Mostrando entradas con la etiqueta Isaak Bábel. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Isaak Bábel. Mostrar todas las entradas

martes, 8 de marzo de 2022

Casa de citas / Antonio Muñoz Molina / Las gafas de Bábel

 




Antonio Muñoz Molina
LAS GAFAS DE BÁBEL

A Isaac Bábel, que era un judío pequeño, desmañado, muy miope, gordito, un funcionario de la policía secreta o un carcelero de la Lubianka le quitó las gafas y se las pisoteó, dejándolo medio ciego e inválido hasta el día de 1940 en que lo fusilaron, después de semanas de interrogatorios y torturas. Lo habían encarcelado, le habían arrebatado lo único que tenía, quince carpetas con manuscritos de cuentos y cuadernos de diarios que desaparecieron para siempre. Pero no les bastaba con quitárselo todo: también tenían que romperle las gafas, tal vez para consumar así un agravio escolar, la burla inveterada del grandullón soberbio, la humillación del cuatro ojos que al quedarse sin gafas se queda aún más perdido y frágil en el mundo. Las gafas de Bábel, tan imposibles de hallar como sus manuscritos, pertenecen a la arqueología de los horrores sepultados del siglo, pero que ahora nos acordemos de ellas es también un indicio menor de restitución. Una gran parte de la obra de Isaac Bábel está perdida, pero en Estados Unidos han vuelto a traducirse todos los relatos que tuvo tiempo de publicar antes de que lo callaran y lo mataran, y también el diario que escribió en 1920, mientras era corresponsal de guerra en un regimiento de cosacos, un gordito con gafas que apenas sabía sostenerse encima de un caballo y era víctima frecuente de las bromas crueles de sus compañeros de armas.


Casa de citas / Isaak Bábel interrogado por los camaradas

 


ACTA DEL INTERROGATORIO DEL DETENIDO I.E. BÁBEL

DÍAS 29, 30 Y 31 DE MAYO DE 1939

BIOGRAFÍA


Pregunta. Ha sido usted detenido por sus actividades antisoviéticas y por traición. ¿Se considera culpable de estos cargos?

Respuesta. No, no me considero culpable.

P. ¿Cómo hay que considerar su declaración de inocencia ante la evidencia de su detención?

R. Creo que mi detención es fruto de una fatal confluencia de circunstancias y la consecuencia de mi esterilidad creadora, que ha hecho que en los últimos años no se haya publicado ninguna obra mía suficientemente destacada, lo que bajo las normas soviéticas puede considerarse como sabotaje y abandono de la escritura.

P. ¿Quiere decir que ha sido detenido por ser escritor? ¿No le parece a usted que esta explicación de arresto es harto ingenua?

R. Tiene razón, por supuesto, no es normal detener a un escritor por su inactividad y su esterilidad.


Vitali Shentalinski
La palabra arrestada
Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2018, p. 24

***

Dice Shentalinski en La palabra arrestada: "Finalmente el 29 de mayo Bábel fue conducido ante los instructores del caso, Shvartsman y Kuleshov. Durante tres días y tres noches seguidas no le dejaron un solo instante de paz, hasta arrancarle una confesión. La faena era dura, pero se trataba de expertos consumados, que iban trabajando por turnos para tomarse los necesarios descansos. Fueron sin duda los días más terribles de la vida de Bábel." (Pag. 25)

"Sólo podemos suponer cómo se desarrolló en realidad este interrogatorio. El resultado lo tenemos ante nuestros ojos: el acta manipulada por los instructores, en el que auténtico Bábel sólo da signos de presencia con su firma al pie de cada página. Lo que nos deja estupefactos es el falso principio del interrogatorio, donde el propio acusado debe argumentar el motivo de su detención y demostrar su culpabilidad. ¡En esto estriba precisamente la originalidad de la justicia soviética! " (Pag. 25)

"¿Qué culpa pesa sobre él? El único crimen que está dispuesto a reconocer es su esterilidad creadora, aunque no sea verdad: publicaba poco, pero es evidente que, por el número de manuscritos que le confiscaron, escribía mucho. No se manifestaba en contra del poder soviético; sólo servía a su genio, a su vocación, ante todo era un artista. Pero para el régimen eso ya suponía una traición y un delito." (Pag. 25)


