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28 septiembre 2015

La muerte de la polilla (diario de Japón).

Suehiro Maruo

Leyendo las primeras páginas de La débil mental, de Ariana Harwicz, me encontré esto:

Mi cerebro son polillas en un jarro y se ahorcan.

Lo que me recordó que tengo esta pequeña sección de diario-viaje a Japón algo abandonada, aunque ya queda poquito para que vuelva, o para que pueda volver, o para que el diario-viaje de fuera se sincronice con el diario-viaje de dentro, porque dentro hay una rueda que gira y que no me deja tranquila —¿ya nunca me dejará?—. Estoy escribiendo sobre Japón aunque en dos semanas vayamos a Niza y aunque por culpa de la ruedecita que gira y que gira haya tenido que anular el esperado y querido y anhelado regreso a México este octubre. Pero centrémonos: estoy aquí y estoy escribiendo y el diario de Japón va a volver en muy poquito porque aún me estoy peleando con las palabras que allí escribí (pero sobre todo con las que no y ahora trato de recordar). Lo que decía. Leyendo a Harwicz esta mañana en el Hospital me acordé o me recordó o quizá me obligaron a que recordara que tengo que terminar La muerte de la polilla, el diario-viaje de Japón al que sólo le quedan dos partes, pero que podéis leer, por orden, sin salir de aquí:

9. Un poema de Junzaburo en Tokyodo Books (en proceso, creo)
10. Hana (en proceso, creo)

Gracias. 

11 abril 2014

Me asomé al mundo.








Nueva York. Niza. La muerte.
Recupero estas fotografías de una cámara desechable con el filtro rojo. Están desordenadas. Pertenecen a mis dos primeros viajes del año. Antes del Infierno. Y junto a los perros románticos.

06 marzo 2014

Este mensaje está vacío.

Cada hombre se considera portador de la melodía exacta,
pero una melodía no es el resultado de un problema
de cantidades, 
sino de uno más espinoso aún: un problema del alma.
Así pues, cada música responde
a la indecisión con la que carga una existencia:
¿renuncio a vivir o mato? ¿Lucho o me olvido
de lo que se puede inundar?
Gonçalo M. Tavares

Otra cita que daña y que, al tiempo, salva.

03 marzo 2014

El mar era dulce y peligroso.

Teníamos un poema azul esperando en el bolsillo. Yo quería ir. Y tú no, pero te convencí y fuimos. Yo no quería regresar. Y tú tampoco. Pero se escondió el sol del domingo regresamos. Niza, 1998. Piso por primera vez la playa de piedras grises. Niza, 2006, me marcho a pasar un año entero de mi vida. Un año de miedo. Un año para escribir Estar enfermo. Tenía quince años y el mundo no tenía nombre. Niza, 2014. Aún se me hace extraña esta fecha. Aún se me hacen extraños estos últimos meses tan felices. Adiós, terror. Adiós, errores de adolescencia. Adiós, enfermedad. Ahora miro el azul pero no estoy sola. Adiós. Todo es verde. Adiós. Aún queda poema. Adiós. Que el mar era dulce y peligroso. Adiós. Estamos aquí tumbados. Adiós. Sólo el viento nos juzga. 

09 mayo 2010

Querido diario (o cuatro años de blog).

Querido diario:

La guerra acaba de terminar en el mundo.
Acaba de comenzar en mi vida.
Lesley Arfin

