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domingo, 27 de agosto de 2023

Guiso especiado de berenjenas y calabacín.

 



Riquísimo, de verdad. Sobre unas tostadas de pan de hogaza, tostado y crujiente, y por encima unos frutos secos, piñones, almendras, avellanas o, si os gusta más, unas aceitunas negras. Nosotros también probamos con queso curado de Zamora ¡espectacular!

Es saludable y fácil de hacer, unas hortalizas, unas especias y un poco de aceite de oliva virgen extra, receta totalmente mediterránea.

En cuanto a las especias os digo lo que he puesto yo pero aquí está el gusto de cada uno y lo acostumbrado que esté a usarlas. Sacad los tarritos de especias que vamos allá.

Necesitamos:

1 berenjena.

1 calabacín.

1 tomate maduro mediano.

2 ó 3 dientes de ajo.

½ pimiento rojo.

Especias: cúrcuma, comino molido y pimienta negra.

Sal y aceite de oliva virgen extra.



Empezamos lavando, pelando y partiendo las hortalizas que vamos a utilizar; no es necesario partir muy pequeño porque después vamos a machacarlo ligeramente.

No pelé el tomate y fue un error, después estuve “cazando” trocitos de piel por la cazuela, jajaja.

En una cazuela ponemos una cucharada de aceite y medio vaso pequeño de agua, que apenas cubra el fondo; añadimos todas las hortalizas, con ½ cucharilla de cúrcuma, ½ de comino molido, unos golpes de pimienta negra y sal.


Mezclamos bien, tapamos la cazuela y cocinamos a fuego medio unos 15 minutos, dándole unas vueltas de vez en cuando; las verduras, sobre todo el calabacín y el tomate, soltarán suficiente líquido para que todo se cocine.

Después de ese tiempo con un tenedor vamos machacando el guiso para que quede como una papilla irregular, con trocitos.

La servimos y ponemos por encima un buen chorro de aceite de oliva virgen extra.

Se puede comer templado o frío.

jueves, 27 de julio de 2023

Judías verdes con almendras.


Plato sencillo, económico y muy rico para la sección de recetas “de fin de mes”.

Las judías verdes, fréjoles o vainas…están ahora en su momento de mayor producción, por lo que es fácil encontrarlas en el mercado frescas, recién cosechadas y a un precio razonable.

Están son de la huerta de Llugarín, recogidas esta misma mañana y de cultivo ecológico.



Necesitamos para dos:

300 gramos de judías verdes; están son redondas.



Salsa bechamel: 1 cucharada de harina, leche y aceite de oliva virgen extra.

Sal.

Almendras crudas.

Empezamos quitando los extremos a las judías; estas no tienen hebras por lo que no es necesario quitar los laterales.

Las partimos en trozos.

Las hervimos en abundante agua con sal durante…hay que probar una para ver si están tiernas porque hay mucha diferencia de unas variedades a otras; estas cocieron seis minutos exactamente. 

Escurrimos y reservamos en un recipiente que pueda ir al horno.

Preparamos una bechamel ligera: ya sabéis en un cazo ponemos dos cucharadas de aceite, sal y la harina; cocinamos un par de minutos y vamos añadiendo la leche, mientras damos vueltas con una varilla y cocinando; tenemos que dejarla poco espesa, ligera; solo es cuestión de echar más leche.

Cubrimos las judías con la salsa, ponemos las almendras troceadas groseramente y horneamos con el grill hasta que las almendras cojan color tostado.

Si hemos preparado el plato con antelación calentamos un poco más en el horno para que la bechamel se temple.


Las fotos son malas, lo sé, lo sé; no pensaba publicarlas, sólo guardarlas para mí. Ejem, otro día las haré mejor, palabrita de "niña" de colegio de monjas.

martes, 27 de junio de 2023

Bocartes rebozados con ensalada.


 

Una nueva entrega para la sección “recetas de fin de mes”; esas recetas tienen como característica especial que son muy económicas, completas y ricas.

En realidad el “trabajo” de hoy, el de verdad lo hizo el pescadero que limpió los bocartes y les quitó la espina central.

Necesitamos para uno:

12 bocartes.

Harina y 1 huevo para rebozar.

Sal y aceite de oliva.

Ensalada:

Brócoli, zanahoria, tomate, aceitunas negras y alcaparras.

Sal, aceite de oliva virgen extra y vinagre.

Empezamos

cociendo en agua hirviendo con sal el brócoli, unos cinco minutos; hay que tener cuidado de no cocerlo demasiado, mejor que quede un poco “al dente”; depende de lo fresco que esté y del tamaño de los ramos.

Hacemos lo mismo con los bastones de zanahoria o si preferís podéis rallarla y tomarla en crudo.

Montamos la ensalada poniendo los distintos ingredientes.

Cuando la vayamos a servir aliñamos con sal, vinagre y aceite.

Salamos los bocartes y los pasamos por harina quitando bien el sobrante y rebozamos en huevo batido.

Los freímos en aceite caliente poco tiempo, al estar abiertos con un minuto por cada lado es suficiente.