Vitali Shentalinski
La palabra arrestada
Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2018   

                                                                                                                                                                                                                                

                           




Casa de citas / Testimonio de la esposa de Isaak Bábel / El informante

 





Testimonio de la esposa de Isaac Bábel
EL INFORMANTE


Un año antes del arresto, llegué una noche de mi trabajo y Babel me presentó en casa a Y.E. Elsberg, diciendo que trabajaba para Kamenev en la editorial Akademya. Me sorprendió la gentileza de Elsberg: bastaba que yo dijera al pasar que se había arruinado un enchufe para que al día siguiente mandara a un electricista. Cuando Babel comentó que me gustaba el teatro, Elsberg me llevó al Bolshoi a ver una puesta de Iván Susanin, pero me dejó sola en el palco en el primer acto y apareció cerca del final con una bolsa de naranjas. Los amigos habían prevenido a Babel que Elsberg quizás había sido asignado para vigilarlo, pero luego del arresto fue uno de los pocos que siguió viniendo al departamento, con una bolsa de té o libros para Lida. Nunca preguntó nada y nunca hizo el menor intento de derivar la conversación hacia la política. Luego vino la guerra y no lo vi más. Cuando, mucho después, comenzó la “rehabilitación”, se habló mucho del rol de Elsberg durante aquellos años. Una comisión especial se formó para analizar su participación en el arresto de varios escritores. Por supuesto, era una asignación confidencial, pero igual se supo, cuando Elsberg fue expulsado de la Unión de Escritores. Todos supusieron que se levantarían cargos contra él, pero las autoridades no lo permitieron. Por esa época, un día me lo crucé en el Instituto de Literatura. Tenía un aspecto tan miserable cuando me miró, rogándome que le devolviera el saludo, que no pude menos que inclinar la cabeza en su dirección, pero fui incapaz de detenerme.

Fragmentos extraídos de At His Side. The last years of Isaak Babel by A.N. Pirozhkov, traducido del ruso al inglés por la Steerforth Press, de Vermont, en 1998. Traducción: JF






Casa de citas / Sophie Benech / Bábel

 

Isaak Bábel


Sophie Benech
BABEL
Isaac Babel es un gran escritor, existía por y para la literatura, escribir era su pasión y su razón de vivir.

Isaac Babel

BABEL
Par Sophie Benech
Isaac Babel est un grand écrivain, il existait par et pour la littérature, écrire était sa passion et sa raison de vivre.




lunes, 7 de marzo de 2022

Casa de citas / George Saunders / Isaak Bábel

 

Isaak Bábel


George Sauders
ISAAK BÁBEL
Hay un escritor ruso llamado Isaac Babel que me encanta. Puedo entrar en cualquier parte de sus obras, leer unas cuantas páginas y decir: "Oh, sí, el lenguaje". Es casi como si estuvieras afinando una guitarra y escucharas una muy bien afinada y dijeras, Sí, eso es lo que queremos. Queremos algo así de perfecto. Cuando lo leo, me recalibra el oído. Me recuerda la diferencia entre una frase aceptable y una frase realmente magistral. Isaac Babel lo hace por mí.



ISAAC BABEL
by George Saunders

There's a Russian writer named Isaac Babel that I love. I can drop in anywhere in his works, read a few pages, and go, Oh yeah, language. It's almost like if you were tuning a guitar and you heard a beautifully tuned one and you say, Yeah, that's what we want. We want something that perfect. When I read him, it recalibrates my ear. It reminds me of the difference between an OK sentence and a really masterful sentence. Isaac Babel does it for me.


Interview with George Saunders







viernes, 4 de marzo de 2022

Triunfo Arciniegas / Isaak Bábel, el escritor ucraniano fusilado por orden del camarada Stalin







(Esta es la orden de muerte del escritor ucraniano autorizada por el camarada Stalin. Babel es el número 12 de un total de 346. Para el feroz apetito del déspota, una lista breve, por supuesto.)


Triunfo Arciniegas

ISAAK BÁBEL
EL ESCRITOR UCRANIANO FUSILADO POR ORDEN DEL CAMARADA STALIN

Isaak Immanuílovich Bábel nació bajo la dictadura del zar Nicolás (Odessa, 1894), y murió a los 45 años (Moscú, 1940) bajo otra dictadura aun más terrible, la del camarada Josef Stalin, el mayor genocida de la historia.

