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25 febrero 2013

Vino para el virus (entre lecturas y mudanzas).


(A modo de diario)


La cosa va de que todo el mundo la caga de vez en cuando.
Riot Über Alles & Vanity Dust

La cosa es así. Un día te despiertas en mitad de la noche, miras debajo de la cama y te sientes como en esa película de los años 80 en donde los monstruos de ahí abajo andaban todo el día petándolo. ¿Cómo se llamaba esa película? ¿Cómo? No sé. Da igual. Eso ahora mismo no importa. Lo crucial del asunto es esa sensación. Esa sensación, sí. Estás ahí. Estás ahí dentro. Ahí abajo. Soportando el polvo y las pelusas que escupió tu gato. Soportando el qué dirán. El cuánto monstruo. Esa es la sensación: esa es la vida que ahora toca.

Las manchas de café redondas.

Limpiar el algodón redondo.

Un vino contra un virus.

Leer a Power Paola y a Vanity Dust.

La cosa es así. Ansías la fiesta. Ansías no cagarla. Ansías el fuego.

Ansías la esperanza.  

17 junio 2012

Las lágrimas de Vanity Dust.

Sonar, junio 2012,
para VD

El cansancio se soporta sólo con más cansancio. Hay músculos que se estiran en la inercia, en el ritmo interminable de los ojos o la saliva, hay hombres con el rostro encendido, púrpura, rojizo, lagrimoso por la emoción que conlleva saberse en el aquel lugar. No se precisa lo veloz, quizá sí la agilidad prometida por Velasco en aquel poema festivo de los veintiún años. Cuántas veces amanecimos juntos y a qué volumen. Vanity Dust llora en el minuto uno de la quinta sinfonía de Laurent Garnier. El cansancio se soporta sólo con más cansancio. El amor se soporta sólo con un poco más de fuego.