Alguna que otra vez me han dicho, no creo en los psicólogos y yo respondo invariablemente, yo tampoco. Tiene gracia que esto lo diga un psicólogo y además parece contradictorio, pero no lo es. Yo no creo en los psicólogos en general, como tampoco creo en los médicos en general. Creo en una persona que es psicólogo y hace su trabajo de una determinada manera o en un médico en particular, que hace su trabajo de una forma muy concreta. Por eso odio a los periodistas o peor, psicólogos, que escriben en las revistas dando consejos por aquí y allá. Teniendo siempre la verdad en la pluma y creyendo conocer las soluciones a todos los males ajenos (raras veces a los propios).
Pero lo que más me cabrea es que no son más que obviedades, cosas que todos conocemos e intentamos llevar a la práctica, pero que en realidad, son casi imposibles de realizar. Así, cada vez que leo, sé feliz, no te preocupes por los problemas o haz una lista de las cosas que...(cada uno imagine) cierro la revista o paso rápidamente las páginas.