Sobrevivió a la matanza de 400 judíos ordenada por el zar en 1905 y a los delirios de la sangrienta Revolución de 1917, pero no a las purgas de Stalin.

GORKI Y UN SÓTANO DE LA CALLE PUSHKIN

Se arriesgó a vivir en Petersburgo, que antes había sido Petrogrado, y aún no era Stalingrado ni Leningrado, diversos nombres para una de las ciudades más bellas y lastimadas del mundo, pese a que no tenía el permiso de residencia que se le exigía a los judíos, y allí conoció a Maximo Gorki, uno de sus ángeles de la guarda y por entonces el escritor más prestigioso de su época, amigo íntimo de Lenín y autor de trescientas veinticinco obras literarias y cerca de mil artículos periodísticos, según datos del mismo Bábel.

Era el año 1916. Bábel, políglota, además del ruso y el hebreo, ya dominaba el francés y luego sumaría a la lista el inglés y el alemán y posiblemente el italiano. A los quince años escribía cuentos en francés y traducía a Maupassant. Rusia estaba en guerra con Alemania desde el verano del catorce. Babel vivía en un sótano de la calle Pushkin, en la casa de un camarero borracho, y se las ingeniaba para esquivar a la policía. La misma condición de judío le había impedido ingresar a la Universidad.
Había sufrido numerosos rechazos y había rechazado el consejo de buscar empleo en una tienda, cuando un martes se atrevió a visitar a Gorki con sus manuscritos.Y el viernes siguiente lo recibió con la noticia de que le publicarįa dos relatos. Le advirtió que el camino del escritor estaba sembrado de clavos y debía recorrerse descalzo. Y añadió, muy dramático, por cierto: "La sangre manará de tus pies, cada año en mayor abundancia".
Gorki, además, lo envió por el mundo durante siete años, de 1917 a 1924. "En este tiempo, fui soldado en el frente rumano, luego serví en la Checa, en el Comisario del Pueblo de Instrucción Pública, en las expediciones de abastos del año 1918, en el Ejército del Norte contra Yudénich, en el Primer Ejército de Caballería y en el Comité Provincial de Odessa; fui jefe de Producción en la Séptima tipografía soviética de Odessa, reportero en Petersburgo y en Tiflis, etc. Y sólo en 1923 aprendí a expresar mis pensamientos con claridad y din femasiada extensión. Entonces me puse de nuevo a escribir "


LA PERSISTENCIA DEL DESTINO

El trágico destino de Bábel parecía escrito. Pudo eludirlo, pudo morir de viejo en París, pero la sangre y la tierra fueron más fuertes. Perdió dos últimas y preciosas oportunidades, en 1932 y 1935. El 16 de junio de 1936 murió Gorki y la suerte de Bábel se acabó.

Como Boris Pasternak, el famoso poeta que escribió "El doctor Zhivago", otro habitante de Peredélkino y futuro premio Nobel, pero por desgracia sin las dos poderosas palabras del tirano, "no tocar', Babel eligió seguir en Rusia, porque, «a pesar de todos los inconvenientes, me siento bien en mi país natal. Aquí se vive pobremente, y en muchas cosas es triste, pero es mi material, mi lengua, mis intereses". Escribía lenta y dolorosamente y nadie lo consideraría un escritor prolífico a pesar de las más de mil páginas suyas que recién ha publicado la editorial española Páginas de Espuma. La posteridad parece empeñada en considerarlo el autor de "Caballería Roja" y "Los cuentos de Odessa". Magnífico cuentista, en todo caso. Y aunque expresó que "después de cada cuento envejezco varios años", gracias a esas páginas se mantiene con vida entre nosotros. En breves textos y a manera de diarios, escribió sus impresiones sobre Paris, y en sus cartas habló de Italia."Y he aquí que nuestro tren penetró en la estación del Norte de París. Saltamos al andén y experimentamos algo así como una desilusión: suciedad, ruido, falta aparente de orden..." Y luego añade: "Ni brillo especial, ni enormes edificios. Una ciudad antigua y mal distribuida. Junto a los amplios y resplandecientes bulevares, estrechas callejuelas, callejones sin salida y un retumbante y desordenado tránsito". Pero luego empezarįa la magia.

