Otra de cine. Un clásico que yo nunca he visto hasta hace un par de días. Mi incultura cinéfila hasta ahora no tiene perdón. Pero confieso que es que yo nunca quería ver dicha película: Siete novias para siete hermanos. No me llamaba la atención nada el título. Yo decía, vale, ya sé de qué va y cómo va a terminar. El caso, es que ésto es como todo. Hay que probarlo para poder opinar. Como pasa con la comida, que no puedes decir no me gusta sin haberlo comido. El caso es que la vi. Y la temática me gustó: el machismo y el que si no encuentras una mujer encontrarás a otra. Lo dan por hecho.
Película de 1954 dirigida por Stanley Donen. Sus protagonistas son Howard Keel, Jane Powell, Jeff Richards y Russ Tamblyn. Todo se desarrolla en las montañas de Oregón donde vive aislado Adam Pontabee y sus seis rudos hermanos leñadores. Un día baja a la ciudad a por provisiones y regresa con ellas y con una esposa que no sabe lo que le espera. Los demás intentarán conseguir compañera y tendrán que mejorar sus modales.
Musical con coreografías con sentido del ritmo y buen humor. Todo ello centrado en el enfrentamiento sexual y algunas pautas de costumbrismo familiar. Hay una secuencia de baile con acrobacias casi circenses que se da en el duelo que hay entre los hermanos leñadores y los chicos de la ciudad. Yo disfruté mucho. Más que nada cuando las chicas se hacen de rogar...Disfrutar si la veis por primera vez y si ya la habéis visto, a recordar de nuevo.
