aSOMBRAda

Se reía de su sombra porque era lo más divertido que encontró.

Cuando se convirtió en un problema terminó por llorar.

Me pregunto...

Me pregunto si alguien ha visto mi sentido de la creatividad, lo llevaba puesto y ahora no lo encuentro.

Ana Obregón

Permítanme que sea hoy una crítica, hay cosas que no se pueden aguantar por más tiempo.
El complejo de Peter Pan en mujeres tiene un nombre, el complejo de Ana Obregón. Bueno, mejor dicho, ella no tiene complejo alguno. Se viste adecuadamente a la edad de una treintañera con mentalidad de adolescente eterna. Su cara huele a quirófano y a sala de espera de policlínica donde acumulas puntos por cada botox que te inyectan. Por mucho que te empeñes en mal usar el photoshop, no se te ocurra posar al lado de uno tuyo ya que corres el riesgo de parecer que eres tu propia madre. Por muchísimo que te aferres a la eterna juventud mediante inyecciones, liposucciones, abdominoplastias, liftings varios y prótesis mamarias tus brazos y piernas seguirán su curso evolutivo. No pretendas sacar de donde no hay.
Creanme, si alguna amiga mía me dice que ha escrito 28 diarios (algún jovencito no sabrá lo que es eso) la ingresaré ipso facto en un psiquiátrico y acto seguido me iría corriendo como alma que lleva el diablo en dirección contraria. No todo el mundo ha estado enamorado de ti hasta las trancas. Nadie iba a dejar su principado por ti, ni Spielberg te daría un papel en alguna película suya. No se puede ser Antoñita la fantástica pasada por el photoshop sin tener algún efecto secundario.

Someone like you

Quiero aclarar, ante todo, que no soy una experta musical. Sí que me gusta la música.
No sé por qué algunos temas musicales se convierten en un himno ante todo el mundo. Un tema, simple, normal, del montón. Sin muchos arreglos, soporífero, que acongoja al oírlo, que si estás bajo de ánimo hace que te pongas peor. Una verdadero suplicio.
Esa es la canción de la que hablo. Cuya letra lo dice todo. Parece que no hay nada peor en este mucho que un chico te abandone. Te tienes que estar lamentando todo el santo tiempo. Te tiene que durar el duelo casi toda la vida. Además haces una canción de ello. Y ahora, viendo el vídeo, entiendo por qué ha tenido tanto éxito. Adele termina llorando, los que están ahí son igual que ella. Han sufrido en sus carnes el destierro del amor y los treintañeros ( y los que no lo son tanto) ya tienen un himno al desamor.
Odio esta canción profundamente. Dicen que es la reina del Soul. Pero, yo, que soy una inculta musical creo que el Soul es otra cosa.

Sujetadores

Lo que unas ( o unos) tardan media milésima de segundo en quitar otras tardan más de una hora en decidirse a comprarlo.
Comprar un sujetador es una verdadera odisea, y en invierno...ni hablemos. Tienes que elegir entre los que están de oferta o no, entre el negro o no, entre el que se le pueden quitar las tirantas o no, entre el que se le quitan las tirantas y te las puedes poner cruzadas o no, entre los que llevan como complemento tirantas invisibles, entre los que tienen relleno o no, entre los que tienen el alambre en la base o no, entre los deportivos, entre los de encaje, entre los que están allí pero no encuentras la braga a juego...
Las tallas...ay mi amol...eso sí que es una prueba que los cardiólogos deberían usar para saber si te puede dar un infarto en cuestión de minutos.
Todo parece fácil. Debes encontrar la combinación exacta y justa que haga que tus "lolas" se encuentren bien y que te favorezcan. Que la ley de la gravedad para TODAS es muy mala. Todo eso es un número de 2 cifras y una letra que le sigue. 95 C (por decir algo) Contorno de espalda y volumen de las lolas.
Ahora viene lo mejor: vestuario lleno de mujeres desesperadas por encontrar el milagro. Todas llevamos miles de sujetadores para probarnos, la que lo consiga a la primera le regalan hacer la portada del Interviú (ay, Terelu que te hemos pillao). En invierno es una odisea. Quitatelo todo, todo, y empieza a probarte. Las alarmas que llevan puesta las pone un hijoputa misógino. Siempre se te clavan y no puedes abrocharte.
Podría estar aquí siete horas y veintinueve noches...y sin embargo estuve hora y media para comprarme un conjunto la mar de mono.
Abstenerse cardíacos para ver el vídeo

No soporto a Antonio Resines (2)

No quiero ser mala...
Sólo bruja...
No se ría...no se ría...de la bruja avería...

