Como consecuencia de la implantación del nuevo currículum de
bachillerato definido por la LOMCE, la materia dedicada al estudio de la
literatura castellana y catalana ha sufrido una degradación que consideramos
inaceptable. Hasta la fecha ambas literaturas tenían la consideración de
asignaturas de la modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales con una carga
lectiva de cuatro horas semanales y los alumnos podían elegirlas en los
exámenes de acceso a la universidad.
A partir del próximo curso quedan relegadas a la categoría
de “materia específica”, lo que en realidad significa que han sido excluidas de hecho del currículum de Humanidades y
Ciencias Sociales. Su carga lectiva se reduce a dos horas y, además, no serán
evaluables en la prueba final de bachillerato o reválida, con lo que las
posibilidades de que sean elegidas por los alumnos se reducen muy
considerablemente. Por el contrario la asignatura Literatura universal se
convierte en materia de modalidad, evaluable en la prueba final y con una carga
lectiva de cuatro horas.
El Departament d’Ensenyament en este caso ha aplicado
mecánicamente lo que indica el articulado de la LOMCE que, al parecer, ignora la
existencia en España de comunidades con dos lenguas oficiales. El Ministerio de
Educación entiende que el estudio de la literatura se puede llevar a cabo
perfectamente dentro del programa de la asignatura común, es decir, cursada por
todos los alumnos de bachillerato. Pero debe tenerse en cuenta que, en
territorios monolingües, dichas asignaturas comunes tienen una carga lectiva de
ocho horas entre los dos cursos. En los territorios bilingües la carga se
reduce a cuatro horas. Como demuestra la experiencia en dicha materia se
prioriza todo lo que tenga que ver con la competencia lingüística y, en
consecuencia, el estudio de la literatura queda relegado a un segundo plano,
cuando no definitivamente suprimido.
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Por todo ello instamos al Ministerio de Educación y al
Departament d’Ensenyament a que corrijan lo que a todas luces es un
despropósito y posibiliten que el estudio de la literatura recupere el lugar
que le corresponde –por razones que deberían resultar obvias- en un plan de
estudios de Humanidades. Para ello resulta imprescindible que se den dos
circunstancias:
1.- Las asignaturas de Literatura castellana y de Literatura
catalana deben recuperar su condición de materias de modalidad evaluables en la
prueba final de bachillerato.
2.- Las asignaturas de Literatura castellana y de Literatura
catalana deben tener la misma carga lectiva que el resto de materias de
modalidad, es decir, cuatro horas semanales.
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Carlos Alcalá (Institut Infanta Isabel d’Aragó)
Teresa Barjau (Institut Icària)
Joaquim Parellada (Institut Infanta Isabel
d’Aragó)
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* El cuadro es de Rousseau, el Aduanero.
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5 comentarios:
Que se salga del bachillerato sin haber adquirido el hábito y el placer de leer, es un gran desastre y un completo fracaso del sistema educativo. Y luego nos quejamos de la audiencia televisiva de Sálvame y Gran Hermano... Si seguimos sembrando viento, seguiremos recogiendo tempestades.
Completamente de acuerdo y, de paso, hacerlo extensible también a la literatura llamada universal, para no caer en visiones estrechas. Los libros ensanchan la mente, la música también, las enseñanzas humanísticas nos hacen crecer como personas. Si se viera con qué entusiasmo acogen algunos jóvenes los libros cuando se les enseña a leer...
Gracias, Fernando. ¿Sabes si se puede firmar esto en algún lugar?
Un abrazo,
Isabel
Estoy completamente de acuerdo con lo que se defiende en el texto y apoyo los términos de la reivindicación.
Montserrat Amores
Sería bueno que se recogieran más adhesiones a la reivindicación que plantea el texto. Profesores, editores, escritores deberían sentirse concernidos.
Teresa Barjau
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