domingo, 10 de agosto de 2014

Un pueblo partido por la mitad

El toro, por Sacha
 

Por Esperanza Cabello

Érase una vez un pueblo de la sierra de Cádiz. Un pueblo como tantos otros, trabajador, con su idiosincrasia y sus historias, tranquilo y apacible normalmente, luchando por salir de la crisis y peleando siempre por un futuro mejor.
Érase un pueblo con sus luces y sus sombras, en el que teníamos algunas cosas de las que no estar orgullosos pero muchas más por las que levantar la cabeza bien alta y sonreír.
Érase un pueblo en el que los dirigentes de unos y otros partidos hacían, casi siempre, lo que mejor sabían y trabajaban lo mejor que podían.
Érase un pueblo que cantaba Carnaval en febrero con énfasis, que comía gañotes en Semana Santa y crujía gamones en mayo. Un pueblo que desfilaba con una Patacabra carnavalera bailando de alegría y que se enorgullecía de su Peña Flamenca, de sus deportistas, de sus Nutrias Pantaneras, de sus carreras de coches, de sus estudiantes, de sus pintores, de sus artistas, de sus músicos, de sus petaqueros. Un pueblo que sacaba a su Patrona con el terno puesto y bajaba Calzada abajo con disfraces de romano. Un pueblo que lo mismo se vestía de hebreo en Navidad para el Portal Viviente que de flamencos en la Feria para bailar sevillanas.
Érase un pueblo capaz de volcarse en las redes sociales para explicar cómo "No eres de Ubrique si..." o para compartir miles de fotos y recuerdos comunes.
Érase un pueblo capaz de ofenderse y protestar cuando en la tele nos colgaban una y otra vez un sambenito que no queríamos y capaz de organizarse para exigir una sanidad digna.
Érase un pueblo que lloraba cuando destruían uno de nuestros monumentos más queridos y que se alegraba y reía cuando se recuperaban otros lugares emblemáticos.
Érase un pueblo que honraba a sus mayores y cuidaba de sus pequeños, orgulloso de los buenos resultados académicos y de la gran cantidad de universitarios bien formados que procedían de estas sierras.
Érase un pueblo en el que todos se respetaban normalmente , y en el que cada cual tenía su lugar...

Pero nos han partido por la mitad, han quebrado el equilibrio entre unos y otros, han roto la armonía y, lo que es peor, nos han dividido en dos, con una fisura que no sabemos cerrar, una fisura dolorosa  por la que se nos escapan ilusiones, esperanzas y alegría.
Lo que fuera un pequeño grupo de personas que quería sacar a un toro por las calles se está convirtiendo en una maraña de gente que se une a ese grupo por una u otra causa.
Lo que fueron varias voces que se levantaban tímidas protestando porque nos rompían la armonía, porque querían trasladar a nuestras calles una actividad con la que muchísimos no están de acuerdo, porque ni siquiera nos cabe en la cabeza que en nuestras calles pudiera maltratarse a ningún ser vivo, se ha convertido en un clamor popular, en cientos de personas movilizadas, recogiendo firmas, haciendo propuestas, pidiendo ayuda, escribiendo cartas a las autoridades.

Poco a poco vemos cómo se enconan las posturas. Hemos visto cómo había disputas incluso dentro de las familias, cómo algunos irrespetuosos de uno y otro bando se insultaban y se zaherían con palabras que solo buscan hacer daño.
Nosotros mismos hemos recibido algún que otro mensaje "incoherente" por las redes sociales y hemos visto cómo alguien -a quien no conocemos- hacía extraños en una moto delante de nuestro vehículo, movimientos que no entendíamos hasta que nos fijamos en la camiseta del indivuduo: era la camiseta de la peña que quiere soltar dos toros por las calles de Ubrique.

Nos han roto. Nos han dividido. Nos han partido.
Nadie nos preguntó si queríamos que nos partieran, nadie nos preguntó si queríamos que nos hicieran daño, nadie nos preguntó si queríamos que el pueblo estuviera dividido por la mitad. Independientemente de partidos  políticos (todos nuestros gobernantes juntos nos han decepcionado a algunos y han apoyado a otros):  hay personas sensibles con el maltrato animal en todos los partidos, y jóvenes que quieren  segregar adrenalina delante de un toro independientemente de sus ideas políticas.

