31 agosto 2010

Marinera en tierra.



Nochebuena de 1955, Benny Profane, vestido con levis negros y chaqueta de ante, zapatos de lona y sombrero grande de cowboy iba de paso por Nortfolk, Virginia. Dado a los impulsos sentimentales pensó en echar un vistazo al Sailor's Grave (La Tumba del Marinero) su vieja taberna de latas de la East Main Srtreet. Llegó hasta allí atravesando la arcada. En el extremo de esta que daba al East Main había un cantante callejero sentado con una guitarra y una lata de Sterno vacía, puesta para recibir en ella los donativos. En medio de la calle un pañolero principal intentaba orinar dentro de un depósito de un Packard modelo Patrician del 54 y cinco o seis aprendices de marinero le rodeaban animándole. El viejo de la guitarra cantaba con voz de barítono, hermosa y firme [...]

Thomas Pynchon

29 agosto 2010

New Spleen: ride like a white horse.



I am the thing that most excites you

I am the thing that most excites you
I am the horse that you should bet on
Dorothea Lasky

Estoy obsesionada con lo nuevo. Estoy obsesionada con la búsqueda. Dorothea Lasky, Tao Lin, Zachary German, Chelsea Martin... Si un día es Francia al otro es USA. Si un día es Ciencia ficción al otro es New Spleen (o así es como me gusta llamar a esa generación de autores más o menos de mi edad de los que todo el mundo habla allí, de los que apenas cuatro hablamos aquí). Mondo Blogger. Bendita conexión Wifi que me das poesía de larga a corta distancia. A ti te adoro, oh traductor online que me resuelves las dudas. ¿Y ahora qué? Ahora que lo tengo todo a mi alcance. ¿Qué? Ahora que sé que Dorothea ha publicado Poetry is not a Project. Ahora que sé que sus reivindicaciones están en mi cabeza. Ahora que conozco cada maldito blog lírico de Brooklyn. ¿Qué? Aquí es donde llega la impotencia. La falta de idiomas. El no saber traducir. No ser capaz de traer. No saber cómo aportar. Cómo ayudar a que Dorothea sea la autora del que todo el mundo hable en España. ¿Lo merece? Claro que lo merece. (Pues ella es lo que más nos excita. Ella es el caballo por el que tenemos que apostar). ¿Quién no lo merece? Y una vez superada la angustia de querer comprobar si hay alguien interesante al otro lado. ¿Qué hago yo ahora? Lo sé. Tengo la respuesta:
cierro el computador y marcho melancólica a leer mi libro nuevo de Quevedo. (Libro nuevo de Quevedo. Nuevo. Quevedo. Nuevo. Há Há Há). Porque a veces las cosas cercanas son tan desconocidas como aquello tan pulcro y tan nuevo. Aquello que más deseamos. Y yo deseo a Dorothea. Yo amo a Dorothea y a esa generación de escritores jóvenes que allá nada saben de nosotros. Ni nosotros de ellos. Ni nosotros de Quevedo. Ay. Y dijo Francisco: A los suspiros di la voz del canto; la confusión inunda l'alma mía: mi corazón es reino de espanto.


No me atrevo a traducir: j'ai peur des oiseaux.

mes oiseaux me dévorent
avec urgence
Laure Cambau

Esta noche, como cualquier noche de insomnio, me he puesto a buscar literatura. (Otras veces busco sexo, otras busco agua, otras suplico sueño...) Pero hoy, como otras noches, me he puesto a buscar literatura contemporánea francesa. Si la semana pasada encontré a Christophe Claro (el traductor de Pynchon, Vollmann, etc, al francés) y me enamoré de las primeras páginas de su última novela CosmoZ (ya de camino a casa gracias a Iberlibro) hoy he dado con Laure Cambau, una poeta y pianista parisina a la que he leído con admiración pero de la que no me atrevo a traducir casi ni un verso. No estoy preparada y sin embargo puedo leerla. Imagino que el hecho de sentirse identificado con un texto ayuda a su comprensión, aunque existan pequeñas palabras puñeteras (no sé: asfalto, montón, muelle) que se alejan de mi vocabulario, pero nunca de mi sentido último y final de cada verso. Así. Último y final es el verso que os copio. Porque esta noche, como cualquier noche de insomnio,mis pájaros me devoran con urgencia.

28 agosto 2010

Eres un buen momento para morirme.

