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sábado, 15 de abril de 2023

Salmón a la plancha, con pimiento asado y verduras.


 

Receta muy sencilla pero que lleva algo de tiempo, sobre todo asar el pimiento y pochar las verduras. Si tenemos ese paso adelantado hacer el salmón a la plancha son unos pocos minutos.

Tanto el salmón como las verduras son productos muy saludables, que forman parte de la dieta mediterránea.

Podemos “estropear” un poco el menú con un postre dulce, jajaja.



Necesitamos por ración:

Salmón, entre 180/200 gramos.

½ pimiento rojo asado.

Verduras: yo puse ajo, cebolla, zanahoria y calabacín. En otras ocasiones pongo espárragos verdes a la plancha, judías verdes o alcachofas al ajillo.

Sal y aceite de oliva virgen extra.

Empezamos lavando bien el pimiento rojo; lo secamos y untamos con una capa ligera de aceite de oliva. Lo ponemos a asar en el horno a 170º y le damos vuelta de vez en cuando para que se haga por todas partes.

Yo como lo usé de “recipiente” para poner las verduras pochadas no lo asé demasiado sólo lo suficiente para poder pelarlo pero conservando en parte su textura.

Otra forma de asarlo, si no queréis encender el horno, es ponerlo en una sartén a calor medio, untado con aceite y dándole igualmente vueltas. También quedan muy bien y se controla el punto de asado con facilidad.

Pelamos el pimiento y lo partimos, a lo largo, en dos mitades. Reservamos.

En otra sartén con dos cucharadas de aceite vamos pochando el resto de las verduras picadas; primero el ajo, después la cebolla y la zanahoria; cuando empiecen a ablandar ponemos el calabacín y subimos un poco el calor para que no suelte todo el agua y quede un poco tostado.

Por último preparamos el salmón; yo usé lomo sin piel y partido en lonchas no muy gruesas. Mi pequeño truco es tenerlo congelado, lo saco y antes de que descongele totalmente lo parto; así me resulta mucho más fácil de partir que cuando está a temperatura ambiente.

Lo hacemos con la plancha bien caliente, dependiendo el grosor unos dos minutos por cada lado.

Emplatamos poniendo el medio pimiento asado, con un poco de aceite de oliva virgen extra y unas piedras de sal gruesa, encima las verduras pochadas, acompañando al salmón a la plancha.

Servimos.

miércoles, 8 de junio de 2022

Cachopo de berenjena y salmón fresco.

 


La receta de hoy es uno de esos platos que tienen “todas las papeletas” para hacerse fijo en mi casa.

Es sana, ligera, fácil y rápida de hacer, económica y, además, está muy rica.

Preparar los ingredientes te llevará apenas cinco minutos y con otros quince de horno (que puedes aprovechar para poner la mesa, jajaja) ya lo tienes listo.



Necesitamos para cada cachopo:

Dos lonchas de berenjena.

Unos 100 gramos de salmón fresco.

Un trozo de queso, a elegir, pero mejor que funda bien. Yo usé Gouda.

Sal y una cucharada de aceite de oliva virgen extra.

1 cucharada de pan rallado.

Empezamos preparando el salmón. Yo suelo tener trozos de lomo de salmón, partido con el tamaño de una ración, en el congelador. Lo sacamos y antes de que esté totalmente descongelado, es más fácil así, lo partimos en filetes finos. También os lo pueden hacer en la pescadería.


Lavamos muy bien la berenjena y con la mandolina, o a cuchillo si tenéis buen pulso, partimos lonchas a lo largo. Para esta receta usamos las centrales y guardamos las demás para otra preparación.

En una fuente de horno ponemos una cucharada de aceite y la extendemos bien con una brocha.

Montamos el cachopo: loncha de berenjena, con sal, salmón, queso y tapamos con otra loncha. La pincelamos con otra cucharada de aceite y cubrimos con pan rallado.






El horno precalentado a 170º durante unos 12 minutos y otros dos o tres minutos con el grill para que se dore.





¿Comemos o qué?


jueves, 7 de abril de 2022

Arroz caldoso con salmón.



Dicen que el secreto para hacer un buen arroz es tener un buen caldo y un rico sofrito. Supongo que además es necesario un buen arroz, calcular bien el tiempo de cocción y comerlo recién hecho ¡que el arroz no espero por los comensales!

