historia con el presente en una entrevista de 1986, durante el rodaje del film: "La Edad Media que yo describí era una época de total transición, en tecnología, política y sociedad. Surgieron nuevos pueblos, nuevas razas y nuevos idiomas, así que también fue una época de mucha inseguridad. Y yo creo que nuestra sociedad contemporánea, llámese posmoderna o posindustrial, se encuentra en un período de transición muy similar, otra época de incertidumbre".

miércoles, 6 de mayo de 2020

Una película / Federico Fellini / La Dolce Vita

Federico Fellini 

LA DOLCE VITA

"Blasfema, pornográfica y bestial": 60 años después de la polémica, La dolce vita vuelve remasterizada y en streaming

Paula Vázquez Prieto
21 de abril de 2020



Cuando hace 60 años se estrenaba La dolce vita, la imagen de un Cristo suspendido desde un helicóptero sobre la silueta de Roma anunciaba un nuevo tiempo para el cine, una modernidad rabiosa que no descansaba ante nada, que no dejaba en pie la narrativa ni las tradiciones, que sentaba las bases de un nuevo lenguaje, inspirado en sueños y deseos, en atrevimientos estéticos y melancólicas reflexiones. Y así como en diciembre el clásico de Fellini regresó a los cines remasterizado en 4K, este martes puede alquilarse en Vimeo.



Fontana di Trevi
La Dolce Vita

Con su estreno, Federico Fellini dejaba su Rímini natal detrás de aquellas fábulas de vitelloni y se erigía como uno de los maestros de una generación, hacedor de un cine de gran espectáculo, festivo y contestatario, que penetraba en las mentes de espectadores vírgenes de aquellas emociones y aquellos escándalos.


Sylvia
La Dolce Vita

sábado, 2 de mayo de 2020

Casa de citas / Cadena perpetua / Zihuatanejo


Frank Darabont / Stephen King
Cadena perpetua
Zihatanejo

Red - Tú no eres un asesino, un mal marido tal vez, puedes sentirte culpable si quieres, pero tú no apretaste el gatillo.
Andy - No, no lo hice, fue otra persona y yo acabe aquí, mala suerte supongo.
Red - Sííí.
Andy - Flota en el aire y tiene que caer sobre alguien, me toco a mi, eso es todo, el tornado me pillo por medio. Nunca pensé que la tormenta durase tantos años ¿crees que saldrás de aquí algún día?
Red - ¿Yo? Sí… cuando tenga una larga barba blanca y no me queden nada más que un par de tornillos me soltarán.
Andy - Te diré a donde iría yo: a Zihuatanejo.
Red - A Zihuataque?
Andy - Zihuatanejo, está en México, un pueblecito frente al Pacífico ¿sabes que dicen los mexicanos del Pacífico?
Red - No.
Andy – Que no tiene memoria, por eso quiero acabar mi vida allí, en un cálido lugar, sin recuerdos. Abriré un pequeño hotel junto a la playa, me compraré una barca vieja, la arreglaré un poco y llevaré a los clientes a pescar.
Red - Zihuatanejo.
Andy – Me resultaría útil allí un hombre que consigue cosas.
Red – No creo que sobreviviera fuera de aquí, he pasado aquí más de media vida, estoy institucionalizado, igual que lo estaba Brooks.
Andy – Te estás subestimando.
Red – No lo creas, quiero decir, aquí dentro soy el tipo que consigue cualquier cosa, pero afuera ya tienes las páginas amarillas, yo no sabría ni por donde empezar… El océano Pacífico… Joder! Algo tan grande me asusta.
Andy – A mí no, no maté a mi mujer ni tampoco a su amante, si cometí errores ya los he pagado y con intereses, ese hotel, esa barca, no creo que esté pidiendo demasiado.
Red – No deberías torturarte de esa forma Andy, no es más que un puñetero sueño, México está en el quinto coño y tú estás aquí y eso es lo que hay.
Andy – Si, vale, eso es lo que hay, está allí y yo estoy aquí, todo se reduce a una simple elección, empeñarse en vivir o empeñarse en morir.


