Sígueme en Twitter

    Mostrando entradas con la etiqueta política educativa. Mostrar todas las entradas
    Mostrando entradas con la etiqueta política educativa. Mostrar todas las entradas

    09 abril 2012

    Señor Presidente: carta abierta a un futuro Presidente de la Junta de Andalucía


    Estimado Señor Presidente:

    Permítame que le dirija unas palabras. Obviamente, sé que usted no va a leerlas, ni tampoco nadie cercano a usted va a leerlas, ni tampoco nadie cercano a nadie cercano a usted va a leerlas. Sin embargo, esta ficción literaria me permite pensar que ni mi responsabilidad ni mi libertad de expresión acaban con el voto. Por ello, ordeno aquí mis ideas y me dispongo a escribir, como si usted me fuera a leer, sobre un tema que me importa.

    Quisiera hablarle, señor Presidente, de la educación en Andalucía. Para empezar, permítame explicarle por qué me importa la educación en Andalucía. Por un lado, hay algunas razones sencillas pero poderosas: porque mi hija, mi hijo y los hijos y las hijas de mis amigas y amigos estudian en Andalucía, porque mi mujer trabaja en un centro educativo andaluz o porque yo trabajo en una universidad andaluza. Por otro lado, hay algunas razones más complejas pero no menos importantes: Andalucía - por su tamaño y peso demográfico - ha sido y es un laboratorio de casi todo (interculturalidad, Escuela 2.0, coeducación, plurilingüismo, lectura y bibliotecas, etc.) y ahora todo nuestro país mira a Andalucía para ver si se pueden hacer otras políticas en los tiempos que corren.

    "En los tiempos que corren...": ¡qué expresión más interesante! Nos hace ver el tiempo como una sucesión imparable de momentos ("día tras día, semana tras semana, año tras año") para, a continuación, hacernos creer que los acontecimientos son también inevitables y no contingentes. Pues bien, señor Presidente, "en los tiempos que corren" le cabe a usted diferenciar entre el tiempo y los acontecimientos, entre lo inevitable y lo contingente.

    Sin embargo, sería uno necio si no asumiera como punto de partida la actual "coyuntura económica". ¡Ah, "coyuntura", otra palabra interesante! Significa oportunidad para hacer algo y, en el caso de la expresión "coyuntura económica", se entiende como "combinación de factores y circunstancias que, para la decisión de un asunto importante, se presenta a una nación".

    Pues bien, "en los tiempos que corren" y valorando la actual "coyuntura económica", me atrevo a proponerle algunas cuestiones relacionadas con la educación en Andalucía. Asumo como punto de partida para estas cuestiones algo que nunca hubo de faltar en la administración, la austeridad y el control del gasto, pero también adopto una "actitud en acción" positiva y de mejora. (La expresión "actitud en acción" se la regalo, yo la aprendí del ex-ministro Gabilondo).

    Para ello, me pondré dos sombreros muy andaluces: el blanco y el verde.

    El Sombrero Blanco: los hechos

    Hacer una valoración global y acertada del sistema educativo andaluz dentro del género discursivo "entrada en un blog" es una pretensión en la que no incurriré. Se necesitarían más datos de los que tengo y más espacio del que me permito.