Robert Crumb
Eres un buen momento para morirme.
Félix Francisco Casanova

Porque cuando algo sale mal todo sale mal y ni siquiera los niños nacen de las rodillas. (Mi madre me lo contó: a los hombres griegos les nacían bebés de las rodillas). No me nacen niños. No me nacen niños. No es necesario el vientre. Y es posible que hasta mi rostro no me nazca si eres el buen momento. Si este es el buen momento. Nada más. Buenas noches.

27 agosto 2010

De cómo Luna Miguel encontró a Natalia Litvinova, su (desde ahora) poeta argentina preferida, y se enamoró de ella.


Y cómo encontré a Natalia Litvinova en una conversación con mi viejo amigo y vecino Ernesto Castro. Yo dije: poesía. Él dijo: ya no me gusta. Yo dije: poesía. Él dijo: casi no leo. Yo dije: poesía. Él dijo: blogosfera. Yo dije: qué has encontrado. Él dijo: Argentina. Yo dije: palabra. Él dijo: Natalia Litvinova. Yo dije: Valente. Él dijo: Pizarnik. Yo dije: quiero. Y él dijo: toma. Y de un sencillo link ciclópeo nació el blog de Natalia Litvinova, magnífica joven poeta con un cuadro difuso dibujado en la espalda y unos prometedores versos ya prometidos ya escritos ya hechos y por hacer. Natalia Litvinova mi poeta argentina preferida desde ahora o quién sabe si desde siempre. Natalia Litvinova mi poeta bielorrusa preferida desde siempre o quién sabe si nunca más o qué o cuánto. Y cómo supe que estaba enamorada. Y como la encontré. Hermosa. Con una marca de vida en la espalda y otra de muerte en el verso.

Nunca vi una muerte

tan transparente
como la que amanecía
al lado de mi ventana
trenzada con las ramas
de los abedules blancos.
Nunca vi una muerte
tan desamparada,
robándole el cobijo
a los niños gitanos
ante la caída
del cuchillo de la nieve.
Nunca vi una muerte
que sin pronunciar nombre alguno
abrazaba cualquier cuerpo
con suavidad minuciosa.
Nunca más volví a ver
una muerte tan clara
como aquel septiembre
del año invisible
cuando la patria se extinguía
como un animal preciado.
Natalia Litvinova

26 agosto 2010

Historias de la vida en común.


A mi lado un cuerpo dormido. Un cuerpo dormido que no responde al beso. Que no responde a la caricia. Que agita la mano disgustado si poso el labio en su mejilla. A mi lado la ficción soñándose a sí misma. En qué mundo estará. En qué mundo habita ahora el hombre que me ama. ¿Es el hombre que me ama esto que respira? ¿Es capaz de amarme en otra vida? ¿Es capaz de respirar si no me reconoce? ¿Si su entraña es distinta en aquel limbo? ¿Qué rostro tiene? ¿Qué rostro tengo? ¿Me recuerda inexpresiva? A mi lado un cuerpo. Un cuerpo en una cama. Respirando. Amiladojuntoamí. Y yo sola. Pensando. Sólo pensando el cuerpo.

23 agosto 2010

Leer Kulos es instructivo, educativo, reflexivo.



Y sentir que poco a poco el verano se acaba. Y no salir de la cama en todo el día. Y leer Ubik. Y estar desnuda. Y suena Rasputin pero él no está para bailarlo. Y encontrar relatos eróticos de los años ochenta en donde "fogosamente", "golosamente", "viciosamente" y "acaloradamente" se repiten más de tres veces en el mismo párrafo. Y desear el tatuaje. Y los condones azules. Y todo lo que suena mal y ahora me pertenece.

22 agosto 2010

Domingo patriochu(le)sco.





Domingo patriochusco o domingo patriochulesco. Descender la calle encontrarse a Cinque. Mira mis uñas, dije, soy Nadia Leal. Alejandro Cinque o Eduardo Benavente número 38 de pie encuentra unas botas militares por cinco euros. Mira mis botas, dijo, sirven para pisar a la serpiente del tedio. O encontrarse a Juan Carlos Mestre antes de llegar al puesto de revistas porno de los años 80. Dime, ¿piensas en Cavalo Morto los domingos por la mañana? ¿Piensas que las calles de Madrid también están forradas con tela de gabardina? ¿Piensas en tu cabello rizado? ¿Piensas en tu chaqueta blanca? ¿Piensas en el calor de hoy? ¿En el calor de agosto? ¿En el calor? ¿En él? Y luego Ibrahím portando Glamourama a la espalda. Mira mi libro, dice, quiero ir al parque de atracciones. Y el domingo patriochu(le)sco con sabor a cerveza y tosta de gulas. ¿Piensan que este lugar existe? ¿Piensan de verdad que este lugar existe? ¿Dónde está el vinilo de Camarón? Mira mis dientes, dije, son el filo de una guadaña. Mira mis dientes, cabrón. Y deja que te muerda con mi nuevo esmalte azul.