Cadena Perpetua (1994), extraordinaria película estadounidense dirigida por Frank Darabont y basada en la novela The Shawshank Redemption, de Stephen King, cuenta la vida en prisión de Andy Dufresne (Tim Robbins), condenado injustamente a cadena perpetua por asesinato, y su amistad con Red (Morgan Freeman), un veterano prisionero de Shawshank




jueves, 30 de abril de 2020

Una película / Francis Ford Coppola / El Padrino


Francis Ford Coppola, Marlon Brando y Al Pacino


UNA PELÍCULA 

El padrino

de Francis Ford Coppola

Gregorio Belinchón
19 de abril de 2020

Kit de supervivencia cultural para el encierro (día 36)


I believe in America. America has made my fortune”. La primera secuencia muestra un rostro compungido, rabioso. La cámara se aleja poco a poco de esa cara, la de alguien que viene a pedir ayuda, probablemente también consuelo, a un hombre con poder, y a quien le cuenta una desgracia ocurrida a su hija. Rodeados de oscuridad y silencio. Y por primera vez se oye a quien le recibe: “¿Por qué acudiste a la policía? ¿Por qué no viniste a verme primero?”. Y después, el acabóse. Hasta su secuencia final, en la que la cámara también se aleja de un rostro. Esta vez es el de un hombre satisfecho, apoyado en la mesa de su despacho. Su esposa mira desde el otro de la puerta. En la distancia, ve cómo otros felicitan a su marido. También hay silencio espeso. Y oscuridad. Alguien susurra “Don Corleone”... Un guardaespaldas cierra lentamente la puerta, y la mujer entiende que ha perdido a su marido, deglutido primero por un alud de villanía y convertido ahora en el motor del mal.
Entre medias, un rodaje infernal, una demostración de lo que es capaz de hacer el ser humano cuando se le pone entre la espada y la pared. Tanto en el rodaje, con Francis Ford Coppola cuestionado cada día, como en la pantalla, cuando Michael Corleone es empujado a tomar las riendas de su familia y no acaben devorados por los otros clanes de la Cosa Nostra (nunca se pronuncia la palabra mafia) que aprovechan la ausencia forzada de su padre, un hombre recto, genial estratega, que añora de forma a veces melancólica tiempos pasados en los que no existían tantos matices de grises. Pacino, Brando, las naranjas, la oferta que no se pudo rechazar… El padrino, ¿para qué más? 
El padrino. Francis Ford Coppola. 1974. La película está disponible en Netflix, Rakuten TV y Amazon Prime Video.

Una película / Michael Radford / El cartero






UNA PELÍCULA
EL CARTERO
de Michael Radford


Por Alma Baires & Miguel Pina

El cartero y Pablo Neruda dirigida por Michael Radford es una película italiana del año 1994 que destaca por la sutileza de sus lineas narrativas y por lo preciosista de sus evocadoras imágenes. “Il Postino”, que es su título original, se estrenó en Italia en el Festival de Venecia el 1° de septiembre de 1994 y fue distribuida en las salas italianas el 22 de ese mismo mes. Una película del, hasta ese momento no muy conocido, director inglés Michael Radford y de Massimo Troisi. Porque, aún si luego nunca fue acreditado, el actor italiano que saltó a la fama por este papel, fue el co-director de la película y se involucró también en la redacción del guion. 




El filme está basado en la novela titulada “Ardiente paciencia” (1986) del escritor chileno, Antonio Skármeta. La cual, cuando fue leída por Massimo Troisi, le causó un gran impacto emocional y no se detuvo hasta poder comprar los derechos para llevarla a la gran pantalla.

Si bien en el libro la historia se ambienta en un pequeño pueblo de pescadores de la Isla Negra, cerca de las costas chilenas, en junio de 1969; para la película se decidió hacerlo en el año 1952, período en el que realmente Pablo Neruda se encontraba exiliado en Italia. Después de probar a rodar la película en la isla de Pantelería (Sicilia), se eligió hacerla en Procida y Salinas, en las cercanías de Nápoles. En este lugar nació Massimo Troisi y ahí es cuando comprobamos la máxima implicación del actor en el proyecto que cambiaría su vida. El cine, una vez más, es el reflejo de las emociones de sus creadores.