El salmón es un pescado azul que encontramos siempre en el mercado, con pocas espinas fáciles de quitar y cuyo consumo es aconsejable a todas las edades.

Así que este plato tiene que ser saludable y rico sí o sí.


Necesitamos para dos:

180 gramos de arroz bomba.

400 gramos de salmón limpio, sin espina.

2 dientes de ajo.

½ cebolla.

¼ de pimiento verde o rojo.

Caldo de pescado.

¼ de cucharilla de pimentón dulce.

¼ de cucharilla de cúrcuma.

Sal y aceite de oliva virgen extra.


Empezamos preparando el caldo. Podemos hacerlo con las espinas, piel y cabeza del salmón pero yo utilicé un caldo hecho con la cabeza y la espina de una merluza que ya tenía congelado. 

En cualquier caso ponemos el pescado a cocer con un trozo de cebolla y sal, espumamos bien y dejamos hervir unos 20/25 minutos; colamos y mantenemos caliente.

Mientras se hace el caldo vamos preparando el sofrito: en la paella o en una cazuela amplia ponemos dos cucharadas de aceite y los dientes de ajo picados; cuando empiecen a freírse añadimos la cebolla con su sal y dejamos a fuego suave unos cinco minutos; agregamos el pimiento y seguimos cocinando despacio hasta que todo está bien sofrito.

Ponemos el pimentón y la cúrcuma, echamos el arroz, damos una vueltas para que se impregne bien del sofrito y cocinamos hasta que cambie de color, esté nacarado, un par de minutos.

Subimos el fuego y en ese momento ponemos el caldo caliente, normalmente para arroz caldoso el triple de caldo que de arroz. Yo en principio pongo un poco menos porque a veces no necesita tanto (depende del fuego, que evapore más o menos). Añadimos más, de poco en poco, si nos parece que hace falta.

Cuando lleve unos 10 minutos cociendo ponemos el salmón, en trozos de bocado o poco más.

A medida que se va cociendo bajamos la intensidad del fuego hasta que el arroz esté en su punto. Si siempre usáis el mismo tipo de arroz ya tendréis calculado el tiempo de cocción que necesita, yo últimamente me he pasado a un arroz ecológico que tarda un poco más que el yo usaba, de una conocidísima maraca comercial.

Apartamos del calor y servimos.



¿Comemos o qué?

sábado, 22 de enero de 2022

Bocadillo de salmón fresco.


Hoy cenamos un bocadillo, es decir una “pieza de pan abierta, o conjunto de dos rebanas, en cuyo interior se coloca o se unta algún alimento”

Pues eso. Tenemos el pan y tenemos algunos alimentos, lo más difícil ya está. Manos a la obra.

Necesitamos para cada bocadillo:

Pan, el que más os guste; un bollo o dos rebanadas de hogaza o de pan de molde…

Salmón fresco, dependiendo del tamaño de bocadillo más o menos pero unos 80 gramos es una buena ración.

Ensalada verde, lechuga, canónigos, cogollos…

Pepinillos en vinagre, que van muy bien con el salmón.

Pimiento asado.

Mayonesa (opcional) yo no la puse.

Sal y aceite de oliva virgen extra.

Empezamos por ir a la pescadería y comprar un tozo de lomo de salmón; si es muy grueso podemos pedir, o hacerlo nosotras mismas, es muy fácil, que nos lo abran al medio. Quitamos la piel y repasamos por su hubiera alguna espina.

Untamos una plancha o en una sartén con una pizca de aceite, salamos el pescado y lo hacemos, a fuego fuerte, un minuto por cada lado; que nos quede tostadito por fuera pero jugoso. Reservamos.

Una vez retirada del fuego la sartén yo pongo el pimiento asado para que se caliente, no necesita más.

Tostamos el pan.

Lavamos y aderezamos la ensalada; si ponéis mayonesa no es necesario poner aceite a la ensalada.

Montamos el bocadillo: primero la ensalada, encima el salmón, los pimiento asados y los pepinillos.


¿Comemos o qué?

 

domingo, 31 de octubre de 2021

Potaje de salmón con alcachofas.


 

Hoy os dejo la receta de uno de esos potajes a los que yo soy tan aficionada. 