Llevo desde ayer encerrada en este cuarto. Creo que es domingo. Llueve en mi ventana. El árbol se mueve. Suena Jolene, de Dolly Parton. Hay gente a la que le molesta que no escriba ni una sola coma. Me da igual. Hay gente que copia mis textos secretos. Hay madres que se cuelan en mi armario y leen este diario. Creen comprenderlo. Qué más da. En mi mesa el manual de Instituciones del Derecho. Trato de ingerir una dosis de Cocacola Light, otra de Risketos y otra de Justicia. En mi mesa, el último número de Quimera, el rotulador amarillo eléctrico con el que subrayo todo aquello que no entiendo. En mi mesa Rosalgin pronto, crema Nivea, otra lata vacía y unos folios en blanco. En mi mesa, todo eso y el libro de Lesley Arfin, Querido diario, recordándome que el tiempo pasa y que ya no tengo quince años. Mi foto, mi cara mojada y triste al lado de la de Félix Francisco Casanova: dentro de seis meses cumplirás veinte años. [Fea sucia tonta, que vas a los bares después de la guerra]. Tu cara, prologando las desgracias de Arfin. Prologando su mirada inocentemente punk. Se acaba la canción. Vuelvo a Spotify y pincho otra vez. Jolene, jolene... Abro Hotmail, mi chico me dice que una hora me llamará. Abro mi blog, tengo un comentario de Humbert Humbert. Abro mi blog. Lo vuelvo a abrir. Domingo nueve de mayo. Hace tres días mi blog cumplió cuatro años. Recuerdo. Lo empecé a los quince, meses antes de irme a vivir a Niza. Terminaba cuarto de ESO y empezaba a publicar mis poemas en revistas on-line. Revistas pequeñas de las que nadie se acuerda. [Silencio. Repeat. Jolene, Jolene...] Era pequeña. Me parecía demasiado a lo que no soy ahora. Quería ser una especie de Lesley Arfin con aires de Valente. Quería ser una especie de Bukowski con aires de Nothomb. Quería, querido diario, encontrar a alguien, de entre todos los que habitaban esta maldita Red, que entendiera lo que decía y me escuchara. Eso. Eso. Así. Pero tenía quince años. Pero tenía quince años infieles y hacía el amor con cualquiera que me dedicara un grafitti feo en alguna de las calles sucias de Nice La Pute. Jolene, ¿Jolene?.En mi mesa Lesley Arfin me recuerda que tampoco tuve amigas. Y que no hace falta irse muy lejos para encontrar literatura. De hecho, querido, queridísimo diario. La cita que aquí dejo la escribió la propia Arfin con apenas 12 años. Su joven entraña. Su pequeña entraña drogadicta. Su pequeño sufrimiento que era un mundo. Lluvioso. Qué más da. Y las comas. Y la infancia. Y este blog. Y este diario. Y esta cara triste sobre mi escritorio. Y este cuerpo viejo. Joder. ¿Qué mas dan?

*La foto es de un cartel que pegué por toda Niza
en noviembre de 2006.
Era el día de mi 16 cumpleaños.
La imagen es una variación de una fotografía
tomada en el cementerio judío.

30 mayo 2007

Despedida 2.





Hoy he pasado mi última tarde con Albania. Primero hemos recorrido media Niza en un autobús peligroso y luego me ha enseñado su casa nueva en la montaña para jugar a los minotauros.
Albania es una de mis mejores amigas y creo que voy a echar muchísimo de menos sus chistes y palabras raras (mezcla de Francia y Santo Domingo).
Dice que el lunes va a venir a despedirse. Estoy deseando escuchar ese "hasta lueguito!".

27 mayo 2007

La última semana.


Joder ¿ya te vas, ahora quién va a ayudarme con la tarea de español?
Sospechosamente los alumnos de la clase 612 de mi instituto han mejorado sus resultados poco a poco, la presión de tener una compañera española entre ellos y la vergüenza de confundir el verbo ser y estar les ha llevado a estudiar más que nunca nuestro idioma. Ahora que Niza se acaba todos vienen a preguntarme si el año que viene seguiré ayudándoles a corregir sus redacciones a través del Messenger, qué remedio, les contesto.

Queda una semana y las despedidas ya han empezado, el viernes pasado mi mejor amigo Stéphane se fue a Estocolmo y no volveré a verle, antes de que subiera a su coche mientras le ayudaba a cerrar la tienda de lomografía le pedí por favor que me escribiera y le recordé que cuando se cansara del frío podría venir a visitarme a Almería, allí se puede tomar el sol.
Después de decirle adiós lloré un poco. Lo peor fue imaginar que a la semana siguiente tendría que hacer lo mismo con todos mis amigos. No soporto las despedidas.

12 mayo 2007

Respuestas a un desconocido. Nº1




Cuando llegué a Niza todo el mundo me escribía cartas, cada semana recibía uno o dos sobres, a parte de los que La Poste, el banco francés, me mandaba para advertirme de que había gastado demasiado en ropa y libros. Ahora que estoy viviendo mi último mes azul (menos de veinte días para el final) no recibo ni una carta. ¿Os habíais olvidado de que sigo aquí? Pero no le doy mucha importancia porque queda poco tiempo, y porque en realidad creo que de todas las recibidas no contesté a ninguna.

Hoy al medio día estaba revisando los apuntes de literatura sobre el género epistolar, es un tema que me encanta y con el que espero sacar buenas notas ya que en los últimos ejercicios de clase mis comentarios de texto coincidían con la corrección en muchos aspectos. Hemos estudiado algunas obras muy interesantes como las cartas que Mme. de Sevigné enviaba a su hija, Flaubert a su amante y Voltaire al futuro rey Frédéric II.

Esta mañana cuando trabajaba un poco antes de la clase de las dos, Valentine entró a mi habitación y me dio con un papel en la cabeza, toma, que te ha llegado esto. Se trataba de un sobre blanco un poco arrugado, lo cogí, miré a Valentine ¿es una carta para mí? pregunté, claro, ¿qué otra cosa va a ser? Me miró con cara de pena y cerró la puerta de mi habitación. En el sobre no había nada escrito, sólo mi nombre, el apellido de la familia con la que vivo y la dirección. Tardé un buen rato en abrirlo, hacía tanto tiempo que no recibía correo que se me había olvidado cómo poder hacerlo sin romper la carta. Al sacar el papel leí un poco por encima para intentar adivinar quién me la habría enviado, pero no encontré nada salvo un mensaje en mayúsculas al final del texto “Cartas a un desconocido. Carta nº1”. El resto no fue menos sorprendente. Mi desconocido me hablaba de la mujer de la tienda de la esquina, y durante todo un folio me contaba la triste vida de esta señora, de una manera preciosa.