El mapa geográfico y sentimental de El cartero y Pablo Neruda siempre transcurre de manera paralela en la bellísima filmación. A Pantelería es donde el poeta Pablo Neruda llega pidiendo asilo político. Allí es donde entabla amistad con Mario (Massimo Troisi) que es contratado como cartero para hacerle llegar la correspondencia al famoso poeta. Pablo Neruda es interpretado por el famoso actor francés Philippe Noiret, con hasta ese momento una larga lista de éxitos internacionales (¿quién podría olvidar su personaje de Alfredo en Cinema Paradiso de Tornatore?). Y ese cartero, un hombre pobre y simple, hijo de un pescador analfabeto (como casi todos los habitantes de la isla), es el ya nombrado Massimo Troisi, conocido en Italia como “el cómico de los sentimientos”.



El filme italiano gira en torno a la relación maestro/discípulo que de alguna manera ya se apreciaba en la antes citada Cinema Paradiso. En aquella mítica cinta era la sala de cine la que servía como referencia cultural, social e informativa de un pequeño pueblo italiano. Este municipio abría sus ojos al mundo a través de la cinematografía. Sin embargo, en El cartero y Pablo Neruda el motor que mueve a los personajes representados es la poesía. La película es también una una interesante metáfora que refleja perfectamente la realidad social de la población italiana de la época. Una sociedad castigada por la posguerra y desconectada en cierta manera de la vida cultural de las grandes ciudades.

Pero el amor no entiende de fronteras sociales o culturales. Tampoco lo hace el deseo sexual. Y ahí es cuando entra en escena Beatricce. Ésta, es interpretada por una hermosa Maria Grazia Cucinotta que representa el poderío de la mujer italiana. En esta parte de la producción, narrada en forma de cuento rural costumbrista, es cuando se establece un triangulo social entre Neruda, el cartero y la joven Breatricce. Mario, que es un hombre tímido, encuentra el coraje y también los medios para intentar conquistar a la mujer que ama a través de los versos de su amigo el poeta.

La escenografía de la cinta es evocadora. La pureza del Mediterráneo siempre está presente en un segundo plano cuando no en un primero. En la parte final se alterna el preciosista color con algunas imágenes en blanco y negro. Con ello, el cineasta apuesta por el melodrama con el que encuentra un contrapunto emocional a la dulzura expresada en la primera parte de la historia. También apreciamos una música muy especial compuesta por el famoso pianista y compositor argentino Luis Bacalov que se llevó el Oscar a la mejor banda sonora original.



El cartero y Pablo Neruda es una cinta bella, sutil y cadenciosa. Nos parece que es mucho más que una película. Es todo un himno a la poesía y al poder de la palabra. Éstas, son capaces de elevar el alma de cualquier ser humano. Mario Ruoppolo, el cartero, se alimenta del aprendizaje del maestro y poeta que tenía a su lado. Hablamos, por tanto, de la historia de una amistad que nace de una admiración profunda y que al final de la película se muestra recíproca. Con ello, se pone en valor la humildad como principal vector moral de la dulce propuesta presentada.


Este texto ha sido escrito de manera conjunta junto a Alma Baires a la que agradezco de manera muy especial su colaboración y su amor por el cine. 

Alma es una escritora argentina afincada en Italia que dirige el blog: Las pasiones de Alma. En él, nos regala su pasión por los libros, las películas y la música. Además de ello, administra otras tres páginas web que podéis consultar en su perfil. Con Alma, comparto una manera muy parecida de ver la vida y con ello la manera de amar el cine. Porque el cine es solo el reflejo de la historias que conforman nuestras vidas, nuestro pasado y nuestro futuro. Gracias Alma y gracias a toda la comunidad que conforma este universo mágico al que aspira a ser Cine y críticas marcianas. 