21 agosto 2010

Ya somos tres en casa.

"Somos tres si somos dos y viene algún otro amigo", o eso cantaban en la cinta de canciones para niños en 1995. Pues eso. Que Laura Ya Está Aquí.

17 agosto 2010

Delirio en El Rincón (fluir de conciencia, fluir de fluidos gástricos, sexuales o espirituales).

La botella de vino blanco barato aún está en la mesa. No es que pretenda parecer Bukowski, ni mucho menos, no pretendo parecer una de esas imágenes que nos han hecho creer de él, ni una simple borracha en temporada de verano, ni una frívola, ni una mentirosa (qué te has creído, esto es ligth y sin alcohol, sin edulcorantes además, sin gluten, sin aspecto, vacío sur la table que diría Tarkos, le petit bidon vide, sin ser, insípido, insensible, incoloro, inadecuado, puta). Porque si hay lolitas más allá de los 15, también hay Bukowskis más allá de los 17. Prohibido (debería advertir Anagrama) este libro o está recomendado a mayores de 25. Porque si sigo viva, al cumplir 25 prometo releer La senda del perdedor, quizá uno de los mejores libros que haya pasado por mi cama, por mi mesilla de noche o estantería. Prometo leerlo y morderlo como hace años. Prometo deciros ¡Ey, Bukowski no era tan malo, no estaba tan borracho! ¡Ey, Bukowski también tenía su corazoncito, colegas! Pero a quién le importan los corazoncitos hoy. Si el vino está sobre la mesa. Si somos frívolos y cutres en después de la lectura. Si... -quiero una doble y unas patatas y aquí espero a Elisabeth Falomir para una de las entrevistas de Público, y aquí estoy pensativa o pensante, o incluso pensando en algo si es que pienso- Si la literatura a veces es Gossip Girl para nenas y todo el mundo dice y nadie sabe. Y todo el mundo cree y nadie piensa. Y yo escribo y no siento: maldita sea. Maldita sea, querida Naira Perdu (¡poeta y amiga de infancia!), quién me iba decir que después de tanto insultar y parodiar a Becquerón acabaría diciéndote lo mismo que él escribió y que tantísimo odiábamos: "cuando escribo no siento". Cuando escribo no siento cuando escribo no siento cuando escribo no escribo. Cuando bebo no siento. Cuando estoy triste. Cuando soy cursi. Cuando no entiendo. Blá. Etc. Púm.

16 agosto 2010

Sólo sé decirlo con mis listas de Spotify (o We are all aimals II).

Cuando os hice os amé.
Ahora me dais lástima.
Louise Glück

No sé si es eso lo que decía Louise. No sé si es eso lo que las poetas de los árboles dicen. Las que hablan de abedules como Louise o Jane. No sé si se refieren a ellos. A los antiguos amantes. O a los antiguos poemas. O a los antiguos vestiditos de muñeca hechos con trozos de tela y calcetines. A los postres con lacasitos, a toda esa mierda coloreada, a los dibujos de la infancia, a mi primer cuadro de flores en casa de la Abuela Merche. Qué se yo. No sé si se refiere a los óvulos secos. Óvulos mojados que aún no expulso pero falta poco, lo juro, lo noto. Lo juro. Lo noto. Lo juro.
Porque yo os amaba
aquí dentro
ahora daos prisa
cabrones
salid
lo pido
salid

15 agosto 2010

Lolita ¿yo?