    De todos modos, y asumiendo las simplificaciones, estos son algunos de los hechos según la Agencia Andaluza de Evaluación Educativa y el Informe de Resultados de la Evaluación de Diagnóstico 2010-2011:
    • El 90,4% del alumnado de Educación Primaria se encuentra en niveles intermedios y avanzados de rendimiento. Un 9,6% estaría en los niveles iniciales de rendimiento y un 48,3% en los niveles avanzados.
    • En Secundaria cambian los porcentajes pues el 19,4% del alumnado se encuentra en los niveles iniciales de rendimiento y solo el 27,8% se halla en los niveles avanzados.
    • Me parece significativa la correlación que encuentra la Agaeve entre el gusto por el estudio y los promedios de las puntuaciones obtenidas en las diferentes competencias en Primaria así como el dato acerca de cómo el gusto por el estudio o por ir al centro educativo disminuye en Educación Secundaria (el 56,63% manifiesta que no le gusta estudiar y el 55,69% no le gusta ir al instituto o al colegio).
    • Como ocurre en otras evaluaciones nacionales e internacionales, se repite la correlación positiva entre el nivel de estudios de los progenitores y los resultados en las competencias evaluadas, con diferencias de hasta 122 puntos entre estudiantes de familias con estudios universitarios o sin estudios. En Educación Secundaria, el 14,0% de las madres y el 16,1% de los padres de la muestra no tienen ninguna titulación; en cuanto a su "estatus ocupacional", el 33,0% de los padres son personal cualificado en agricultural y pesca, industrias manufactureras, construcción, minería y artesanía y el 37,4% de las madres se dedican a labores domésticas en el propio hogar; las cifras son similares en Educación Primaria.
    • Por último, se demuestra, según los datos de la Agaeve, otra tendencia prevista en las evaluaciones nacionales e internacionales: la relación lineal entre el Índice Socioeconómico y Cultural y los niveles de competencia del alumando, tanto en Educación Primaria como en Educación Secundaria, y con una amplia diferencia entre los niveles inferiores y superiores en ambas medidas.
    Es decir, según estos datos parece que en Andalucía - como en otras comunidades - la Educación Primaria contribuye a un nivel razonable de desarrollo de las competencias del alumnado y que la Educación Secundaria encuentra más problemas para promover esos mismos niveles de desarrollo.

    A estos "hechos" hay que añadir algunos otros hechos más difíciles de cuantificar pero no por ello menos factuales:
    • Cuestiones estructurales que permiten comprender los datos de la evaluación de diagnóstico como la complejidad organizativa de los centros de Educación Secundaria (¡cuánto me gustaría tener los datos diferenciados por tamaño del centro, y también las diferencias entre centros públicos y concertados una vez que se elimine la incidencia del índice socioeconómico y cultural!).
    • Cuestiones de cultura educativa como las "teorías de enseñanza" en Educación Primaria y Educación Secundaria, el impacto de la PAU en la actuación del profesorado de Secundaria, el "índice de innovación educativa" de los centros de Infantil y Primaria frente a Secundaria, etc.
    • Cuestiones políticas como la incidencia del Plan de Fomento del Plurilingüismo, el Programa Escuela 2.0, el Plan de Lectura y Biblioteca, el Programa Escuela Espacio de Paz, el Plan Integral para la Inmigración en Andalucía, etc. ¡Cuánto me gustaría también disponer de la correlación entre los resultados de la evaluación de diagnóstico y la participación de los centros en estas experiencias de innovación propuestas desde la Consejería de Educación!
    Por otro lado, a la vista del Avance de resultados del Estudio sobre Satisfacción de las Familias con el Sistema Educativo, parece que las madres (fundamentalmente) y los padres están satisfechos con la atención educativa que reciben sus hijas e hijos y, en especial con la actuación del profesorado y los tutores y tutoras así como con el clima de convivencia de los centros. Lo mismo no se puede decir, sin embargo, de su grado de conocimiento de los "planes y programas" que la Consejería de Educación ha puesto en funcionamiento, que muchos afirman no conocer: algo no se habrá hecho bien cuando muchos destinatarios de estos planes y programas no los conocen...

    El Sombrero Verde: las propuestas

    Para organizar mis ideas y no divagar, le ofrezco algunos principios que podrían ser interesantes en estos momentos, ya sabe, "en los tiempos que corren" y con la actual "coyuntura económica". Lo hago humildemente y asumiendo que son de sentido común y muy probablemente usted ya los habrá tenido en cuenta. De todos modos, exponerlos me permite, como ya dije anteriormente, ordenar mis ideas para el presente y para el futuro. Aquí se los dejo.

    Estabilidad

    La vida es complicada, mi madre suele decírmelo; imagino que la política, como parte de la vida, también lo es y adaptarse a las complicaciones de la política exige, de vez en cuando, cambios en la estructura del gobierno.

    Sin embargo, sería muy interesante que quien ocupe el cargo de consejero o consejera de educación lo haga de manera estable. No repetiré aquí el baile de personas que han ocupado el cargo desde la marcha de Cándida Martínez a Madrid; seguro que todas ellas han aportado algo a la educación andaluza pero el trasiego es perjudicial para la propia Consejería y para todo el sistema educativo andaluz. Entre otros, el profesorado vive de manera muy negativa estos cambios, como períodos de inestabilidad, y los interpreta como una debilidad de la Consejería de Educación dentro del organigrama del poder de la Junta. 