Una película / Julio Medem / El árbol de la sangre




UNA PELÍCULA
El árbol de la sangre
de Julio Medem

"Ofrecer amistad al que pide amor es como dar pan al que muere de sed."
Ovidio.

La historia: Rebeca (Úrsula Corberó) y Marc (Álvaro Cervantes) son una pareja de enamorados que deciden pasar unos días en un caserío familiar del País Vasco buscando el aislamiento y la intimidad más absoluta para recomponer su pasado. Para ello, deciden poner en común los recuerdos de ambas familias trazando un árbol genealógico que los llevará al punto exacto en el cual se conocieron. Además, se proponen un reto de sinceridad extrema en el que tendrán que redactar juntos la historia de su romance. Otra parte del desafío consistirá en desvelarse el uno al otro todos los secretos que pudieran guardarse tanto en el ámbito de la pareja como en el oscuro pasado familiar.

Úrsula Corberó y Álvaro Cervantes

La crítica: La poderosa imagen superior en la que vemos a dos jóvenes uniendo sus manos a través de la corteza de un poderoso árbol es la poética metáfora con la que Julio Medem (Los amantes del círculo polar), abre esta complejísima historia de más de diez personajes entrelazados a través de un guión original que en sí mismo es ya una obra literaria de máximo alcance.

¿Qué trata de decirnos Julio Medem en esta hiperbólica historia de amores y desamores, encuentros y desencuentros, huidas y venidas? Pues en primer lugar que está de regreso y espero que esta vez sea ya para dirigir y escribir películas de manera continuada ya que desde 2010 solo había dirigido incomprensiblemente dos películas.

El árbol de la sangre es una película que se podría disfrutar más en un segundo visionado que en la primera proyección. Ello se debe a la complejidad del puzzle sentimental ofrecido por el cineasta. Pero en cualquier caso, la obra presenciada es mayúscula en emocione cuando poco a poco va penetrando en la memoria vital del espectador. Medem genera una fuerte empatía con la pareja protagonista que en definitiva representan la pasión y el dolor cuando el primer amor aparece en la vida de las personas.

Otra de la muchas preguntas que lanza al aire Medem es si la sinceridad absoluta fortalece o por el contrario destruye las relaciones humanas ya sean en el lado amoroso o en el ámbito familiar. ¿Realmente somos responsables de los aciertos o de los errores de nuestros antepasados? ¿Son los impulsos sexuales de alguna manera controlables en el comportamiento humano vistos desde el punto de vista puramente biológico? ¿Son los celos una muestra de amor o solo un tormento para aquellos que los sufren o los padecen? Estas son algunos de los interrogantes que nos ofrece el cineasta y que responde de manera muy personal a través de los personajes representados en la historia.


Úrsula Corberó (La casa de papel) es una actriz en plena evolución y que consigue a través de Julio Medem dar el salto de calidad que le hacía falta en la gran pantalla sin el sometimiento mediático o las prisas que conllevan las interpretaciones en las series televisivas. Aquí luce perfecta en el personaje de Rebeca que fue una niña sometida a un trasplante de órganos cuando era un bebé. Este hecho se convertirá en el verdadero árbol de la sangre por la que transcurre toda su experiencia vital y la de su familia. Rebeca conoce poco después de cumplir los 18 años a Marc e inician una relación compleja hasta que siete años después deciden hacer una apuesta de sinceridad en unos días que cambiarán sus vidas para siempre.

Marc es interpretado correctamente por Álvaro Cervantes en una historia con un parecido razonable a la que le otorgó cierta popularidad y llamada El sexo de los ángeles en la que también se hablaba sobre las relaciones de pareja en sus comienzos. En este caso, su personaje no es llevado a la fuerza por Rebeca al caserío vasco, sino que es más bien él y en una idea de su madre (¡ay las suegras!) el que decide e impulsa esta manera un tanto tóxica pero liberadora de conocer a fondo a su pareja que al parecer guarda extraños y misteriosos secretos ocultos.