Una amiga que participa en la recogida de firmas para pedir que no se autorice la suelta de toros en Ubrique nos decía amargamente "Lo que no entiendo es por qué tengo yo que sufrir de esta manera, cómo nadie nos ha preguntado, van a venir a importunarnos en nuestras calles y no entiendo por qué ahora estamos obligados a defendernos".

Y esa es la palabra que planea sobre una gran parte de los ubriqueños: Amargura.
Porque dará igual que haya miles de firmas explicando que muchos ubriqueños no queremos maltrato a ningún ser vivo en nuestras calles y que eso no forma parte de nuestras costumbres ni de nuestras tradiciones; dará igual que se autorice o no la suelta de toros, algunos ubriqueños se sentirán satisfechos y otros llorarán.
Si hay toro, algunos nos iremos apesadumbrados de nuestro pueblo para no estar aquí esos días de "supuesta fiesta", para no participar en nada.
Si no lo hay, algunos se enfadarán y se sentirán muy defraudados, han apostado fuerte por eso y no entenderán, de ninguna manera, que en los tiempos modernos está dejando de haber sitio para ellos.

El daño ya está hecho, Ubrique es un pueblo dividido, un pueblo partido por la mitad, y esa brecha es muy dolorosa, muy amarga. 



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viernes, 8 de agosto de 2014

Ubrique en los libros: No hay más referencias a ningún toro en las calles de Ubrique


Plaza de toros de Ubrique, 1910
Un público elegante y educado asiste al espectáculo taurino
Ya hace más de cien años



Por Esperanza Cabello

Desde que llegó a nuestros oídos la noticia de que un grupo de personas pretendía hacer en nuestro pueblo una suelta de toros de lidia teníamos la seguridad de que esa actividad no podría llevarse a cabo.
En primer lugar porque pensábamos que nuestros gobernantes, que han demostrado en tantas ocasiones ser respetuosos y trabajar duro por Ubrique, no lo iban a consentir.
Bueno, no sabemos qué pudo pasar, pero consintieron que el proyecto siguiera adelante.

Pero lo más importante era que sabíamos que la legislación vigente es muy estricta con este tipo de actividades, y Ubrique no cumple los requisitos para que se pueda instaurar una suelta de toros de lidia, ya que existen muchas condiciones que no observamos.
Entre ellas, y llevando el tema a nuestro lugar favorito (los libros), no se puede elaborar un estudio historiográfico (imprescindible para esa autorización) que demuestre que la suelta de toros en Ubrique siga ningún tipo de tradición.

Ya ha quedado demostrado que ninguno de nuestros mayores recuerda, de ninguna manera, que se haya soltado un toro, atado o sin atar, por nuestras calles. Hemos preguntado a nuestras memorias vivas, a nuestras fuentes de siempre, y esa historia del toro, se llame enmaromado, de cuerda, del gayumbo o de lo que sea no les dice nada a ninguno de ellos.

Eso sí, recuerdan el toro de fuego de Emiliano, algunos con mucho cariño y mucha emoción. Era una estructura de madera y tela, con unas astas de toro agujereado en las que se habían metido previamente algunos cohetes y que corría por las zonas aledañas al convento la noche de los fuegos, haciendo las delicias de chicos y mayores.
Del mismo modo recuerdan algunos, y nosotros también, el toro de los gigantes y cabezudos, también de madera y tela, que corretea a la chiburralea durante las cabalgatas de las mañanas de feria.
Pero de un toro de verdad por las calles de Ubrique, "nanai de la China" (que nos ha dicho Rosario).
Así que a partir de la Memoria Viva de Ubrique no se podría hacer ningún estudio historiográfico que demostrara que ha existido esa fiesta.