    Coherencia

    Llevar tantos años en el gobierno tiene aspectos positivos y negativos. Entre los positivos, se puede contemplar el logro en el tiempo; entre los negativos, no hay nadie a quien echarle las culpas de los fracasos.

    En este sentido, señor Presidente, sea usted coherente con los hechos y con su compromiso con la educación. Acometa políticas que apunten directamente a la búsqueda de soluciones sin pasar por las ocurrencias. Hay muchos referentes en las Ciencias de la Educación donde pueden usted y su gobierno basarse para dar pasos seguros: si nadie se atrevería a improvisar en Economía, en Industria o en Empleo, ¿por qué en Educación? En publicaciones como "Actuaciones de éxito en las escuelas europeas" puede encontrar propuestas concretas avaladas por la experiencia y la investigación y asumibles desde la Consejería como vías de desarrollo deseables.

    Por otro lado, sea usted coherente con sus políticas innovadoras anteriores, las que han definido la "marca andaluza" dentro y fuera de la comunidad. Mantenga firme su compromiso con el plurilingüismo (avalado no sólo por los resultados de la Evaluación de Diagnóstico sino también por la evaluación del Plan de Fomento) y con el programa Escuela 2.0, lo cual implica evaluar resultados y reconsiderar su desarrollo (e incluso las inversiones previstas).

    En relación con el Plurilingüismo, conozco en profundidad el funcionamiento de los centros bilingües, los buenos resultados que dan, el trabajo del profesorado (en sus clases y en su propia formación), las perversiones que en algunos casos han ocurrido (por ejemplo, gracias a la división en "línea bilingüe" y "línea no-bilingüe") y los intentos de la Consejería por solucionar estos problemas. Creo que todos tenemos que felicitarnos por los logros, alcanzados en un tiempo relativamente corto, al mismo tiempo que mantenemos una actitud crítica respecto a los problemas que puedan existir.

    En el caso de la Escuela 2.0, ya sabrá usted que la comunidad educativa estuvo y está dividida - no solo en Andalucía sino en todo el mundo - en relación con los programas 1x1. Por un lado, es evidente que proveer de portátiles a los estudiantes es una acción positiva, sobre todo en el caso de los estudiantes con menor capacidad adquisitiva; por otro lado, es igualmente evidente que los portátiles por si solos no cambian nada y son necesarios cambios metodológicos para que sean de utilidad.

    Sin embargo, le ruego que antes de plantearse la continuidad de ambos programas, piense en lo que han supuesto para el profesorado. Ambos han sido una señal inequívoca de cambio que los docentes han asumido con profesionalidad: debe usted saber cuántos docentes se han estado preparando en las Escuelas Oficiales de Idiomas, cuántos han participado en los cientos de experiencias de formación sobre las TIC, cuántos han asistido a los muchos encuentros que han tenido lugar dentro y fuera de Andalucía, cuántos han preparado materiales de clase bilingües y cuántos han incorporado los blogs o las wikis a su docencia. Hoy Andalucía es una "potencia" (disculpe usted el lenguaje militarista) en plurilingüismo y uso de las TIC y lo es gracias a su profesorado. Considere usted esta riqueza antes de dar ningún paso.

    Diálogo

    En una publicación de 2010, firmada por José Antonio torres y el Equipo de Investigación de la Universidad de Jaén Grupo DIEA, se analiza el grado de satisfacción del profesorado de Educación Secundaria en el desarrollo de su labor docente. En general, el profesorado de Educación Secundaria, más allá de la imagen negativa que se suele transmitir, está contento con su trabajo: el 77,1% está entre satisfecho y bastante satisfecho y el 88,3% está satisfecho o bastante satisfecho con el desarrollo de su ejercicio profesional.

    Sin embargo, el 81,1% se encuentra poco o nada satisfecho en su relación con la administración y con los responsables de la supervisión educativa. Ahí, señor Presidente, tiene usted un problema: precisamente en la etapa donde crecen las dificultades en el desarrollo de las competencias básicas es donde se muestra un distanciamiento mayor entre el profesorado y la administración educativa.

