Los libros, por desgracia, suelen tener una vida muy corta. Se publican, se asoman unos días, quizá unas semanas, y parecen esconderse en algún almacén abandonado. Y resulta tan extraño tener una segunda oportunidad de sacarlos a la luz, que cuando me han invitado a ir a firmar "Cierta distancia" a la Feria del Libro de Valencia, casi no me lo podía creer. Pensaba que se equivocaban de persona e incluso me excusé diciendo que el libro no era una novedad. Pero el entusiasmo y la determinación de Almudena, de la librería Ramón Llull, fue inamovible. Me dijo que era un libro "buenísimo" y que quería que estuviera allí en su primera Feria después de muchos años.
Y yo… más feliz que unas castañuelas. Tan nervioso como cuando se publicó. Y tan agradecido por esta segunda oportunidad de que mi libro consiga remontar el vuelo, sobrepasar la barrera de los conocidos para llegar a manos de nuevos lectores. Proliferan los talleres de escritura y sé que hay mucha gente que disfrutaría esta lectura (modestia aparte, permítanmelo).
Así que estoy feliz. Espero que el domingo 17 de octubre por la mañana sea un día soleado y que mucha gente se anime a ir a la Feria y pueda encontrar en ella mi manual de supervivencia para amantes de la literatura, que no es otra cosa que un recorrido vital por mis lecturas y mi pasión por escribir.
¡Espero veros por allí!
Ya se anuncia en la página de la Feria. Aunque el apellido ha quedado un poco "orientalizado" por el capricho de un baile de letras, os aseguro que se trata de mí.