Nawja Nimri de la que hablábamos la semana pasada a raíz de su mágica interpretación en Quién te cantará vuelve a demostrar que está en su mejor momento profesional interpretando a "La Maca" que es el personaje que hace de la madre de Rebeca. Y es que nos encontramos ante una madre que afronta el reto más difícil de su vida, tras sufrir una enfermedad mental después de haber dado a luz a su bebé. Incluso por momentos tiene que ser ingresada en centros psiquiátricos y con ello dejar en manos de su nueva pareja el cuidado de su niña.

Este padre, que sin ser biológico, es un ejemplo en cuidado de madre y niña es interpretado por Daniel Grao (Julieta) y simboliza la maternidad/paternidad por encima de sexos hasta que la presión le puede y comienza a coquetear con el mundo de las drogas como forma de evasión ante la combinación de conflictos personales.

En el caso del personaje del joven enamorado (Marc), su relación paterno/materna se establece principalmente con su madre que es la ideóloga de que la joven pareja pongan por escrito sus puntos en acuerdo y en desacuerdo pasa así avanzar o no en la relación. Este papel es interpretado por Maria Molins (Cien años de perdón).

Por último, y quizás el personaje y el actor más interesante de toda la película junto a Nawja Nimri, es el otorgado por Medem para el actor argentino Joaquín Furriel (El faro de las orcas), que da vida a Olmo que es un hombre con un oscuro pasado, pero que aparece como constante en la vida de de los demás personajes con idilios, conflictos o pasajes tortuosos y que tendrá la llave para desvelar si el futuro amoroso de Rebeca y Marc tiene futuro o debe darse por concluido.

Me dejo algunos actores secundarios pero de relevancia, ante un reparto coral que nos lleva a los 14 personajes que deben ser ya descubiertos y disfrutados en la sala de cine. Pero en una primera conclusión, cabe decir que todo este entrelazado de historias nos lleva a la idea general de que sin conocer quien somos, ni de donde venimos, difícilmente sabremos hacia donde encaminar nuestros pasos.


El árbol de la sangre es un cuento moderno envuelto de forma muy poética en las potentes imágenes que nos regala Julio Medem. En conclusión, es una película muy profunda y algo confusa que va creciendo poco a poco de manera inversa a como lo hacen las raíces de un árbol. El cineasta vasco fija siempre el foco de atención en los conflictos pasionales, sentimentales o éticos que han acompañado su filmografía. Nos encontramos también ante una filmación muy dolorosa con frases desgarradoras, que si bien sacadas de contexto pueden parecer excesivas en lo melodramáticas, en el colocón emocional en el que nos envuelve el director causan el efecto narrativo deseado. Quizás las más llamativas de las que recuerde sean las tres siguientes:

_Me mata pensar hasta donde pudiste ser capaz de engañarme.

_He sabido tu verdad y he dejado de quererte.

_¿Recuerdas mi verdad más grande?


En definitiva, la filmación no deja de ser una historia de amor trágico que enlaza de alguna manera y con muy buen gusto narrativo con el Romeo y Julieta de William Shakespeare, pero con la diferencia de que Julio Medem ofrece a sus amantes una salida para que reconstruyendo el pasado puedan conquistar el futuro.
Nota: 8/10.

Nacionalidad: España.

Dirección y guión: Julio Medem.

Reparto: Úrsula Corberó, Álvaro Cervantes,
Najwa Nimri, Daniel Grao, Joaquín Furriel.

Música: Lucas Vidal.

Fotografía: Kiko de la Rica.

Duración: 130 minutos.

