Mostrando entradas con la etiqueta col. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta col. Mostrar todas las entradas

domingo, 9 de octubre de 2022

Repollo (col) con langostinos.


 

Hoy os dejo un primer plato ligero y sabroso. 

Hay que comer verduras, todos los días y en abundancia, que sean la base de nuestra dieta junto con las legumbres así que necesitamos muchas ideas para ir variando.  



Necesitamos para dos:

½ repollo rizado, aproximadamente 500 gramos.

6 langostinos.

2 dientes de ajo.

½ cucharadita de pimentón dulce.

Sal y aceite de oliva virgen extra.


Empezamos picando el repollo y lavándolo bien. En una cazuela amplia y baja ponemos una cucharada abundante de aceite, añadimos el repollo y salamos; ponemos el calor medio, tapamos la cazuela y dejamos que se estofe.


No es necesario añadir agua ya que el repollo está mojado y además suelta su propio agua; el único requisito es abrir la tapa lo menos posible y dejando caer la humedad, de la tapa, dentro de la cazuela.


Con las cabezas, los caparazones de los langostinos y un vaso grande de agua preparamos un caldo, dejándolo cocer unos quince minutos.


Colamos y reservamos.


Mientras en otra cucharada de aceite freímos los dientes de ajo; antes de que se doren agregamos, fuera del calor el pimentón y los langostinos pelados; cocinamos un minuto por cada lado y reservamos.


Cuando el repollo esté casi tierno añadimos el contenido de la sartén, langostinos, aceite y pimentón y unos cucharones de caldo.


Dejamos cocer despacio, destapado unos cinco minutos.



¿Comemos?

lunes, 7 de marzo de 2022

Paletillas de conejo con repollo (col)



 

En realidad esta receta son dos preparaciones que se hace, en principio por separado y se terminan juntas.

Por un lado medio cocinamos las paletillas y por otro el repollo. Lo juntamos todo y lo terminamos.

Por supuesto se puede hacer con otras partes del conejo solamente adaptando los tiempos de cocción.


Necesitamos:

2 ó 3 paletillas de conejo por ración.

1 repollo rizado ecológico.

Unos dientes de ajo.

1 cebolla.

1 cucharada de harina.

½ vaso de vino blanco.

Sal, pimienta negra y aceite de oliva virgen extra.

Empezamos preparando las paletillas: en una cazuela amplia, para que no se superpongan, ponemos unas cucharadas de aceite y doramos las paletillas, después de adobarlas con sal y pimienta negra.

Cuanto estén las retiramos y reservamos.

En el mismo aceite sofreímos los dientes de ajo y la cebolla, picado todo menudo. Cuando empiece a ablandar ponemos la harina y la cocinamos.

Añadimos el vino blanco, dejamos evaporar y volvemos a poner el conejo con un vaso de agua.

Tapamos y dejamos que se cocine despacio unos diez minutos.

Aprovechamos para empezar a preparar el repollo: lo lavamos muy bien (los productos ecológicos son tan naturales que pueden venir acompañados por “seres vivos” que no se resignan a perder su casa y su despensa)

En un pota ponemos una cucharada de aceite, dos de agua y el repollo picado, quitándole los nervios más gruesos. Salamos y tapamos; con la humedad que tiene se irá cocinando y perdiendo volumen. Lo dejamos unos cinco minutos, hasta que veamos que está ablandando.

En este momento mezclamos las dos preparaciones.

Dejamos que todo se cocine junto, despacio hasta que la carne esté bien tierna.



¿Comemos o qué?

 

 

domingo, 3 de enero de 2021

Repollo con pasta y langostinos.


 


Necesitamos para dos raciones:

½ repollo rizado (col).

50 gramos de pasta corta.

8/10 langostinos.

2 dientes de ajo.

Sal y aceite de oliva.

Empezamos lavando muy bien el repollo y picándolo; lo cocemos en agua con sal hasta que esté tierno; reservamos.

Mientras cocemos también la pasta los minutos que aconseje el fabricante para dejarla al dente.

Pelamos los langostinos y reservamos.

En una sartén o cazuela amplia ponemos dos o tres cucharadas de aceite y freímos los dientes de ajo troceados; antes de que cojan color ponemos los langostinos y los cocinamos dos minutos por cada lado; lo sacamos para un plato y, sin limpiar la sartén ponemos el repollo escurrido y la pasta.

Damos unas vueltas para que se mezcle todo bien.

Añadimos los langostinos y todo el jugo que hayan soltado.



¡Y listo, a disfrutar!


lunes, 14 de diciembre de 2020

Repollo con costilla de cerdo.


 


Plato de cuchara para combatir el frío y comer de forma sana y equilibrada.