    No voy a entrar a analizar aquí las responsabilidades de ese distanciamiento; prefiero simplemente apuntar que la necesidad de diálogo con el profesorado de Educación Secundaria es perentoria. Analizar cuáles son las causas de su insatisfacción, negociar puntos de encuentro, plantear alternativas, buscar consensos en beneficio del propio alumnado de Educación Secundaria es fundamental.

    Por mi parte solo me atrevería a apuntar que la pieza clave para la negociación con el profesorado de Educación Secundaria es apelar a su propia profesionalidad. He tenido la suerte de trabajar con muchos profesores y profesoras de Educación Secundaria en el ámbito de la enseñanza de idiomas y en relación con el Plan de Fomento del Plurilingüismo, el currículo integrado y el proyecto lingüístico de centro. También tengo la suerte de trabajar con profesorado de Educación Secundaria en el ámbito científico-tecnológico dentro de Profundiza. En ambos casos he conocido a estupendos profesionales dispuestos a trabajar duro e incluso a hacer grandes sacrificios por su alumnado. Con ese profesorado y ese nivel de profesionalidad, hay futuro y posibilidades de mejora.

    Planificación

    A la escuela no le sientan bien la improvisación o los cambios repentinos. Por ello, señor Presidente, sería mucho mejor para todos si dispusiéramos de un plan de actuación detallado y claro de cuáles son las intenciones de la Consejería a corto, medio y largo plazo y en relación con cada una de las líneas de trabajo de la Consejería.

    ¿Cuál es la actitud de la Consejería respecto a las competencias básicas? No le oculto si le digo que me habría gustado que la Consejería hubiera sido pionera en el trabajo en relación con las competencias básicas, como sí han sido otras comunidades como Cantabria, Cataluña, Navarra o Euskadi; tengo la sensación de que en nuestra Comunidad hemos avanzado mucho más en "evaluación de competencias básicas" que en su propio desarrollo, donde han sido los CEP quienes han tenido que tirar del carro buscando referentes y mecanismos de actuación ante la pasividad de la Consejería.

    ¿Cuál es la postura de la Consejería respecto a la formación permanente del profesorado? Ya ve usted, señor Presidente, que la tendencia es aprovechar la crisis para desprofesionalizar la docencia por la vía de eliminar recursos para la formación permanente: no caiga en la tentación, señor Presidente, se lo ruego. La mejora de resultados viene por la vía de la innovación desarrollada en los centros educativos y asentada en evidencias científicas, no solo por cursos on-line de inglés y uso de las TIC. Pregúntese, por ello, cuántas reuniones se han celebrado entre la Consejería y las direcciones de los CEP en los últimos años e intente que mejore la coordinación en ese sentido, por no mencionar la publicación definitiva del Decreto que regule la Formación Inicial y Permanente del Profesorado.

    ¿Cuál es la postura de la Consejería respecto al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo? Se han dado pasos interesantes en este ámbito, desde la publicación de los Manuales de Atención al Alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo hasta el trabajo con alumnado de altas capacidades o en interculturalidad, donde Andalucía ha sido siempre un referente. Continuar en esa línea sería un acierto porque ahí, señor Presidente, no solo estamos ayudando a un grupo importante de niños y niñas: estamos construyendo una sociedad mejor.

    En fin, señor Presidente, todos le agradeceríamos disponer de un plan de actuación en el cual, aprovechando la experiencia de todos estos años, pudiéramos conocer cuáles son las intenciones de su gobierno para sumar fuerzas en el empeño.

    Dinamismo

    Y tras la planificación, actuación. Ponga usted la maquinaria en marcha a toda velocidad. La escuela no se para, estamos siempre en movimiento porque nuestro ciclo de trabajo nunca se detiene.

    Necesitamos que imprima usted dinamismo a las delegaciones provinciales. Supongo que usted entenderá que la Consejería es para muchos de nosotros poco más que un ente supraterrenal que determina y dictamina desde el cielo sevillano: para la mayoría de nosotros son las Delegaciones Provinciales nuestros interlocutores cotidianos. En este sentido, pregúntese cuánta de la insatisfacción del profesorado emana de su relación con la Delegación Provincial correspondiente y cuánta de su relación con la Consejería. Y, por otro lado, pregúntese por la evolución de los resultados en evaluación de diagnóstico en cada provincia y su relación con el dinamismo de esa misma Delegación Provincial: ¿o acaso solo el profesorado es responsable de los resultados de la evaluación de diagnóstico?

