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miércoles, 18 de octubre de 2023

Ensalada “A la sombra de un sifón”


 

Veintisiete grados, sol y nubes, el 18 de octubre… obligada una ensalada  para empezar la comida.

Esta es muy sencilla: la “copié” de la sidrería “A la sombra de un sifón” de Cangas de Onís donde cenamos de maravilla.

La suya además llevaba unas nueces pero yo no las tenía partidas (aunque nuestro nogal es súper generoso y nos regala todos los años una abundante cosecha) así que para otra vez porque la repetiré.



Necesitamos:

Lechuga.

Una pera madura pero firme.

Queso Cabrales o Gamoneu.

Nueces.

Sal y aceite de oliva virgen extra.

Empezamos lavando muy bien la lechuga y centrifugándola para quitar toda el agua. Podéis usar mezcla de lechugas o canónigos si os gusta más.

Agregamos el queso desmigado, en trocitos o en pequeñas lascas. Con otro queso azul también quedará muy buena pero, parafraseando a alguien “el Gamoneu o el Cabrales son imbatibles”. Yo puse Cabrales.

En el último momento, para que no es oxide, pelamos la pera y la partimos en lonchas un poco gruesas.

Ponemos unas nueces partidas en cuartos.

Aliñamos con sal, poca que el queso aporta, y aceite de oliva virgen extra.

lunes, 5 de septiembre de 2022

Berenjena con cherris y piñones.


 

Una receta que, dentro de su sencillez, es de lujo. La mezcla de sabores está muy conseguida: el sabor suave de la berenjena con el ácido del tomate, el potente del queso Cabrales  y el toque de los piñones.


Para acompañar un plato de carne o como entrante.


Las huertas asturianas están ahora en su mejor momento, las matas de berenjena, de calabacín, de tomates produciendo  sin parar ¡un placer!


Esta receta está inspirada de una de Jamie Oliver y hecha a mi manera.


Necesitamos:

Berenjenas.

Tomates cherris.

Queso Cabrales (u otro queso azul que os guste).

Piñones. 

Aceite de oliva virgen extra y sal.


Empezamos lavando las berenjenas y pariéndolas en rodajas de 1,5 centímetros de grosor, más o menos.


Las ponemos en una fuente de horno y, con una brocha las untamos ligeramente con aceite. Salamos.


Las asamos a 160/170º hasta que estén tiernas.


Ponemos los tomates y lo dejamos en el horno unos minutos más, los tomates se hacen enseguida.


Sacamos la fuente y ponemos sobre las rodajas un trocito de queso y unos piñones.


Volvemos a meter en el horno, solo con calor arriba, para que se deshaga el queso y se tuesten los piñones.


Servimos con un chorro de aceite crudo.



¿Comemos?

viernes, 2 de octubre de 2020

Coles de Bruselas con salsa de queso Cabrales.



Este es un plato con sabores fuertes; las coles no gustan a todo el mundo precisamente por tener un sabor muy potente y la salsa de queso de Cabrales también tiene mucha intensidad por lo que os recomiendo que no pongáis una cantidad excesiva.

Pero todo, en su medida, hace un plato perfecto para tomar como acompañamiento de carne a la plancha por ejemplo.


Necesitamos para dos:

12 coles de Bruselas de similar tamaño.

50/60 g de queso de Cabrales (si usáis otro queso azul quizás necesitéis más cantidad; el Cabrales tiene un sabor muy intenso y con poco es suficiente).

Dos o tres cucharadas de nata (puede ser leche).

2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.

2 dientes de ajo.

Empezamos quitando las hojas exteriores a las coles, si están estropeadas. Las ponemos en agua hirviendo con sal y las cocemos hasta que al pincharlas notemos que no ofrecen mucha resistencia. Unos 5 ó 6 minutos.

Escurrimos y dejamos templar para poder manipularlas.

Mientras en una sartén ponemos el aceite y los ajos picados; freímos y sacamos para el plato de servir.

Partimos las coles al medio, las ponemos en la sartén, sin limpiar, donde hemos frito el ajo y las dejamos hasta que se tuesten un poco.

En otra sartén ponemos la nata, o leche y el queso a calor moderado para que se vaya fundiendo. Damos unas vueltas para que se deshaga todo y tenemos lista la salsa.

Servimos las coles y napamos con la salsa de queso.


viernes, 15 de mayo de 2020

Peras con queso Cabrales, miel y nueces.



Hoy os dejo un entrante porque, aunque no se note mucho, ya llega el fin de semana y es saludable, mentalmente, hacer algo especial.
Esta receta me llamó la atención por la mezcla de sabores; animaros a hacerla, el resultado es muy satisfactorio, es original, sorprendente y muy rica.