La verdad, no sé quién puede haber sido el anónimo escritor. Habla en femenino y diría que es joven, el folio tiene manchas rosas parecidas a las de un pintalabios y otras más negras que no sabría describir. En el sobre arrugado las manchas continúan y no hay remite, tan sólo la dirección, como he dicho, perfectamente escrita, y el sello de la oficina de correos de Almería. Ha sido un cúmulo de casualidades y una verdadera sorpresa lo ocurrido esta mañana. Ahora guardaré bien la carta en mi cajón secreto y doy las gracias al escritor desconocido imaginando que en unos cuantos años alumnos de todo el mundo estudiarán minuciosamente sus líneas, como ahora yo lo hago con las letras de amor que Flaubert envió a Louise Colet;

Adieu, adieu;
Tout ce que tu voudras de tendresses.

06 mayo 2007

Fiesta.


En silencio/ cambio tu olor/por el del quitaesmalte./ Qué eléctrica belleza./

Hace un año os hablé de la magia eléctrica y poco a poco fui desvelándoos cada micro fibra de mis uñas. Han pasado tantas cosas, han cambiado tantas otras que a veces no recuerdo si esto que hay aquí escrito es verdad o ha sido sólo un sueño.
Qué eléctricas sorpresas, qué eléctrica felicidad abrir el blogspot y saber que alguien ha estado leyendo mis versos o mirando las fotografías. Qué miedo, también, al esperar su reacción, aunque creo que es esa la finalidad del juego del blog, intentar compartir con los demás todo lo mejor de uno mismo de la manera más bonita posible.

Es cierto que me preocupo demasiado por que todo sea perfecto en mis espacios, foto diaria en fotolog, revisar los comentarios en myspace, colgar las nuevas fotografías y poemas en el blog… es ya una obsesión llevarlo al día, hay mañanas incluso, en las que antes de desayunar compruebo que todo va bien en cada una de las webs.

Sé que debería hacer lo mismo en la vida real porque también creo que en ésta, la finalidad del juego es casi la misma, intentar compartir con los demás todo lo mejor de una misma de la manera más bonita posible; y la mayoría de las veces eso no lo consigo, pero lo peor es que tampoco sé cómo solucionarlo. Por eso a veces pienso que soy como una máquina, mi corazón funciona al enchufarlo a la corriente y para llamarme hay que escribir mi dirección electrónica completa. Soy el ejemplo adolescente del siglo XXI, una máquina sin pilas, un trozo de metal cuyos ojos son pantallas planas.

Hace un año que este blog existe. Y no gracias a los técnicos de blogspot, ni a mi obsesión de mantenerlo vivo. Sois vosotros, lectores, quienes visitándolo o comentando cada día, le dais sentido a que por estas venas siga corriendo la dulce electricidad. Gracias.

10 abril 2007

cinco días


En cinco días vuelvo a casa.
Me llevaré a Lorenzaccio conmigo para ayudarle
a asesinar al duque.
En cinco días os vuelvo a ver.

26 marzo 2007

06 marzo 2007

4 DÍAS


Me quedan cuatro días en la gavia.

Luego Niza.

Luego tres meses.

Luego no sé.

03 marzo 2007

CASITA


He llegado a casa.
Xío, Naira, Jacin, JuanMa, Eva, Carlos, Fran...

He mirado la luna desde mi terraza y me he enamorado, oscuras manos de eclipse.

He ido al aula de poesía.

He comido mucho. He bebido, mucho.

Todo en la gavia es felicidad.

Me gusta estar entre sus páginas.

24 febrero 2007

el fantasma y el zumo


Aujourd'hui, derniere jour à Nice. Jus de Banane, Chez Jerome, Papy Lomo, La plage, L'accordeoniste et surtout, quand on croyais que rien d'autre pouvait se passer, on a trouvé le fantôme de Christophe Tarkos. Très bonne journée d'adieu avant le voyage. Merci Seb. Tu vas me manquer.


Hoy, último día en Niza. Zumo de plátano, bar de Jerome, Papy Lomo, La playa, el acordeonista y sobre todo, cuando pensábam0s que nada más podía ocurrir, hemos encontrado al fantasma de Christophe Tarkos. Muy buena jornada de adiós antes del viaje. Gracias Seb. Voy a echarte de menos.




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Foto: Luna Miguel