En este tipo de platos me parece que todo son ventajas: son sabrosos, muy equilibrados porque llevan un poco de muchas cosas, se adapta al gusto de, por lo menos, quien lo cocina, sirve para aprovechar pequeñas cantidades de productos que por sí solos no son suficientes para una receta, se pueden hacer anticipadamente y calentar…

Las cantidades que os pongo son para una o dos raciones dependiendo de si es plato único o no pero seguro que podéis adaptarla a vuestras necesidades.



Necesitamos:

Ajos, 2 dientes, 1/2 cebolla y 1/2 pimiento verde o rojo.

Patata, 1 grande o dos medianas, 2 ó 3  zanahorias, 6 champiñones y  6 alcachofas.

Salmón, limpio, unos 180 gramos.

Aceite de oliva virgen, sal y cúrcuma (o pimentón o azafrán).

Empezamos preparando todos los ingredientes: pelamos y picamos los dientes de ajo, la cebolla y el pimiento. Con todo esto, dos cucharadas de aceite y sal hacemos un sofrito a fuego bajo.

Pelamos la patata y la zanahoria, picamos.

Limpiamos los champiñones y los partimos en trozos más bien grandes.

Quitamos la piel y las espinas al salmón y lo partimos en tacos de tamaño de bocado.

Cuando el sofrito esté blando, sin llegar a coger color añadimos la patata (cortada de forma irregular), los champiñones y la zanahoria. Ponemos la cúrcuma o un poco de pimentón o unas hebras de azafrán, al gusto; damos unas vueltas y agregamos agua que lo cubra ligeramente.

Dejamos hervir despacio unos 10 minutos.

Ponemos las alcachofas; yo las uso congeladas, de pequeño tamaño, que se hacen en ocho o nueve minutos. Si son en conserva se ponen más tarde ya que necesitan poco tiempo.

Probamos que todo está bien hecho y bien de sal.

Ponemos los taquitos de salmón, dejamos hervir un par de minutos y apagamos.

Dejamos reposar antes de servir.


¿Comemos o qué?

martes, 28 de septiembre de 2021

Salmón, a la sidra con manzana.


Esta receta es de las que se tarda más en contar que en hacer. Se cocina el pescado en el tiempo que tarde en cocer el arroz del acompañamiento.

Os aconsejo usar manzanas ácidas que van bien con el salmón que es graso.

La sidra tiene que ser natural, no achampañada; podéis sustituirla por vino blanco si no tenéis o no os gusta.

Me parece mejor usar lomos de salmón que rajas, del  grosor que os guste, aunque también podéis usar otro pescado si el salmón no es lo vuestro.



Necesitamos para dos:

2 lomos de salmón, unos 300/350 gramos.

2 manzanas, mejor un poco ácidas.

1 cebolla mediana.

1 vaso de sidra natural (se puede sustituir por vino blanco).

Aceite de oliva virgen extra.

Sal.

Arroz blanco para acompañar.

Empezamos poniendo en una sartén amplia donde nos quepa toda la preparación unas cucharadas de aceite, dos o tres.

Si los lomos de salmón son muy gruesos podéis abrirlos al medio, como he hecho yo, o dejarlos tal cual.

Los salamos y los sellamos en la sartén. Dependiendo del grosor necesitarán más o menos tiempo, pero en este momento no vamos a terminar de cocinarlos solamente sellarlos.

Los sacamos y reservamos.

En la misma sartén, sin limpiarla ponemos a pochar la cebolla en juliana.

Pelamos las manzanas y las troceamos en lonchas gruesas, seis trozos de cada una.

Cuando la cebolla empiece a ablandar las ponemos. Dejamos que todo se cocine a fuego suave.

Cuando la manzana esté, no conviene que se deshaga, subimos el calor y agregamos la sidra; dejamos un minuto para que evapore y volvemos a poner el salmón, con el líquido que haya soltado.

Bajamos el calor, tapamos la sartén y lo cocinamos un par de minutos más.

Los tiempos son orientativos, depende del grosor de la tajada y de cómo nos guste de hecho pero no conviene cocinarlo demasiado porque quedaría muy seco.

Para servir ponemos en el fondo una cama con la cebolla y la manzana, encima los trozos de salmón y napamos con la salsa.

Yo lo he acompañado con arroz blanco pero una guarnición con verduras a la plancha también le va muy bien.



¿cocinamos o qué?

