Pues lo primero de todo, despertarme e ir a hacer un pipí, pero esto a pocos les importa.
Sentarme a leer mientras me tomo el primer café con leche y sobrepasar las 1000 páginas de Guerra y paz. Ahora ya todo es cuesta abajo y espero que los personajes empiecen a ser algo felices. Por mi parte, estoy siendo muy feliz mientras está durando su lectura. Me hace sentir dichoso y pequeñito ante la obra de Tolstoi. Es demasiado grande y hermosa y me cuesta asimilarla toda.
He jugado un par de partidas al Zombie Kidz, un juego de mesa que les han traído con unos días de retraso los Reyes a los nenes.
Un juego muy sencillo y resultón para hacer partidas rápidas y cooperativas. Para niños pequeños es ideal porque se entiende al poco de empezar a jugar y, según la suerte con el dado, la partida es sencilla o se complica en la estrategia. Tanto a Niña Zombie como a Niño Lobo les ha gustado y es uno de esos juegos a los que iremos volviendo de tanto en tanto. Eso sí, para evitar la monotonía tendremos que ir creando nuestras propias reglas.
He visto un par de pelis. A. y los nenes se han ido al monte de excursión y me han dejado en casa con gatos, manta y café. ¿Qué he visto? Un clásico del cine español como Historias de la radio y una película que aun no había visto de uno de mis directores favoritos, Días de gloría del enorme Jacques Tourneaur.
Una película que no es más que un puro ejercicio de propaganda bélica (se rodó en el 44) donde los rusos son majísimos y unos héroes a los que admirar (los nazis provocaron extraños compañeros de cama). El guión es justito, por no decir malo de narices, las interpretaciones bastante acartonadas (Gregory Peck estaba tiernecito en su papel debut en el cine y la actriz protagonista, la bella Tamara Toumanova confunde en una escena seducir con abrir muchos los ojos y las aletas de la nariz), el presupuesto me imagino que era irrisorio, algunos momentos son ridículos, la evolución de los personajes es bastante tonta y los momentos románticos, mal pegados e increíbles, provocan bastante vergüenza ajena.
Pero la dirección de Tourneaur hace que una pequeña película propagandística sea una pequeña joya repleta de detalles y hallazgos. Y eso que el espectador tiene la impresión de que Tourneaur no se la tomó muy en serio. Pero momentos como la representación teatral de Nina, la aparición del nazi en la guarida o la ejecución de unos de los secundarios, que argumentalmente es tonta como ella sola y da origen a uno de esos momentos de vergüenza, pero esta resuelta con elegancia formal. ¿Recomendable? No diría tanto a no ser que seas muy fan del director.
Y estoy sin teléfono móvil. De una mal caída se ha roto la pantalla. No se enciende. Ha muerte y yo tan tranquilo. Ahora estoy en ese punto en el que pienso si me arriesgo a cambiar de compañía y me dejo querer por ofertas. De momento estoy tranquilo y dichoso. Descansado. Leer sin oír ningún pitido, sin consultar, sin depender sin quererlo de un aparato con botones. Vamos, unas verdaderas vacaciones.
El verano del pequeño San John
Hace 5 días