Entonces nos hemos puesto  a trabajar con los libros, en ellos solemos encontrar muchas respuestas, y, para nuestra conformidad, estos son los datos que hemos encontrado:


Hasta el momento teníamos la referencia del padre Sebastián, quien menciona de pasada en 1944, que en las fiestas de  san Pedro y san Juan, antiguamente, se corrían toros. También  nuestro padre en su libro "Ubrique, encrucijada histórica" al escrito que don Francisco García Parra redactara en 1903:

 
 Manuel Cabello, Historia de Ubrique


Como ya hemos explicado en una ocasión anterior, a finales del siglo XIX el matadero municipal estaba en la plaza de la Verdura, y llevaban a un toro enmaromado desde la calle Prim hasta el matadero, donde lo sacrificaban.
En aquella época los festejos taurinos eran en el patio de la casa de El Catalán (que aún se conserva actualmente), hasta que en 1875 se comenzó la construcción de la plaza de toros, que no se inauguraría hasta principios de siglo.
El "cronista" de Ubrique en la época, don Francisco García Parra, escribe en 1903 sobre el toro de cuerda, utilizando el pasado, o sea, que ya en ese año no se celebraba.
Podemos pues afirmar que en 1903 ya NO recorría las calles de Ubrique ningún toro de lidia.

Entonces nos queda por encontrar la trayectoria y la historia del toro de Ubrique.

Hemos comenzado por el libro más antiguo que conocemos dedicado a la historia de Ubrique: Las "Misceláneas" de Rafael Aragón Macías. Se trata de un manuscrito recopilado por Rafael de Aragón y que reúne textos de los siglos XVI,  XVII, XVIII y XIX.
Son textos dedicados fundamentalmente a genealogías, pero también podemos leer historias del pueblo, del origen del nombre de algunas calles, de ubriqueños increíbles (como el hereje que fue condenado) y de costumbres familiares.
Llevamos trabajando, junto a nuestro compañero Antonio Domínguez Gil, más de dos años en la transcripción del libro, y en ningún momento hemos encontrado ninguna referencia a ningún toro.

Don Rafael Aragón no menciona ninguna suelta de toros en Ubrique.



Portada de las "Misceláneas" de Rafael Aragón




En segundo lugar hemos releído  (en este enlace puede leerse también) el diario de doña Frasquita Larrea, la escritora, madre de Fernán Caballero, que pasó en Ubrique el verano de 1824 y que habla de las huertas, de la gente, de las calles, de las fiestas, de la feria, de los curtidos, del trabajo, de las labores, de la costura...
Pero en ningún momento hace referencia a ninguna fiesta que tenga que ver con un toro suelto.

Doña Frasquita Larrea no menciona ninguna suelta de toros en Ubrique.



 Imagen de Mediodía (en este enlace) 




Quizás pasando por alto a algún otro autor del siglo XIX nos hemos puesto a leer el sainete lírico de Enrique Zumel  (en este enlace) publicada en 1890 : "La Comedia de Ubrique", que nuestro amigo José María Gavira transcribiera y sobre el que hizo un trabajo extraordinario (en este enlace), pero tampoco hay ninguna referencia al toro, tampoco hay ninguna mención de ningún toro en 1890.

Don Enrique Zumel no menciona ninguna suelta de toros en Ubrique.


 La comedia de Ubrique
Gentileza de Mediodía




También hemos ido de nuevo a leer lo que Pío Baroja escribiera sobre nuestro pueblo (en este enlace), por si se nos había escapado algún detalle en la primera lectura, pero nada. Pío Baroja hace un retrato bastante más mísero de nuestro pueblo que doña Frasquita, y con menos simpatía, pero no hace referencia a fiestas con toros.

Don Pío  Baroja no menciona ninguna suelta de toros en Ubrique.



 Portado de "El sabor de la venganza"
Pío Baroja, 1921





 Hemos seguido buscando, y hemos acudido a uno de nuestros mejores referentes: el libro de don Bartolomé Pérez Sánchez de Medina "El habla de Ubrique".
Don Bartolo, como todos sabemos, es un profundo conocedor de nuestro pueblo, nuestra idiosincrasia, nuestras costumbres y nuestras historias. Pero sobre todo domina nuestra forma de hablar, nuestras expresiones genuinas y nuestras palabras.
Hace referencia a las fiestas, a la perra-toro, a los fuegos artificiales, a las moscas ("En Ubrique la mala mosca te pique"), al Día de los Paseos, a todos nuestros referentes... pero no hay ni una sola palabra dedicada a la suelta de toros, ni hemos encontrado "gayumbo" en su completo diccionario.