Y lo digo con un calimocho (un mini de cinco euros comprado a la 1:25 del 15 de agosto de 2010 en las fiestas de mi actual barrio de La Latina -y con estas son ya 6 casas en las que he vivido, digamos, tres en Alcalá, dos en Almería, una en Niza y al fin Madrizentro, para ser exactos)... con un calimocho en la mano derecha tecleando a un dedo sólo (o solo, como prefieran, por la soledad del dedo que teclea, a veces una tilde nos separa y nos corrompe) sólo, sí, en la izquierda y esperando ahora, a las dos de la madrugada a que las deliciosas costillas barbacoa que Ibrahím y yo compramos en Opencore tras ver Origen en los cines de Príncipe Pío (ese príncipe gorrión que a Eliana le hacía tanta gracia, no menos que Vergara, siempre estamos hablando de pajarillos o qué), una película aburrida metafísicamente aburrida o quizá cambie de opinión mañana cuando los críticos den el gran OK a aquello que el choni de la butaca de al lado calificó como DIOS COLEGA QUÉ PARANOIA. Así me siento ahora en otro sueño u otra vida esperando la cena (siempre espero la cena, bien pizza, bien costillas, bien café con malvavisco). Pues bien. Lo digo porque últimamente más de dos o más de tres han repetido que ven en mí los ojos de Lolita ¿aryutalkintumí? Lolita es una zorra comparada con Monelle. Eso que quede claro. Haber sido Lolita a los 13 años puede pasar. Pero, ¿yo? ¿Lolita? Quedan 3 meses para que cumpla 20 años. Si algo tengo de Lolita son las pieles viejas y el olor desgastado. Las cicatrices de las piernas. Las heridas de las manos. Todo lo que antes era hermoso y ahora se prepara para el final. Tres meses para cumplir veinte años. Tres meses para cumplir veinte años. Llámenme Lola Font, la señora del calimocho en la mano. La chica del pelo curioso que sujeta un vaso cilíndrico-barbacoa mordido en los límites. Abismos. Que Lolita ya es Lola, léanlo en Fresy Cool. Miren mis manos. Miren esta pequeña cana en el decimocuarto pelo del quinto mechón de mi cabellera. Miren. Se lo digo así. De corazón. Con mi sangre en la mano derecha y un dedo solitario que no sabe decir.

13 agosto 2010

Una noche de fieshta.


1. Que el aliento huela a cerveza
2. Mear en el arbusto real
3. Los aspersores son higiene para el pueblo
4. La fiesta con los becarios de Público acabó casi en mi portal
5. Javier Salas es el periodista que más mola
6. Ibrah prepara pizza
7. La pizza tarda en descongelarse
8. La pizza no se descongela
9. Venga ya
10. Te odio forno di pietra, oferta de Día para recién independizados, que no casados, para recién heridos por la manera de mirar de los otros, para recién celosas, hongos dentro de mí, neopreno en el corazón: no tengo tanto sueño y nunca. Nunca. Nunca se descongela.

11 agosto 2010

No somos niños.



Me llevo 12 años con Paola. 13 con Aitana y 16 con Bidane. También, y aunque no salgan en la foto, me llevo 5 con Elara, 7 con Irina, 10 con Teo y 17 con Alvarito. Soy la prima más vieja en las dos casas. También soy la única de pelo castaño. También la que se asusta. La que quiere ser como sus primas de 8 años. La que se tatúa y quiere casarse: ey niñas, no se os ocurra ser como yo. Ayer volví a Alcalá de Henares por primera vez desde mi independencia. Allí vi a toda la familia, incluso a las nenas de Munich, recién llegadas. Me gusta hacerles cosquillas, explicarles qué significan las cosas tontas que me preguntan, me gusta que se sienten encima y den patadas o que me tiren el pelo con la excusa de hacerme una coleta. Sólo mis primas pueden tocarme el pelo. Nadie más. Nadie más puede tocarme el pelo. Por todas estas cosas recordé un poema de los últimos que he estado trabajando. Esos que hablan de independizarse. Esos que hablan del malestar de la felicidad y los pañuelos llenos de lefa y sangre. Esos que hablan, sobre todo, de "no cantar más las penas de la última infancia".

08 agosto 2010

La muerte del blog.







A veces muere el blog. Muere todo lo que no he dicho. Lo que tuviera que decir y a nadie le interesa. Muere porque la casa está tranquila, sin intrusos, sin palabras hirientes, el polvo acumulado y todas esas cosas. Muere el poema atascado. El trabajo: escribir para otros y no para mí. Ni para ti. Para otros que no conozco. Malvavisco en el café. Tortitas y batido de mango. La temporada completa de Skins a falta de otra serie que me entretenga. La muerte del año en agosto. Agosto mortal en la cama y en la embestida. Fotografías borrosas. Anodina muerte del blog.

01 agosto 2010

Verano hormonal.

Hoy ha empezado en Público mi columna de verano basada en entrevistas a distintos jóvenes de entre 16 y 30 años. Se llama Tráfico de hormonas y aparece en el suplemento Libre. Feliz Urbanización Mierda a todos. Etc.