El crítico Alexánder Voronski, otra víctima de Stalin, destacó que uno de los grandes méritos de Bábel era su capacidad de narrar desde el silencio. Con el triunfo de la Revolución, los artistas guardaron en el el cajón las inclinaciones vanguardistas para ponerse al servicio del nuevo estado totalitario. Por su propio bien debían andar con paso fino por los tediosos senderos del realismo socialista, pero la retrógada tarea sólo era posible para los borregos. Así que las puertas se le cerraron una tras otra al "Maupassant judío de Odessa", que combatió los acosos del hambre escribiendo para el cine.

ARRESTO Y MUERTE

Por orden de Stalin, que siempre lo tuvo en la mira y conocía sus lazos de amistad con Gide y Malraux, el 15 de mayo de 1939 Isaak Bábel fue arrestado en su dacha de Peredélkino, en las afueras de Moscú, y el 26 de enero de 1940 fue llamado a juicio. Negó los cargos y sólo pidió que lo dejaran seguir escribiendo. En medio del terror, me imagino el asco del escritor por la típica 'autocrítica' a la someten los Estados Totalitarios a los espíritus libres. El primero de septiembre del año anterior, cuando la suerte ya estaba echada, Bábel había escrito al espantoso Beria: "La Revolución me reveló el camino de la creación, un camino de trabajo feliz y útil. El individualismo, enraizado en mí, mis erróneas opiniones literarias, la influencia de los troskistas, en la cual caí a comienzos de mi labor literaria, me hicieron desviarme de ese camino". Uno pensaría que Bábel todavía se revuelca en su tumba por estas nefastas palabras, pero no. No hay tumba.

Los jueces se retiraron para cumplir con la farsa de las deliberaciones y al rato volvieron con la sentencia de muerte. Aclararon, como si fuese necesario, que la decisión era inapelable. Bábel murió fusilado al día siguiente. Fue el número 12 de una lista de 346 enemigos del pueblo firmada por Stalin. Una lista breve para el feroz apetito del déspota.

Aparte de los verdugos, nadie se enteró. No se divulgó ninguna noticia. Ni siquiera su esposa, Antonina Nikolaievna, fue notificada. Creyó que su marido seguía detenido y mantuvo la esperanza de su liberación.

La obra del escritor que no se sometió al sistema fue prohibida en todas las repúblicas soviéticas. Los manuscritos, confiscados por la policía en Peredélkino, desaparecieron.

Aunque parezca increíble, en 1947 Antonina Nikolaievna recibió la noticia de que posiblemente dejarían en libertad a Bábell. Reparó la casa con el poder de la ilusión y arregló sus ropas para que el escritor encontrara un hogar bello y cálido. Sólo después de la muerte de Stalin, en 1953, cuando Antonina pidió su libertad, le informaron que había sido fusilado trece años antes.
Durante el proceso de denuncias de los crímenes cometidos por Stalin iniciado por Nikita Jruschov, Bábel fue "rehabilitado" y la condena a muerte "anulada" el 18 de diciembre de 1954.


3 de marzo de 2021


martes, 22 de febrero de 2022

Casa de citas / Ehrenburg / Isaak Bábel

Isaak Bábel


Iliá Ehrenburg
ISAAK BÁBEL

BIOGRAFÍA

Por su aspecto externo era lo menos parecido a un escritor. En su artículo «El principio», cuenta que al llegar por primera vez a Petersburgo (tenía entonces veintidós años) alquiló una habitación en el piso de un ingeniero. Después de contemplar atentamente al nuevo inquilino, el ingeniero ordenó cerrar con llave la puerta de la habitación de Bábel, que daba al comedor, y sacar del vestíbulo los abrigos y chanclos. Veinte años más tarde, Bábel se instaló en el piso de una francesa anciana en el arrabal parisino de Neuilly; la casera le encerraba por la noche, temerosa de que la degollara. Y no había nada terrible en la figura de Isaak Emmanuilovich. Sencillamente, intrigaba a muchas personas: sabe Dios qué hombre será éste y cuáles deben ser sus ocupaciones…

Iliá Ehrenburg
Gentes, años vida