... ha empezado la temporada de texto de verdad y ya he recibido la primera amenaza.
- Como no me traigas el libro antes de que empiece el curso te acordarás de mí, ¿me oyes? Te acordarás.
Y es que no llevar un cuadernito el primer día de P3 marca a cualquiera para toda la vida. Es un estigma que el pobre crío no podrá quitarse de encima y lo perseguirá siempre. Nada de una buena carrera, nada de conocer el amor verdadero más allá de la barra del bar y una mamada de tres euros. No llevar el cuadernito de lectoescritura del tercer trimestre el primer día de clase convierte a cualquiera de forma inmediata en un fracasado con muchas posibilidades de no aprender a atarse el botón de los pantalones en la puta vida.
... se me ha caído el teléfono móvil al suelo y se ha roto. Y, oye, qué descanso más grande es no estar conectado todo el santo día.
... uno de los gatos se cayó por el balcón de casa. Unos doce metros. ¿Resultado? Una pata rota, un poco de daño en el morro y un susto para todos del cagarse. Veterinarios, operaciones, carreras. Al final, el gato bien. Roba, abusa y mangonea como siempre.
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