Necesitamos:
Una plancha de hojaldre
congelado.
Unas lonchas de queso.
Unas lonchas de jamón de
York.
Nueces molidas, sin
hacerlas harina solo trocitos.
Un huevo.
Empezamos sacando del
frigorífico la lámina de hojaldre para que se descongele.
Esparcimos las nueces
sobre hojaldre y pasamos por encima el
rodillo suavemente para que se adhieran.
Cubrimos con una capa de jamón
y encima otra de queso.
Lo enrollamos a lo ancho o
a lo largo dependiendo si preferís mayor tamaño o mayor cantidad.
Vamos precalentando
el horno a 200ºC.
Lo reservamos unos minutos
en frigorífico hasta que esté frío y podamos cortarlo bien. Hacemos rodajas de
un centímetro más o menos y las pintamos con un pincel de huevo batido.
Horneamos hasta que estén
doradas, entre 20 a 25 minutos, pero pasados los 15 primeros vigilad, no les
quitéis el ojo de encima.