Necesitamos para dos:

Costilla o cabecera de cerdo.

½ repollo.

2 zanahorias.

½ cebolla.

2 ó 3 dientes de ajo.

Aceite de oliva.

Sal y pimienta.

En una pota ponemos dos cucharadas de aceite y la carne con sal y pimienta; sofreímos para que se selle bien.



Añadimos los ajos, la cebolla y las zanahorias; dejamos que se siga friendo durante dos o tres minutos más.



Ponemos un vaso de agua, tapamos y dejamos cocer despacio unos 15 minutos; dependiendo del tamaño de la carne necesitará algo más.



Picamos el repollo, lo lavamos y lo añadimos a la pota; parecerá mucho pero enseguida empezará a menguar.



Ponemos las patatas cortadas en trocitos. Damos unas vueltas para mezclar bien todos los ingredientes.



Añadimos agua y dejamos cocer despacio, unos 30 minutos. Probamos de sal.





¡Y listo, a disfrutar!

*Receta dedicada a los productores de las mejores verduras ecológicas: C y C.


martes, 1 de diciembre de 2020

Pastel de repollo (col) y zanahoria.


 



Otra forma de comer verduras para los que no son muy amantes “de las huertas”, que no es mi caso.

Tiene muchas ventajas prepararlos: se pueden hacer casi con cualquier verdura de temporada, brócoli, coliflor, berenjena, pimientos, calabacín, calabaza, judías verdes… o con mezcla de varias y así acabar con los pequeños restos que nos van quedando por la nevera; se pueden hacer con antelación, se comen calientes o fríos, con salsa de tomate o mayonesa, o sin nada; son un plato completo porque llevan huevo, verduras, leche; pueden ser más o menos calóricos en función de la cantidad de nata que pongamos, solo con leche quedan con distinta textura pero también muy ricos y ligeros.

Añadid alguna especia, pimienta, cúrcuma, Ras el Hanout…, lo que os guste porque le da un toque muy interesante.

 

Necesitamos:

1 repollo pequeño o medio grande.

2 ó 3 zanahorias, más o menos 100 gramos.

½ cebolla.

2 huevos medianos.

Leche y nata, en total 150 gramos. Yo puse 100 g de leche y 50 de nata pero podéis hacer otra proporción.

Aceite de oliva virgen.

Especias: pimienta negra y Ras el Hanout (optativo, también puede ser cúrcuma o nada).

Salsa de tomate: cebolla, tomates, sal y aceite.

Empezamos lavando muy bien el repollo y picándolo menudo. Ponemos a hervir una pota grande con agua y sal y lo cocemos hasta que esté tierno pero sin hacerlo en exceso. Yo pruebo un trocito del nervio de una hoja y tengo que notar un poco crujiente, aproximadamente unos 15 minutos.

Escurrimos y reservamos.

Mientras pelamos y picamos la cebolla.

También la zanahoria, en trocitos pequeños; primero partimos bastoncitos y después los picamos.

En una sartén amplia ponemos dos cucharadas de aceite y, a fuego muy bajo vamos pochando la cebolla y la zanahoria con una pizca de sal.

Batimos los huevos con la mezcla de leche y nata; agregamos el repollo y el contenido de la sartén; ponemos pimienta negra y Ras el Hanout, o la especia que nos guste.

Preparamos un molde rectangular; con papel de horno forramos el fondo y los laterales pequeños de forma que sobresalga para después poder desmoldar con facilidad.

Calentamos el horno a 170º; ponemos una fuente con un dedo de agua y metemos el molde (al baño María).

Dependiendo del horno tardará entre 30 y 40 minutos.

Dejamos dentro del molde hasta que esté templado, antes de desmoldar; se parte mejor si no está recién salido del horno.

Preparamos una salsa de tomate o una mayonesa para acompañar.



¡Y listo, a disfrutar!

 

Si pincháis en “Etiquetas” “pastel salado” hay algunas ideas más que, quizás, os puedan interesar.

lunes, 2 de marzo de 2020

Kapuska de carne picada.



Hoy un plato de la cocina turca que vi en TV, en la 2, me llamó la atención y, después de buscar la receta por internet me decidí a prepararlo.

No me decepcionó, es un plato completo, muy sabroso, con ingredientes “de todos los días” pero mezclados y sazonados de una forma especial.


Necesitamos para dos:
½ repollo rizado.
250 g de carne picada de ternera.
1 cebolla medina.
50 g de arroz.
Pimienta negra.
½ cucharilla de pimentón.
2 ó 3 cucharadas de salsa de tomate.
Aceite de oliva virgen extra.

Empezamos lavando y picando el repollo; pelamos y picamos la cebolla.