Mírame al ojo derecho, niña

Dicen que el respeto es algo que se mama y que se esfuerza uno por demostrar. No me gusta que se trate a la gente con la falta del mismo porque sí. O, peor aún, porque la manera de pensar de otra persona no sólo es diferente: es porque debe ser esa y no otra. No habiendo margen para el error.
Pero una tiene una edad, unos principios, un cuerpo y una mente hechos a base de días vividos.
Yo voy donde quiero, donde soy gratamente recibida y donde me gusta descubrir cosas.
Respeto lo que hagan los demás si eso me agrada. Intento ser la más tolerante y abrirme a diferentes mundos. Me sumerjo en ellos con muchísimo cariño.
Pero no permito que no se me respete. Ni a mí ni a quien me rodea. Ni a mi tiempo ni a mis gustos. Ni a mis esfuerzos ni a mis placeres. Ni a los que dejo atrás por hacerlo ni a lo que tengo delante para hacerlo.
No.
Así que, a partir de ahora, haré un mutis por el foro sobre ciertas cosas.
Me tomaré la vida de otra manera y así, me respetaré.
Y ¿sabéis por qué? Porque no soy perfecta y a mucha honra.

Metro: porción de pánico

Confieso, como Satie, que tengo pánico a volar. Yo, lo disimulo peor.
El pánico puede apoderarse de nosotros cuando no tenemos las riendas de algo.
Lo mismo nos puede pasar cuando nos subimos en el Metro, algo muy cotidiano en ciertas ciudades. Algo que es más habitual que volar para algunas personas.
Parense a pensar: nos montamos en una máquina que no controlamos, que está atestada de gente diversa que va cambiando de parada o vagón, que puede llevar armas ya que no pasan un control como en los aeropuertos...
Dicha máquina acelera enormemente en poco tiempo. Alcanza una velocidad y en cuestión de segundos debe ir frenando para hacer las paradas. Así una y otra vez multiplicando las probabilidades de desastre.
Estás bajo tierra constantemente. Alguien se puede tirar a las vías o ser tirados en ella, pudiendo provocar un accidente...
En fin. A mí no me gusta volar. Pero el Metro me encanta.
¿A ti no?
Os presento a Metronomy, un descubrimiento.

Arqueofarmacología

Recogido de El Periódico del Guadalete, 26 de enero de 1883.
Observen con qué se pretendía curar el asma en aquella época, (picar para ver).



Digo yo que los cigarros indios esos debían tener algún tipo de aliño ¿no?
Si buceáis por internet podréis ver porqué los usuarios de esos puros se ponían tan contentos.

No soporto a Antonio Resines

No es que yo sea una experta en algo tan difícil como el mundo de la interpretación.
Pero Satie tiene la mala costumbre de aconsejarme ver unas películas y unas series muy buenas. Yo, que soy buena también, le intento hacer caso en todo lo posible. Es la ventaja de vivir con alguien que tiene un buen nivel cinéfilo.
Una de mis series favoritas antiguas es Cheers. Ahora me entero que se van a atrever a hacer una adaptación y, claro, tenemos que ser lo españoles los que nos atrevamos a hacerlo. Y tiene que estar Antonio Resines (el que tiene la misma cara haciendo cualquier personaje y que tartamudea de manera infame en dichos papeles) haciendo el papel de Frasier.
Voy a por una botella de lejía para ahogar las penas.
No le doy ni tres episodios.

Profesiones de riesgo

Cuando ya no sirves ni para "majar esparto"...conviértete en DIYEI...
http://www.hola.com/famosos/2011072853852/famosos-djs/
Nota aclaratoria: me refiero a los famosos que antes de dedicarse a esto le pedían dinero a papi a diestro y siniestro.

Shut up

Después de un día agotador...
De tener que hacerme las uñas. Limpiarme el culo, yo sola. Estornudar una vez por culpa de la naturaleza tan mala que tenemos en primavera. De tener que decidir qué armario de qué casa de las que tengo voy a hacer abrir para coger un bolso que me pondré una sola vez. De tener que chillarle a la pava de extranjera que le pago dos mierdas para aguantar a los imbéciles de mis hijos. De tener que ir al desfile de Donatella Versace y gastarme la friolera de 300.ooo dólares en dos trapitos. De bajarme las bragas para volver a hacer "pis" ¡Qué ordinariez! La próxima vez me pondré una sonda vesical con cristales de Swaroski para no tener que tocar mis bragas de Dolce & Gabanna...
Mira, Mari...tú estás chalá. Como dice la canción...chalá...chalá...chalá...

