Dos de los libros que más he disfrutado este año.
Muy distintas.
Una historia de amor repleta de cartas que transcurre durante los primeros treinta años del siglo XX y donde discurre la primera guerra mundial, la revolución rusa, la eclosión artística del París del veinte, el exilio. Una novela policíaca ambientada en Wyoming con mucho frío, una venganza, recelos raciales, un protagonista que se refugia en el humor para ocultar todo aquello que le hace daño, un caso muy complicado y una historia de amistad que recuerda a las películas de Hawks y donde el silencio es tan importante como un abrazo.
Dos novelas muy diferentes tanto en origen, como estilo, tono, protagonistas, intención, pero comparten una profunda tristeza y unos personajes que solo quieren escapar del dolor y la soledad ya sea por medio del arte, el amor, la amistad o el la ironía y el sarcasmo.
El verano del pequeño San John
Hace 3 días