 

 

domingo, 11 de abril de 2021

Suprema de salmón con espárragos y salsa de queso azul.


Un plato que igual sirve para el día a día que para una cena más elegante; es muy fácil de hacer, en realidad son varias preparaciones independientes que se unen en el mismo plato en perfecta armonía.

Podéis cambiar el salmón, que no es del gusto de todo el mundo por una suprema de merluza, de lubina o de dorada a la plancha.

Lleva muy poca grasa; lo que más tiene es el queso pero esta salsa le da un puntito de sabor muy interesante y acompaña muy bien a las patatas hervidas.


Necesitamos por ración:

Salmón, una rodaja o un trozo de la cola.

8 ó 10 espárragos verdes.

Unas patatas pequeñas.

Sal y aceite de oliva virgen extra.

Para la salsa de queso: tres o cuatro cucharadas de nata (o leche) y un trozo, unos 60 gramos de queso cabrales u otro queso azul. La cantidad de queso es al gusto depende cuanta salsa queráis hacer y de lo concentrada que os guste.

Empezamos pelando las patatas y cociéndola en agua con sal hasta que al pincharlas con un palillo no notemos resistencia. Reservamos.

Hacemos la salsa: en un cazo ponemos el queso y la nata a fuego suave y, con unas varillas damos unas vueltas para deshacer el queso y que quede una salsa uniforme; dejamos hervir un minuto y reservamos.

Preparamos los espárragos: les quitamos el extremo final, que es muy duro, los lavamos y los ponemos en una sartén, sin amontonarlos, con una cucharada de aceite de oliva; dejamos a fuego medio hasta que estén hechos; al final subimos un poco el calor para que se tuesten un poco. Reservamos en un plato.

En la misma sartén, sin limpiarla ponemos otra cucharada de aceite y hacemos el salmón, con sal, dándole vuelta a la mitad para que se haga bien; dependiendo del grosor tardará más o menos pero no conviene hacerlo demasiado para que no se quede seco.

Ya solo nos queda montar el plato: ponemos una cama de espárragos, con unas piedras de sal gruesa, encima la suprema de salmón y las patatas; napamos con unas cucharadas de salsa y servimos el resto aparte.


Y listo ¿comemos o qué?

La receta original está aquí.

martes, 16 de marzo de 2021

Salmón a la sidra, con jamón.

 


Una receta de esas que se tarda más en escribir que en hacer pero que dentro de su sencillez es un plato exquisito; se puede hacer con salmón o con otro pescado, por ejemplo, con un taco de bonito.

Lo acompañé con unos cachelos, patatas pequeñas cocidas enteras y después partidas a la mitad, aunque en otras ocasiones lo he hecho con arroz blanco que también le va muy bien.

Se cocina con sidra natural que es una bebida casi artesanal en el sentido de que cada llagar tiene un sabor y un grado de acidez ligeramente distinto. Los entendidos en sidra, los grandes bebedores de sidra suelen tener una marca favorita que diferencian de las demás por matices sutiles.



Necesitamos por ración:

Una rodaja o un trozo de salmón de la cola, unos 200 gramos.

50 gramos de jamón serrano, picado en trocitos pequeños.

½ cucharilla de harina.

½ vaso de sidra natural.

½ vaso de agua.

2 ó 3 patatas, dependiendo del tamaño.

Aceite de oliva virgen extra y sal.

Empezamos poniendo en una sartén, donde vamos a cocinarlo todo, una cucharada de aceite; salamos, con cuidado porque vamos a poner el jamón que aporta sal, el salmón y lo freímos un minuto por cada lado; sacamos y reservamos.

En la misma sartén, sin limpiarla ponemos el jamón y lo freímos; añadimos harina, damos unas vueltas para que se fría y agregamos la sidra; dejamos hervir unos segundos a fuego fuerte y ponemos el pescado y un poco de agua; dejamos hervir despacio uno o dos minutos, dependiendo del grosor de la tajada paro con cuidado de que se haga demasiado y quede seco.

Servimos acompañado con unos cachelos.



Y listo ¿comemos o qué?

 

 

 




martes, 2 de febrero de 2021

Salmón con salsa de zanahoria y jengibre.




Últimamente estoy preparando, casi siempre, el salmón en el horno; me parece un buen sistema de cocción, sin añadir apenas aceite se hace en su propio jugo; además queda jugoso si tienes cuidado de no pasarte de tiempo (se hace en pocos minutos) y, por si fuera poco casi no ensucias cacharros.