Gary Low

No sé por qué me he acordado de Gary Low. Lo que sí sé es que lo bailé hasta la extenuación y...me gustaba. Eso sí, nunca lo veía. Bailaba en discotecas o fiestas privadas donde alguien se encargaba de poner el tocata en esas tardes-noches de verano.
Ahora que lo veo, que me detengo en verlo, que me doy cuenta de que Gary gusta más de cremas y grititos que yo misma...he de decir que NO TENGO PALABRAS. Bien podría pasar por otro integrante de los Village People que faltaba, el elegante. Malditos 80.



Tú sí que eres un peligro, Gary.



Enga, yo también te quiero a tí.

Lobos

Qué empalago de famosos y famoseo. No hay fiesta de bien, desfile de moda o rastrillo (para acallar la conciencia) que no estén los mismos y las mismas de siempre. Qué cansino, qué de sonrisas milimétricamente idénticas con las del sarao anterior. Ya van a la fiesta de cumpleaños de MARIPURIDELOSPALOTES a la petición de mano (me horroriza dicha frase) de JOHANESBURGOSPORPAPÁ o a la puesta de largo ( más me horroriza ésta) de CORTITADELUCESPORMAMÁ.
Dejarse ya de tanta tontería, de tanto HOLA y adiós, de tanto DIEZ MINUTOS y ni uno más, de tanta SEMANA larga...
En fin. Este ganao sí que sabe lo que es la vida. No nosotros, que mañana tendremos que volver a levantarnos antes de las 7 de la mañana a currar LOS QUE SEAMOS AFORTUNADOS.
Pero mientras permítanme una licencia:TURURÚ.

La parada de los monstruos

El programa Sálvame diario es una verdadera jauría humana. No sólo porque mientras están sentandos despellejandose los unos a los otros se están también comiendo a carrillo lleno todas las viandas que el público lleva. Ah...qué tiempos aquellos en que era al público al que había que dar de comer para que aguantara semejante tipo de programa.
Entre sus colaboradores siempre cuentan con algún miembro de familia o conocido de algún famoso del que siempre hay carnaza. Dícese de gente como Jesulín, la Pantoja, Rocio Jurado (pobrecita mía si levantaras la cabeza) y más. Así siempre va a haber algún implicado directo que diga: " Sé de fuentes muy cercanas que..."
Como ya no tienen nada de qué despotricar de los famosos, de los que se acuestan con famosos, de los que traicionan a los famosos o de los que se creen famosos...ahora tienen una nueva modalidad: ELLOS.
Hacen un guión buenísimo, unos tienen que estar enfadados con los otros. Hay una que siempre va de loca y estrafalaria (sí, la Karmele) y es el caldo de cultivo de las burlas de los demás ¿compañeros?. Ahora me enfado y yo me levanto del sillón y me voy al cuarto baño, eso sí, con la cámara detrás mía para ver qué hago. Y el Jorge Javier también detrás para meter cizaña.
Ahora se han inventado otro sub-programa titulado La caja. Música de tristeza y de pena. Nada más que suena la dichosa música todos dejan de chillar y obedientemente (por orden del guionista) se ponen serios y con ojos de ser muy sofisticados emocionalmente. En dicho programa te putean con historias anteriores o actuales de la vida privada del colaborador. Lo que yo digo...LA PARADA DE LOS MONSTRUOS.
(La fotografía es el cartel de la película que da nombre al post ¿Os suena de algo la palabra friki?)

Torturas medievales

Acostado en la mesilla del quirófano con un gotero en el brazo, desnudo de cintura para abajo, con un brazalete que te aprieta el brazo cada equis tiempo hasta casi exprimírtelo. Con una aguja clavada en el puño y múltiples focos encima deslumbrándote. Esperando que llegue alguien para introducirte un tubo largo por el ano y poder ver lo que ocurre dentro de tus intestinos que han estado evacuando de forma ininterrumpida durante más de diez horas.
En esta situación, pensaba en lo feliz que se hubiera sentido Torquemada y compañía si hubieran existido por aquella época las colonoscopias.