    Las Delegaciones Provinciales no pueden ser simples máquinas administrativas, aunque el volumen de problemas administrativos (laborales, de matriculaciones, etc.) que resuelven sé que es abrumador. Necesitamos Delegaciones Provinciales dinámicas, que lideren al profesorado de su provincia indicando cuáles son las líneas prioritarias de actuación, como en mi humilde opinión ha estado haciendo la Delegación Provincial de Málaga en estos últimos años con Antonio Escámez a la cabeza: se demuestra no solo en su web sino en las páginas sobre Educación en Valores, la Red de Orientación, la Red Profesional de Bibliotecas Escolares de Málaga, SecuryTIC o, finalmente, el interesantísimo portal Andalucía Creativa.

    Y, junto a las Delegaciones Provinciales, necesitamos Centros del Profesorado, Equipos de Orientación Educativa y de Inspección Educativa dinámicos, cercanos e implicados con los centros a quienes asesoran. En este sentido habrá que hacer un seguimiento especial al desarrollo del Decreto 56/2012 y a la idea de Zonas Educativas, las Redes Educativas y los Consejos de Coordinación de Zona. Creo que en principio son buenas ideas aunque debo decirle que me da mala espina (perdone el vulgarismo) un Real Decreto que dedica dos de sus cuatro páginas (quitando los anexos) a definir las funciones de la Presidencia de los Consejos de Coordinación de Zona, la Vicepresidencia, los Consejeros y Consejeras, la Secretaría y las Comisiones de Trabajo: ¿realmente era necesario crear los Consejos de Coordinación de Zona a la imagen y semejanza de la propia Consejería, con tanto cargo, vice-cargo y sub-cargo? Estaremos atentos a su funcionamiento, se lo puedo asegurar.

    Evaluación

    No sé si en otras profesiones lo tienen tan claro como en educación, donde esto es una evidencia: para mejorar, hay que evaluar. O como le gustaba decir al ex-ministro Gabilondo, "lo que no se evalúa, se devalúa". Por ello, es importante que sus decisiones estén avaladas por evaluaciones serias del sistema educativo.

    En este sentido el buen funcionamiento de la Agencia Andaluza de Evaluación Educativa es transcendental. Necesitamos indicadores válidos de cómo está evolucionando el sistema y para ello la evaluación y las publicaciones de la Agaeve son el mejor referente.

    Sin embargo, permítame, señor Presidente, un par de precisiones: no todo está en los números y no todo está en lo macro. Necesitamos también investigaciones micro y de carácter cualitativo que nos permitan conocer cómo pueden el CEIP San Walabonso o el CEIP San José Obrero conseguir lo que está consiguiendo o cómo evoluciona el crecimiento del IES Ítaca y su peculiar e innovadora organización de centro.

    Para este tipo de investigación las universidades están bien preparadas y sería interesante abrir canales de trabajo más intensos entre las universidades y los centros educativos andaluces, quizás potenciando la actual convocatoria de proyectos de investigación, innovación y elaboración de materiales curriculares.

    Despedida y cierre

    En fin, señor Presidente, no le entretengo más, que una entrada en un blog es lo que es y no debe prolongarse más allá de ciertos límites.

    Supongo que le consta que dejamos sin tratar muchos temas: todo el asunto de las oposiciones y el papel de los interinos, que seguro que le dará dolores de cabeza; la implicación de las familias, donde quizás el modelo de las comunidades de aprendizaje tanto tendría que decir; la importancia de la educación a distancia, con el flamante IEDA a la cabeza; la relevancia social (y para la mejora de los resultados de la Evaluación de Diagnóstico) de la Educación Permanente, donde tanto hay por mejorar; etc. Hay muchos temas porque, en definitiva, la base de nuestra sociedad no es otra que la Educación, espero que lo entienda.

    Los próximos años serán muy duros, nos dicen todos los agoreros. Creo que también serán apasionantes. Le deseo mucha suerte y todo el ánimo del mundo. Por su bien y por el nuestro.

    Reciba un cordial saludo

    F.T.S.