Necesitamos para dos:
1 pera madura.
50/60 g de queso de Cabrales.
2 nueces
1/2 limón.
1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra.
2 cucharadas soperas de miel.


Empezamos lavando y pelando la pera. La partimos al medio y sacamos el corazón, haciendo un hueco.
Exprimimos el  ½ limón y lo echamos sobre la pera para que no se ponga oscura.
En un bol machacamos con un tenedor el queso y mezclamos con el aceite de oliva.
Cascamos y picamos las nueces, las agregamos al queso.
Rellenamos las peras con esta mezcla y ponemos por encima una cucharada de miel.

Calentamos el horno a 180º y gratinamos.

¡Y listo, a disfrutar!

Esta receta, un poco modificada, es de: Laety de Chez Lucas y Laety

jueves, 27 de febrero de 2020

Caserecci con queso de Cabrales y peras.






Un plato de pasta muy original, que combina con mucho acierto queso, pera, nueces…
En menos de 30 minutos puedes tener una cena perfecta, saludable y, hasta podríamos decir, elegante.



Necesitamos para dos:
180 g de pasta.
Una pera Conferencia, madura pero no demasiado blanda.
30 g de uvas pasas sin pepitas.
40 g de nueces, cascadas.
100 g de queso de Cabrales. Puedes usar otro queso azul más suave si lo prefieres.
3 ó 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.




Empezamos cociendo la pasta en agua hirviendo con sal hasta que esté a nuestro gusto.

Mientras se cuece en una sartén amplia ponemos 1 cucharada de aceite con las uvas y las nueces.

Pelamos la pera, quitamos el corazón y partimos en trozos de bocado; añadimos a la sartén y salteamos durante tres o cuatro minutos vigilando para que no se tuesten demasiado.

Escurrimos la pasta, la agregamos a la sartén, revolvemos para mezclar bien.

La servimos en una fuente con un chorro de aceite y los trozos de queso de Cabrales por encima.


Con el calor de la pasta el queso se deshace: cada bocado es un placer.





¡Y listo, a disfrutar!

Esta receta es del blog Gatronimía &Cía.

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lunes, 30 de julio de 2018

Crêpes rellenas de judías verdes y queso Cabrales.

Nadie dirá que no a este plato.


Tiene verduras, judías verdes, con sabor a queso de Cabrales, envueltas en una crêp y el toque crujiente con las pipas.
¿Se puede pedir más? 







Necesitamos para las crêpes:
125 g de harina.
1 huevo.
300 ml de leche.
Una pizca de sal.
Una caña de perejil.

Para el relleno:
400 g de judías verdes (fréjoles).
1 cebolla mediana.
60/70 g de queso Cabrales (u otro queso azul).
Un puñado de pipas tostadas sin sal.
Aceite de oliva virgen extra.


Empezamos preparando la masa de las crêpes: batimos el huevo con la leche y una pizca de sal; tamizamos la harina y la añadimos, integrándola bien para que no queden grumos. Dejamos reposar en la nevera una hora más o menos. Picamos el perejil y lo añadimos a la hora de hacer las crêpes.

Para el relleno despuntamos los fréjoles y les quitamos, con un pelador los hilos laterales; los picamos en trozos como de 2 centímetros. Ponemos agua con sal a hervir y los cocemos hasta que estén tiernos pero sin dejarlos pasados; los míos tardaron unos 8 minutos pero hay que probar. Dejamos escurrir.

En una sartén ponemos dos o tres cucharadas de aceite y freímos la cebolla, en juliana o en trocitos; cuando esté transparente añadimos los fréjoles y damos unas vueltas para conseguir una mezcla homogénea.

Retiramos del calor y agregamos el queso en trocitos, que se ira deshaciendo. 

En otra sartén, sin nada de aceite ponemos las pipas peladas para que se vayan tostando, moviéndolas con frecuencia para que no se quemen. En el último momento las añadimos al relleno.

Vamos a hacer las crêpes: con un pincel de silicona untamos la sartén con aceite y la calentamos bien; ponemos una medida de la masa, ya reposada, extendemos bien por todo el fondo y dejamos que se haga hasta que empieza a desprenderse por los bordes, damos la vuelta y dejamos que se dore por el otro lado.

Hay que calcular bien la cantidad de masa ya que tiene que cubrir todo el fondo pero con una capa fina. Con estas cantidades a mí me salieron 8, de 22 centímetros.

Montamos el plato: ponemos el relleno en una mitad de la crêpe y enrollamos empezando del lado del relleno hacia el contrario.

Servimos enseguida ya que están mejor calientes.



 



                                             ¡Y listo!