Estreno España: 31/10/2018.



domingo, 26 de abril de 2020

Una película / Julio Medem / Los amantes del Círculo Polar




UNA PELÍCULA

Los amantes del Círculo Polar

de Julio Medem

Gregorio Belinchón
24 de abril de 2020







Kit de supervivencia cultural para el encierro (día 42)


Julio Medem es un cineasta que nunca ha tenido miedo en enfangarse, tanto en la forma y fondo de sus películas como en sus aproximaciones al documental. A veces sale malparado –es lo que tiene el riesgo­–, otras sale limpio tras el triple salto mortal. Y cuando cae de pie, cuando su pirueta cinematográfica deja boquiabierto al público, en esos momentos de poesía pura, sin adornos melifluos y con un ambicioso uso de lo visual, es cuando Medem es inigualable. Una de sus mejores películas es Los amantes del Círculo Polar (1998), una película que desde su mismo título ya alerta sobre su forma: será circular, simétrica, capicúa palíndroma (si eso se puede aplicar al cine). Con personajes con nombres obligados por el juego del director: Otto y Ana.
Medem escribió el guion después de su divorcio, y pensó en el amor como una poderosa fuerza motriz, tocada por la melancolía que deviene de los sentimientos que descubrimos cuando ya han pasado por nuestras vidas. Sus protagonistas se conocen desde niños, y poco después se convierten en hermanastros cuando el padre de Otto se casa con la madre de Ana. A pesar de esa relación familiar, se enamoran y más tarde se separan. Pero el cine de Medem está lleno de giros enigmáticos y curiosos que el espectador debe de aprender a respetar. “La casualidad que estábamos esperando”, le escribe Ana a Otto. Llega el reencuentro en Laponia y la sumisión de Medem al amour fou. Con su lluvia de mensajes en aviones de papel, con su extraño cruce en la madrileña Plaza Mayor, con su esquiar hacia arriba subido en un gigante finés… Los amantes del Círculo Polar emociona. Y eso no es poco en los tiempos que corren.


Los amantes del Círculo Polar. Julio Medem. 1998. La película está disponible en FlixOlé.
EL PAÍS

miércoles, 15 de abril de 2020

Una película / Win Wenders / París, Texas



UNA PELÍCULA

París, Texas

de Wim Wenders


Gregorio Belinchón
14 de abril de 2020





Kit de supervivencia cultural para el encierro (día 32)


En 1984 Wim Wenders filmó una de las obra cumbre del arte del siglo XX. Y con ella, con París, Texas arrancamos una serie de películas para el confinamiento sobre la melancolía. Esa que deja poso en el cerebro y en el alma. Esa que acompaña los pasos de Travis, desaparecido durante cuatro años y que un buen día aparece otra vez sin más explicaciones. Su hermano le reúne con su hijo y padre y crío buscan a la madre. Lo que sigue es tanto un desgarro emocional como la reconstrucción de algo –un estado sentimental– imposible de restaurar. Todo es perfecto en París, Texas. Como cuenta Wenders: “Hay filmes que se estrenan en su momento exacto, y eso pasó con París, Texas. A mí me ha ocurrido un par de veces más, con Cielo sobre Berlín y Buena Vista Social Club. Llámalo destino, suerte, como quieras… Harry Dean Stanton estaba en su momento perfecto, era el primer guion de Sam Shepard… Nastassja Kinski estaba en el culmen de su carrera, y Ry Cooder [responsable de su banda sonora] estaba dispuesto a demostrar su valía. Yo lo único que podía hacer era no cagarla, y lo logré”.
Hoy, París, Texas es indiscutible. Arrastra una legión de fans. Pero, en 1984, tras ganar la Palma de Oro, no tuvo eco en Estados Unidos. Wenders también tiene respuesta: “Fue comprada para Estados Unidos por Twentieth Century Fox y prepararon un lanzamiento inteligente, con el objetivo incluso de lograr varios Oscars, sobre todo pensando en Harry Dean Stanton. Y en tres semanas cambió desde la cúpula directiva hasta el recepcionista. Los nuevos ejecutivos no querían saber nada de las intenciones de los anteriores, y no hicieron ni una proyección para los académicos. Ni pusieron un anuncio. A Harry le rompieron el corazón”. Stanton, que hasta canta en la película un tema propio, que siguió trabajando hasta su muerte con 91 años. Rostro y mirada acuosa como ha habido pocos en el cine: esa es la cara de la melancolía. Gregorio Belinchón
París, Texas. Wim Wenders. 1984.