Fueron a Colliure para visitar la
tumba de Machado y regresaron constituidos en generación. Desde ese mismo
instante, su existencia ha sido discutida incluso por ellos mismos. Caballero
Bonald, el más infractor de sus integrantes, ha dejado escrito que, más que de una
generación, podría hablarse de un círculo de amigos que compartieron una
devoción locuaz por la noche y sus bebedizos, además de una postura contraria
al Régimen. No encuentra el jerezano ningún rasgo puramente literario que
pudiera determinar la existencia de una generación como tal. Tampoco tenemos
claro quiénes fueron estos poetas del medio siglo, puesto que sus nombres
aparecen y desaparecen de las diferentes nóminas dependiendo del gusto personal
de quien las confecciona.
En cambio, leyendo a Jaime Gil de
Biedma puede uno tropezarse con algún amago de certeza sobre la cuestión. En su
Moralidades, encontramos versos que
pueden aportar una exigua luz acerca de sus integrantes (a vosotros, Carlos, Ángel / Alfonso y Pepe, Gabriel / y Gabriel, Pepe
(Caballero) / y a mi sobrino Miguel, / Joseagustín y Blas de Otero) y que,
además, terminan sugiriendo un nexo de unión incuestionable, aunque discutible
como rasgo que pueda generar una conciencia de grupo: señoritos de nacimiento / por mala conciencia escritores / de poesía
social.
Pie de foto: Algunos miembros de la llamada “Generación del Medio Siglo” en
Colliure.