El Rubio ya no baila

Al tener dos hijos ya adolescentes una no sólo vive con ellos también ve algunos programas que a ellos les encanta como Fama a bailar. He de reconocer que no lo veo mucho por mis horarios laborables pero ayer me quedé una "mijita" asombrada por uno de los ex-concursantes apellidado Rubio.
Rubio es rubio, con cara de "alelao", con un flequillo que no le deja ver más allá de la visera del gorro tan estrafalario que lleva puesto, con una vestimenta que no me pondría ni para carnavales, vamos...como todos los que están en el programa en cuestión. Lo que le diferencia es que está más "alelao" de lo normal, el flequillo es mucho más largo de lo habitual y la visera de su gorro es descontroladamente más grande de lo usual.
Rubio ha sido grosero, pasota, mentiroso, irrespetuoso, provocador, cansino...Y, claro, los profes de allí no le han aguantado más de lo necesario. Cosa rara porque ahora "vende" todo lo que sea provocación. Pero ya Lola está cansada de bregar con tanto niñato que se pasa por el forro de los calzoncillos ( no quiero ni pensar cuánto tiempo pasa sin cambiarselos) el trabajo de ella y de los demás.
Rubio ya es ex-consursante de Fama. Rubio es un "pringao" con cara de "pringao". Rubio tiene 18 años pero de nada le valen.
El Rubio ya no baila...¿qué hará ahora?
Despotricar en programas su paso por Fama...Y si no, al tiempo.

Juegos de mesa

Llegadas estas fechas nuestros buzones se llenan de catálogos de centros comerciales para decidir qué juguetes pedir a los Reyes Magos.
De siempre me ha gustado ver los juegos de mesa. Y lo que más...ver qué nombres tienen.
Están los clásicos:
¿Quién es quién?: ¿Y tú lo sabes?
Hundir la flota: A por el flotador.
Y luego están todos los demás:
Batalla de cucarachas: como vea una en la cocina seguro que gana ella.
Martín,corre-corre: Que te pillo.
El primero de la clase: o sea, el empollón que nadie puede ver.
Goco lui: uno que se saca los gocos(mocos)
Baja la tapa:sí,la del cuarto baño.
¿Quién es el más burro?:me lo pones a huevo.
El juego de las marcas: ya mi niño va a saber qué zapatillas caras me puede pedir.
Ni sí ni no: todo lo contrario.
Adivina lo que soy: otra vez me lo pones a huevo.
¿Sabes en qué estoy pensando?: en dejar este post porque no pararía nunca...
Todos los nombres de juego que he puesto existen de verdad.

Abur, Carrefour

Haciendo la compra mensual desde Carrefour online, un martes. Qué tranquilidad, te traen la compra a casa y sólo pagas unos pocos euros por ello. Con lo que me cuesta ir, estoy dispuesto a sacrificar un par de cañas si me ahorran el trance.
El viernes llega la compra, la compruebo y requete compruebo, todo en orden, no parece haber problemas. Sin embargo, algo me dice que hay truco encerrado. Me da por ver la lista de la compra que se ha quedado archivada en la web y, sorpresa, en ese momento, esa misma compra, (tres días después) ha cambiado en cerca de tres euros. Ahora es más barata. Llamo para preguntar si es que los precios han variado casi un 3% en un par de días y me dicen que es un error de la página, que me reembolsarán la diferencia...
No me creo nada, qué casualidad que todos los precios han variado para reducirse y justo acabada de hacer la compra. Claro que yo no comprobé en el mail de confirmación de la compra si los precios eran los mismos que vi en su página porque si no diría que me los cambiaron justo al confirmar el pedido. A veces, me pregunto si tenemos cara de tonto o directamente lo somos para ellos.

La Ratonera

Hace tiempo que quería ver esta obra de Agatha Christie, La Ratonera. No la había leído y no sabía de qué iba. Tuve la oportunidad de verla hace poco en Madrid.
Bajo la dirección de Victor Conde trabajan en ella: Maria Castro, Manuel Baqueiro, Guillermo Barrientos, Paco Churruca, Aroa Gimeno, Álvaro Roig, Guillermo Muñoz y Maribel Ripoll.
Lo único que me gustó fueron los primeros segundos de la obra (genial cuando se abre el telón) y los últimos minutos (donde se descubre la trama)
Una obra de teatro debe protagonizarse, según mi humilde opinión, por actores que no salgan en series de televisión. De pronto te evades de la obra, ya que son malos actores y consiguen que te imagines Amar en tiempos revueltos en la época de Sin tetas no hay paraíso. La interpretación, en general, floja. Cada uno iba por su lado. Los únicos momentos con agarre eran cuando salía Paco Churruca (que también me lo imaginaba en La Tira) pero que su buen hacer como actor lograba que no me evadiera tanto.
Es la primera vez que un sopor enorme me invade en una sala de teatro. Tiene mandanga pagar 20 euros para que te entre el sueño. Y en dos ocasiones creí estar drogada y no poder abrir los ojos.
La dirección brilla por su ausencia. Un mal trabajo, creo yo. Ya que una maravillosa obra de misterio no puede ser como ver la actuación mala de fin de curso de unos chicos que están empezando.
Lo único que saqué en claro era el título de la obra. Todos los que estuvimos en la sala entramos en una ratonera...ya no había salida.