Ponemos sobre papel de cocina para quitar el sobrante de aceite.

sábado, 27 de mayo de 2023

Pastel (económico) de merluza.


Una nueva aportación para las “Receta de fin de mes”, recetas económicas que pueden ayudar sin disminuir ni la calidad ni el exquisito gusto del plato.

Es una forma fácil de comer pescado, especialmente para las personas a las que no les gusta mucho el pescado; al no tener espinas, tener una textura muy suave, no tener que masticar y, además, un sabor fantástico lo hacen idóneo para niños y personas mayores.

Se puede tomar con mayonesa o salsa rosa o, también, en una tosta o en un bocadillo como si fuera un paté.

 


Necesitamos:

500 gramos de filetes de merluza, limpia de piel y espinas.

200 ml de nata ligera, para cocinar o leche evaporada.

3 huevos.

2 pimientos del piquillo, en conserva. O dos cucharadas de salsa de tomate.

Leche.

Sal, laurel y pimienta.

Empezamos preparando la merluza, mejor congelado para evitar el problema del anisakis; en agua fría con sal y una hoja de laurel la ponemos a cocer; cuando hierva durante tres o cuatro minutos si son filetes o siete u ocho si es entera, con espina, apagamos y dejamos que se enfríe dentro del caldo.

La desmenuzamos con las manos para quitar posibles espinas o piel y reservamos.

En la batidora ponemos los huevos enteros, la nata, los pimientos del piquillo, el pescado, sal y un golpe de pimienta; batimos.

Si queda demasiado espeso podemos añadir otro huevo (dependiendo del tamaño a veces hace falta) o un poco de leche.

Calentamos el horno a 170º.

Ponemos la mezcla en un molde de silicona rectangular que pondremos dentro de otro con un poco de agua para hacer el pastel al baño María.

En unos cuarenta minutos estará cuajado pero hay que comprobar con una brocheta, pinchamos y que salga seca.

Dejamos enfriar dentro del horno con la puerta abierta hasta que temple; después podemos ponerlo en la nevera porque queda mejor si está frío cuando lo vayamos a tomar.


jueves, 27 de abril de 2023

Potaje de garbanzos con albóndigas y verduras.


En uno de esos paseos por la red, que me doy de vez en cuando, “fisgué” un blog muy interesante que hablaba de las “recetas de fin de mes”. Siento muchísimo no recordar qué blog era, algo que me pasa mucho porque tengo la mala costumbre de no guardar un enlace.

Bueno a lo que voy: “receta de fin de mes”. Esta, creo que es una de esas recetas de fin de mes, cuando la economía ya anda un poquito más ajustada. Aunque, desde luego, es tan sabrosa, sana, completa y nutritiva que merece un puesto en nuestro recetario del día a día.



Necesitamos:

Garbanzos, unos 60 gramos por ración.

Verduras: ajo, cebolla, zanahoria y calabacín.

Para las albóndigas: carne picada, de ternera o mezcla, pero siempre recién picada, ajo, miga de pan, leche, un huevo, sal y pimienta negra.

Sal, aceite de oliva virgen, harina, laurel y pimentón dulce.

Empezamos poniendo a remojo los garbanzos la noche anterior a cocinarlos. Por la mañana los escurrimos y los cocemos simplemente en agua con una hoja de laurel y sal. Cuando estén tiernos los reservamos calientes.

Mientras se cuecen los garbanzos preparamos las albóndigas: adobamos la carne con ajo machacado, un huevo entero, la miga de pan remojada en leche y bien escurrida, sal y pimienta negra. Formamos las albóndigas; las pasamos por harina y las freímos. Reservamos.

Hacemos el sofrito: en una cazuela amplia ponemos dos o tres cucharadas de aceite y sofreímos a fuego suave el ajo, la cebolla y la zanahoria, todo picado menudo, con sal; cuando esté blando agregamos el calabacín, pelado si no es ecológico, y dejamos que se cocine dos o tres minutos. Ponemos el pimentón, damos unas vueltas y apartamos del fuego.

Ya solo nos queda juntar las distintas preparaciones: en la cazuela del sofrito añadimos los garbanzos con parte del caldo de cocerlos, más o menos dependiendo de lo caldoso que nos guste el guiso, y las albóndigas fritas. 

Dejamos que todo hierva junto, a fuego suave unos cinco minutos.

Reposar unos minutos y servir.

Puede parecer una receta laboriosa pero…los garbanzos pueden ser de bote (yo nunca los he usado por lo que no me atrevo a opinar) o también podemos cocer bastantes y tener congelados, en raciones, que es mi opción. 

Las albóndigas, el día que nos ponemos hacemos de más y congelamos. Si las tenemos congeladas con salsa podemos ¡incluso! ahorrarnos hacer el sofrito: solo descongelar, juntar, cocer todo unos minutos y servir.

Bueno, hay que tirar de congelador y… comida resuelta.

Espero que la idea os sirva, al menos para entreteneros leyendo, jajaja.