En una cazuela baja y amplia ponemos dos o tres cucharadas de aceite con la cebolla y salteamos hasta que esté tierna.

Agregamos la carne picada, adobada  con pimienta y sal, y freímos hasta que cambie de color; ponemos el pimentón, damos unas vueltas para que se fría, cuidado que no se queme.

Añadimos la salsa de tomate y seguimos cocinando dos o tres minutos.

Agregamos el repollo con ½ vaso de agua; parecerá mucho al principio pero cuando pierda agua disminuirá; ponemos sal y tapamos dejamos que se vaya cocinando.

Cuando empieza a ablandar ponemos el arroz y el doble de volumen de agua y seguimos cocinando durante unos 12/14 minutos.

En ese momento el arroz y el repollo estarán bien cocidos, si no dejar unos minutos más.

Ponemos un poco de pimienta molida, probamos de sal y dejamos reposar dos o tres minutos.

Antes de servir espolvoreamos un poco de perejil seco.


¡Y listo, a disfrutar!

martes, 4 de febrero de 2020

Repollo (col) con salchichas.



Un plato muy barato que está “pa chuparse los dedos” o como diría un portugués “para llorar por más”.

El invierno es la estación ideal para comer coles, no es que no se puedan comer en otra época, que también hay coles de verano pero ahora el frío, las heladas e incluso la nieve dejan las coles perfectas de sabor.

Con las salchichas os recomiendo comprarlas en una carnicería de confianza donde tengan productos de calidad ya que es fácil que se hagas con ingredientes de muy baja calidad. Si no tenemos garantía es mejor usar otro ingrediente.


Necesitamos para dos:

Un repollo pequeño.
6 u 8 salchichas.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal.
Vinagre (optativo).
Además yo puse 3 zanahorias y 6 judías verdes ¿por qué? Porque estaban solas y tristes en la nevera y no me gusta que se estropeé la comida pero son perfectamente prescindibles.

Empezamos poniendo en una cazuela amplia 2 ó 3 cucharadas de aceite y freímos las salchichas hasta que estén doradas.

Mientras picamos el repollo y lo lavamos; pelamos las zanahorias y las picamos; quitamos las hebras a las judías y las partimos.

Cuando están las salchichas añadimos las verduras, ponemos un poco de sal y dos cucharadas de agua, damos unas vueltas, tapamos y dejamos que se cocine a fuego medio durante unos 10/12 minutos.

Es importante que esté tapado ya que se cocina con el propio agua de las verduras; cuando destapemos para darle unas vueltas tendremos cuidado que el vapor de la tapa vuelva a caer en la cazuela.

Probamos si está tierno el repollo y bien de sal, rectificamos si hace falta.

Ya en el plato, si os gusta podéis poner un chorro de vinagre.

En León donde yo nací y me crié es muy típico comer los garbanzos del cocido, sin nada de caldo, con repollo “arreglado” con un refrito de aceite, ajo y pimentón y un chorro de vinagre y a mí me ha quedado la costumbre.



jueves, 15 de noviembre de 2018

Repollo (col) y langostinos.



Necesitamos:
Un repollo, nosotros lo cogimos de nuestra pequeñísima huerta. Hay que lavarlo bien, muchos "animalitos de dios" lo consideran su casa y/o su despensa; a cambio no tiene productos químicos, merece la pena.
Cuatro langostinos por persona.
Además unos dientes de ajo, 3 ó 4 pimientos del piquillo, una cucharada de harina, aceite de oliva y sal.


Empezamos: cocemos el repollo bien limpio y partido en abundante agua con sal.


Quitamos la cabeza y el caparazón de los langostinos y con eso hacemos un poco de caldo (fumet). Ponemos en un cazo un poco de aceite y sofreímos las cabezas y caparazones, añadimos agua y dejamos cocer unos 15 minutos. Colamos y reservamos.

Hacemos un sofrito con los dientes de ajo y los pimientos del piquillo asado en trocitos; añadimos un poco de harina, la cocinamos durante un par de minutos y añadimos el fumet colado, dejamos cocer la salsa.

Mezclamos esta salsa con el repollo, escurrido, y dejamos que se haga todo junto, muy despacio 2 ó 3 minutos.

Aparte, en una sartén con muy poco aceite freímos ligeramente los langostinos, dos minutos por cada lado, aunque el tiempo depende del tamaño.

Yo los langostinos los puse directamente en el plato, al servir, sin mezclar previamente con el resto de ingredientes; el sabor lo coge el repollo del fumet, y así los langostinos no se hacen demasiado.

¡Y listo!

viernes, 2 de noviembre de 2018

Rollitos de repollo (col) rellenos.


