A propósito de lo señalado ayer por bcnnow (strange enough) en los foros de los artículos Los niños alemanes - los más pesimistas y El pesimismo de los niños alemanes: una explicación en otro de mis blogs, me gustaría hacerles ver lo siguiente y preguntarles su opinion acerca de lo que planteo.
De partida, yo no tengo pasaporte alemán y no tengo razón alguna para solicitarlo lo que, en mi caso, sería solo un trámite.
Una vive en un país extranjero donde ve –como ocurre en toda sociedad- lo bueno y lo malo. Sorry, pero yo no soy como algunas amigas mías mexicanas que llegaron a Alemania seguras de que “todo es muy padre” y… y se imaginan… como terminaron, así los relatos enlazados en latinas casadas con alemanes
Yo tengo –al igual que Sudaca, autor del segundo de los post que critica duramente bcnnow, alemán residente en Barcelona- derecho y deber, no sólo de alabar todo lo que puede estar bien en Alemania, sino, sobre todo, advertir acerca de lo que está mal. Es lo que se hace en toda sociedad, la autocrítica es elogiable.
Y esto, sin que bcnnow, ni nadie (en realidad, los alemanes de Alemania no lo hacen, al menos los del estrato socio-cultural algo más alto...) nos diga -en una actitud que, en Chile, llamaríamos del picado- “en tu país es peor”. No se trata de comparar países. Se trata de advertir y de llamar la atención, precisamente para mejorar las cosas.
Si no, estamos al nivel de una amiga mexicana cuyo marido (hoy ex-marido, mucho mayor que ella, como ocurre en tantos de estos matrimonios de alemanes con extranjeras) volvía del doctor, por un problema al corazón y le contó que a él, como paciente legal (gesetzlich) y no privado, no le daban un medicamento super bueno, ya que su seguro legal, no se lo pagaba.
Mi amiga solidarizó con él y se quejó: "y así dicen que en Alemania hay igualdad". Al escuchar esta frase, él montó en ira y le gritó: "crees que en México es mejor!?".
Hasta comienzos de la década del 2000, por ej., los extranjeros teníamos que sostener que el sistema escolar alemán era la octava maravilla del mundo, que todo era perfecto y que además, era un sistema que debería ser copiado por todos los demás estados del orbe. Yo siempre le advertí a quien quisiera escucharme que no lo encontraba perfecto, sino muy por el contrario, que tenía muchas fallas y que la mayor era el mismos sistema tri-escolar que tal vez había sido apropiado para el s. 19, pero que ya no lo es. Y esto lo sigo sosteniendo.
Después del shock del studio Pisa 2001, en que Alemania quedó, en el concierto de los países industrializados, bastante mal, ya se puede criticar el sistema, tímidamente y no ante amigos conservadores… A esto se refiere expresamente el estudio citado ayer en el post La alta selectividad social del sistema educativo: como el origen social de un niño hoy en día, todavía determine su éxito educativo o su fracaso
Tampoco somos los “pistoleros argentinos” (ese grupo tan cercano a la extrema derecha conservadora y anarquista española, si no los conocen, no se pierden nada) que escribimos un blog como catharsis, para rabiar y atacar al estado, a la sociedad y a todos quienes no piensan como ellos. No, una actitud así sería, al menos, infantil.
Asimismo, no creo que la mejor motivación para escribir un blog sea “que no nos sentimos a gusto en Alemania” (para usar la expresión de bcnnow), que esta sea tu actitud frente a España, estimado bcnnow, como tu mismo nos cuentas en el foro, esa es tu decisión; pero no nos la puedes proyectar a nosotros (de proyección, me refiero al mecanismo de defensa por el que el sujeto atribuye a otras personas los propios motivos, deseos o emociones).
Como extranjeros, tenemos el derecho y el deber de advertir lo que nos parece mal y lo que nos parece bien en la sociedad. Si todo se tapa, se oculta (como se ocultaron algunos horrores en el pasado, del tipo Heidi Marks en Eschenau) y se sostiene que todo es excelente, que todo marcha a las mil maravillas, no podremos nunca resolver los problemas.
La integración (que tanto se alaba en Alemania, desde el 2004, aprox.) supone tener una actitud inteligente -lo que es tanto como decir crítica- frente a la sociedad alemana. ¿O no?
La primera medida para mejorar, para progresar, como persona y como sociedad, es reconocer los fallos. Si no los reconocemos, no podremos encontrar una solución y mejorar. Si todo es “muy padre”, si decimos que la sociedad está “all right”, no superaremos nunca las dificultades, simplemente porque no las veremos.