Hoy lo he acompañado con una salsa/crema de zanahoria y jengibre; la zanahoria aporta dulzor y el jengibre una mezcla de picante y sabor cítrico que la complementa muy bien. También el toque de cúrcuma aporta color y perfume.



Necesitamos para dos:

Para la salsa de zanahoria.

Zanahorias, 3 ó 4.

1 cebolla mediana.

1 trozo de jengibre, dependiendo de cómo os guste. Yo puse un trozo de unos dos centímetros.

½ cucharilla de cúrcuma.

Un poco de brandy.

Aceite de oliva virgen y sal.

Además:

Un trozo de salmón de la cola, unos 300 gramos.

Perejil.

Empezamos preparando la salsa: pelamos las zanahorias y la cebolla; las partimos en trozos. 

En una pota ponemos dos cucharadas de aceite, la cebolla y las zanahorias; salamos, tapamos y dejamos que se cocine durante unos 10 minutos. Damos vueltas de vez en cuando.

Añadimos el jengibre, pelado y picado y la cúrcuma

Ponemos el brandy y dejamos que se evapore el alcohol.

Agregamos unas cucharadas de agua y dejamos cocer, tapado; hasta que la zanahoria este tierna; si se seca demasiado ponemos un poquito más de agua; debe quedar relativamente espesa.

Trituramos.

Mientras se hace la salsa preparamos el pescado; en un larguero de horno ponemos una cucharada de aceite y la extendemos por todo el fondo; ponemos el pescado y lo salamos.

Calentamos el horno a 180/190º y tenemos el pescado unos 10 ó 12 minutos dependiendo del grosor de la tajada.

Emplatamos poniendo en el fondo de la fuente la salsa bien caliente y encima el salmón; adornamos con perejil picado.



Y listo ¿comemos o qué?

Esta receta está basada en esta, con sus modificaciones.

viernes, 18 de diciembre de 2020

Hojaldres de salmón y cebolla.


 

Estos hojaldres recién hechos, calentitos están para empezar a comer y no acabar. Si los hacéis pequeños quedarán genial para el aperitivo, un poco más grandes son perfectos para una cena de picoteo, incluso podéis hacer uno grande para compartir; de cualquier forma quedará estupendo.



Necesitamos:

Un trozo de salmón fresco.

Una lámina de hojaldre rectangular.

1 cebolla.

Sal y pimienta.

Semillas de amapola.

Aceite de oliva virgen.

Empezamos poniendo sal y pimienta al lomo de salmón; en una sartén calentamos dos cucharadas de aceite y lo sellamos ligeramente. Reservamos.

En la misma sartén ponemos la cebolla cortada en pluma con un poco de sal, a calor suave y dejamos que se poche despacio; le damos la vuelta de vez en cuando y si es necesario añadimos un poco más de aceite. Dejamos atemperar.

Extendemos el hojaldre y con un cuchillo bien afilado lo partimos: del lado más largo hacemos tres tira iguales y después las partimos al medio. Obtenemos 6 trozos.



En la mitad de cada trozo ponemos una cama de cebolla, encima el salmón desmenuzado; doblamos y sellamos los bordes.


Calentamos el horno a 180º.

Ponemos unas semillas de amapola por encima (yo con una brocha extiendo un poco de leche por encima para que no se desprendan las semillas, también podéis poner huevo batido) y horneamos unos 18/20 minutos.



 


¡Y listo, a disfrutar!

 

 

sábado, 12 de diciembre de 2020

Salmón con costra.


 

Lo primero que quiero es pediros disculpas por la mala calidad de las fotos: no pensaba publicarlo, solo hacia una prueba.

Pero viendo el resultado no he podido resistirme a contároslo. Ya sabéis que llevo una temporada preparando el salmón al horno y el resultado es muy satisfactorio.

Esta receta de hoy me parece que ha venido a mi casa para quedarse; el salmón queda perfectamente cocinado y jugoso, la costra crujiente con sabor a tomate seco y a avellana; es muy fácil y rápido de hacer y sobre todo ¡está muy rico!



Necesitamos:

Un trozo de salmón, de la cola o del lomo.

Sal y pimienta negra.