Los rollos de repollo rellenos ha pasado en pocos años a ser un plato muy popular en la gastronomía asturiana siendo muchos los restaurantes que los sirven, con ligeras variantes en su preparación. Se suelen rellenar con carne guisada desmenuzada y con una salsa de tomate aunque, por supuesto, admiten varios rellenos y varias salsas.

Es una preparación un poco larga pero nada complicada y el resultado merece el esfuerzo.


Necesitamos:
Hojas enteras de repollo, tantas como rollos queramos hacer.
Para el relleno: unos dientes de ajo, una cebolla, ½ pimiento rojo, carne picada de ternera, pimienta negra, ½ vaso de vino blanco, unas cucharadas de salsa de tomate.
Para la salsa verde: dos dientes de ajo, una cucharadita de harina, ½ vaso de vino blanco, abundante perejil picado menudo.

Además necesitamos harina para rebozar, huevo batido, aceite de oliva virgen y sal.



Empezamos sacando con cuidado las hojas enteras del repollo; desechamos las primeras que suelen ser más verdes y más duras.
Ponemos abundante agua, con sal, a hervir y escaldamos las hojas durante unos minutos, dos o tres; no tienen que quedar muy blandas solo queremos hacerlas más manejables.
Las sacamos a una tabla y las cortamos el tallo central que es duro; dejamos sobre un trapo de cocina para que escurran bien el agua.
Vamos preparando el relleno: en una sartén amplia ponemos un chorro de aceite de oliva y vamos sofriendo los dientes de ajo, la cebolla y el pimiento. Cuando está pochado añadimos la carne picada, adobada con sal y pimienta, y cocinamos hasta que esté bien dorada. Añadimos un chorro de vino blanco y dejamos que se evapore. Ponemos la salsa de tomate, sal y dejamos cocinar unos 10 minutos.
Para rellenar las hojas ponemos unas cucharadas del relleno en el centro y cerramos intentando hacer unos cilindros. Los pasamos por harina y huevo batido y freímos hasta que estén dorados. Los sacamos a un plato.
Con parte del aceite de freírlos vamos a hacer la salsa: en esta ocasión yo hice una salsa verde. Freímos unos dientes de ajo picaditos, añadimos una  buena cantidad de perejil fresco picado y una cucharilla de harina, damos unas vueltas para que se fría bien, agregamos el vino blanco, dejamos evaporar y ponemos un poco de agua.
Ponemos los rollitos en la salsa y dejamos cocer despacio unos diez minutos. Añadimos abundante perejil picado.

                                           ¡Y listo!

domingo, 29 de noviembre de 2015

Albóndigas de repollo (col).






Esta receta fue un amor a primera vista. Nunca se me hubiera ocurrido hacer unas albóndigas de repollo pero en cuanto las vi aquí, en El Ágora de Ángeles, me apetecieron.

Me acordé del trinxat que “descubrí” hace unos meses (y que me encantó) y empecé a mezclar (ideas) y esto es lo que salió.

Si te gusta el repollo no lo dudes, prepárala; si no te gusta el repollo ni te lo pienses, pasa a otra cosa.

Necesitamos:
Un repollo.
2 patatas medianas.
Harina de trigo y huevo para rebozar. Sí eres vegano solamente harina de garbanzo.
Aceite y sal.

Para la salsa:
Aceite.
Una cucharadita de Ras el Hanout (o cúrcuma, curry o azafrán...)
Una cucharadita de maicena.

Empezamos: picamos y lavamos, muy bien, el repollo. Quitamos los “nervios” mas duros. Lo cocemos en agua con sal hasta que esté tierno. Escurrimos y reservamos.

Pelamos y picamos las patatas. Las cocemos y escurrimos. 

Ponemos en una sartén dos cucharadas de aceite, el repollo y las patatas; a fuego fuerte lo cocinamos durante un rato para que se seque, se evapore el agua que tengan,  a la vez que vamos machacándolo con una cuchara. Lo sacamos a un bol.

Cuando está un poco frío, para no quemarnos, vamos cogiendo cucharadas y enharinándolas; las pasamos por huevo batido y las freímos.

Sí eres vegano suprime el huevo y reboza con harina de garbanzos.

Las sacamos a papel absorbente.


Es un poco difícil manejarlas en la harina ya que no tienen mucha consistencia, hay que ir con cuidado.  

Preparamos la salsa:

Ponemos un poco de aceite en la cazuela, añadimos una cucharadita de Ras el Hanout y la maicena disuelta en agua fría. Dejamos hervir un momento para que espese.


Ponemos las albóndigas y lo dejamos simplemente calentar (ya que está todo cocinado).

Estas albóndigas también quedan muy bien con salsa de tomate o salsa verde.




¡Y listo, a disfrutar!