1.- ¿Por qué escribes?
Empecé a escribir cuando era
pequeña. Tampoco era tan raro. Mi padre era escritor. Lo recuerdo siempre en su
despacho trabajando en alguna de sus novelas. Tenía un mundo propio totalmente suyo, en el que nadie podía
entrar. Me imagino que al principio eso
tuvo que tener influencia sobre mí. Pero enseguida supe que eso era lo que me
gustaba de verdad, lo que quería hacer. Fui consciente de la enorme suerte que
es tener una vocación, que algo te guste por encima de todo y llene tu vida. Para
mí escribir es mi forma de relacionarme con el mundo. Es mi forma de estar
aquí.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
No tengo manías, ni
supersticiones. Prefiero escribir en la habitación donde trabajo, rodeada de
mis libros. Sola y en silencio, por las mañanas si puede ser. Pero también
puedo hacerlo a cualquier hora y en cualquier lugar.
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
Más que preocupaciones temáticas
prefiero hablar de historias que quiero escribir, una elección en la que no
depende mi voluntad, y en ellas van apareciendo los temas que me interesan y me
preocupan. Sí puedo decir que en todas ellas hay una voluntad de recuperación
del pasado, de ciertas personas y de ciertas vivencias y lugares y sentimientos
que me ayudan a comprender la vida, y al tiempo que los recupero también me
libero de ellos.
4.- ¿Algún principio o consejo
que tengas muy presente a la hora de escribir?
Escribir lo que de verdad quieres
escribir, al margen de modas e imposiciones y hacer todo lo posible para lograr
sacar esas historias adelante. No tener prisa. A veces, saber abandonar,
también me parece importante.
5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo
tienen todo planificado desde el principio?
No planifico pero tampoco me dejo
llevar por la historia. Sé lo que quiero escribir, más o menos, aunque siempre
hay aspectos y partes que vas descubriendo. Parto de algo muy vago, un recuerdo, una imagen, que tengo
en la cabeza durante años, a veces, porque el momento de empezar a escribir
tampoco depende del todo de mí. Empiezo cuando siento que estoy preparada y que
he encontrado el tono. Luego es el
trabajo del día a día hasta que poco a poco va saliendo la historia. A veces
muy rápido, otras como suelo ser mi caso, lento.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
Uno de mis libros de cabecera es
el que estoy leyendo hoy, El sobrino de
Wittgenstein, de Thomas Bernhard y el que leo a ratos estos días, Mémoires d´outre-tombe de Chateaubriand.
Pero en la biblioteca que he ido reuniendo poco a poco, desde que era muy
joven, están los autores y títulos que fui eligiendo y que me han ido formando.
Los consulto, releo y siempre tengo a mano. Podría decir que gran parte de ellos
son mis libros de cabecera. Pero si tengo que citar a algunos autores serían: Isaac
Babel, Joyce y Dylan Thomas.
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas
publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
La desesperación del león y otras historias de la India, es un
libro de relatos que transcurre en ese país que he tenido la suerte de conocer,
más de lo que pensaba y hubiese imaginado, y que lógicamente ha dejado una
huella importante en mi vida. Había varias historias de allí que quería
escribir pero no daba con el tono ni con la manera. Una, en concreto, la que da
título al libro, la del león, la empecé a escribir varias veces y otras tantas
la dejé porque no me gustaba, no conseguía dar con ella. Pasados algunos años,
varios, Javier Azpeitia de la editorial 451 me pidió que escribiese un
“rehecho” de El Villano en su rincón,
de Lope de Vega. Y fue en Delhi donde encontré al personaje del villano, un intocable
muy viejo, que limpiaba el suelo de un bar. Escribí ese cuento en un par de
semanas y a partir de él salieron todos los demás. Siempre es un misterio.
Sonia García Soubriet. Es licenciada en Filología Francesa y ha
ejercido la docencia en Francia y en Castilla-La Mancha. En la actualidad vive
en Madrid, donde desarrolla su labor literaria. Ha colaborado en dos antologías
de cuentos: “La hermosa boca carmesí” en Trece historias breves de la
editorial lengua de Trapo, en 1995, y “El villano en su rincón” en Comedias
de Lope de 451 en 2008. Ha publicado
cuatro novelas, La otra Sonia
(1987), Bruna (1990), El jardín [Al Bustán] (2007) y La
deseperación del león y otras historias de la India (2014).