Aceite de oliva virgen extra.

Para hacer la costra:

Pan rallado, orégano seco, avellanas tostadas, tomates secos en aceite de oliva. Las cantidades dependerán del tamaño del pescado que queráis cocinar; si os sirve de orientación os diré que yo puse para un trozo de 350 gramos, 2 cucharadas de pan rallado, 3 tomates secos, 18 avellanas.

Empezamos preparando la costra que va a cubrir el pescado. En un robot de cocina ponemos unas cucharadas de pan rallado, las avellanas tostadas y sin piel, los tomates secos en aceite y el orégano; trituramos.

Lo sacamos para un cuenco y añadimos una cucharada de aceite para que se amalgame un poco. Reservamos.

Calentamos el horna a 200º.

En una fuente de horno ponemos un poco de aceite de oliva, una cucharada, extendemos con una brocha y ponemos encima el salmón; sal-pimentamos.



Cubrimos con la costra.



Horneamos unos 15 minutos. Si se tuesta demasiado lo cubrimos con una lámina de papel de aluminio.

Picamos el perejil.

Sacamos del horno y adornamos con el perejil.

¡Y listo, a disfrutar!


jueves, 26 de noviembre de 2020

Salmón al vino blanco.


 

Últimamente me he aficionado a preparar el salmón al horno: se cocina rápido, con su propia grasa, sin añadir más, queda jugoso y te permite hacer una salsa o un acompañamiento en el tiempo que él está en el horno.

Esta salsa con vino blanco es muy sencilla de hacer y aporta un puntito ácido que va muy bien al salmón.



Necesitamos para dos:

Un trozo de salmón, sin espina, de la cola o del lomo. El mío pesaba 420 gramos.

Una cucharada de mantequilla.

½ cucharada de harina.

1 vaso de vino blanco.

Sal y pimienta.

Empezamos calentando el horno a 180º. 

Ponemos el salmón en una fuente y lo salpimentamos. Cuando el horno esté caliente metemos el salmón y lo dejamos, dependiendo el grosor de la tajada, unos 15/18 minutos. Hay que tener cuidado de no pasarnos de cocción para que no quede seco.

Mientras se asa el salmón hacemos la salsa: en un cazo ponemos una cucharada de mantequilla y añadimos la harina; damos unas vueltas y lo cocinamos dos o tres minutos más o menos para que la harina no sepa a crudo.

Agregamos el vino blanco y, con un batidor damos vueltas, como si hiciéramos una bechamel, para que no haga grumos; dejamos que se cocine a fuego suave cinco o seis minutos, para que evapore bien el alcohol y espese.

Servimos el salmón con un poco de salsa y el resto aparte para añadir al gusto.

Yo lo serví con arroz blanco y una ensalada de canónigos.



¡Y listo, a disfrutar!

lunes, 2 de noviembre de 2020

Salmón al horno, con mostaza y vino blanco.


 

Una forma muy sencilla y rápida de preparar un trozo de salmón. Para esta receta os aconsejo usar la cola o un trozo del lomo, mejor que rajas, ya que podrían secarse demasiado.

Yo usé el lomo, abierto y sin la espina. Es bastante grueso y queda jugoso el interior.

Acompáñalo de una ensalada, de arroz blanco, de cachelos (patatas hervidas)…



Necesitamos:

Un trozo de lomo de salmón, sin espina.

2 ó 3 dientes de ajo.

1 cucharada de mostaza.

Un poquito de vino blanco.

2 cucharadas de vinagre.

Aceite de oliva virgen.

Perejil y sal.

Empezamos encendiendo el horno a 190 º para que esté caliente cuando acabemos de preparar la salsa.

En una sartén ponemos dos cucharadas de aceite y freímos los dientes de ajo picados muy menudos. Antes de que cojan color añadimos la mostaza, el vinagre y el vino blanco (3 ó 4 cucharadas), damos unas vueltas y dejamos hervir unos dos minutos.

Ponemos el salmón en una fuente de horno, salamos y cubrimos con la salsa que tenemos en la sartén.

Metemos al horno, que ya estará caliente y lo dejamos unos 10/12 minutos dependiendo del grosor de la tajada. No conviene hacerlo mucho para que no quede seco, el interior debe quedar sonrosado.

Ponemos un poco de perejil fresco picado.



¡Y listo, a disfrutar!