Don Bartolomé Pérez Sánchez de Medina no menciona ninguna suelta de toros en Ubrique.


 Don Bartolomé Pérez Sánchez de Medina
 

Ya un poquito cansados (pero muy satisfechos) de esta búsqueda infructuosa, hemos pensado que seguramente en las interesantes publicaciones de "Papeles de Historia" podríamos encontrar  datos de la suelta de toros en las calles de Ubrique en algún momento de la historia.
Claro que no disponemos de todas las publicaciones de esta asociación, pero hemos tenido acceso a las primeras, en papel, y a muchas otras, por internet, siendo nuestra búsqueda, de nuevo, totalmente infructuosa. 
No obstante, estábamos seguros de que en los escritos sobre la antigua plaza de toros se podrían esconder nuesvos documentos o reseñas que pudieran hacer pensar en una costumbre taurina, y hemos acudido al magnífico estudio que Alejandro Pérez Ordóñez publicara justo antes de que el edificio fuera vilmente demolido (en este enlace) . Pero tampoco Alejandro se refiere a ningún toro enmaromado, aunque habla de toros y toreros y de pequeñas historias de esta gran plaza.

Don Alejandro Pérez Ordóñez  no menciona ninguna suelta de toros en Ubrique.






Plaza de toros de Ubrique, años 90
Gentileza de "Ubrique en el recuerdo"


Así pues, tras un buen montón de horas dedicados a leer y a investigar buscando pruebas, datos, referencias, antecedentes o circunstancias de la suelta de toros de lidia por las calles de Ubrique para saber si se podría documentar la argumentación que forzosamente debe pasar por la Delegación del Gobierno antes de conseguir la autorización para poder llevar a cabo esta actividad, podemos concluir que, exceptuando el escrito de García Parra de 1903 del que se hacía eco nuestro padre (y nosotros en este blog) no hay absolutamente ningún dato ni ninguna referencia al toro del gayumbo, ni al toro de cuerda, ni al toro enmaromado, ni a la suelta de toros en esta localidad en ninguno de los libros de referencia de la historia de Ubrique.



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miércoles, 6 de agosto de 2014

Catalina Gil Cordón, una ubriqueña primorosa y hacendosa





Retrato de Catalina Gil Cordón, gentileza de María y Esperanza Rodríguez
 


Por Esperanza Cabello

Cada vez que nos encontramos con Francisco Rodríguez y Paca Jiménez (una pareja encantadora), los padres de nuestras amigas Mari y Esperanza, charlamos un poquito con  Paca, que nos cuenta muy satisfecha una historia muy curiosa: su madre, Catalina Gil, abuela de nuestras amigas, fue la encargada de planchar el traje de novia de nuestra madre, en septiembre de 1956.



Manuel Cabello y Esperanza Izquierdo en la foto oficial de la boda (1956)



Ya hemos comentado en algunas ocasiones (en este enlace)  que aquella boda fue todo un acontecimiento en el Ubrique de hace casi sesenta años: era una boda doble, se celebraba por la tarde y con todos los fastos y los lujos que se pudieran pensar en el momento.
Los trajes de las novias no eran menos: tanto el de nuestra tía Carmen como el de nuestra madre (los dos iguales) eran muy especiales, fabricados con tejidos expresamente seleccionados, elegantes, con un corte y un diseño muy originales, y, además, muy delicados.
Imaginamos que la tarea de planchar aquellos trajes, con las planchas de hierro calentadas en cocinas de carbón, no sería fácil en absoluto, y siempre nos ha hecho mucha ilusión cuando Paca nos ha contado cómo su madre, Catalina Gil, había sido la encargada de esa difícil tarea.


Bordados de Catalina Gil: manos primorosas de una costurera ubriqueña





Pero hemos sabido, además, que Catalina tenía manos de ángel para la costura. Su nieta Mari nos ha traído un mantel bordado hace casi cien años y nos ha encantado el colorido, el diseño, la perfección de las puntadas y la elegancia del conjunto.



Ocas y pájaros primorosamente bordados a mano


Claro que este mantelito es solo una muestra del buen hacer de Catalina Gil. Como para muchas de nuestras abuelas, la costura era para Catalina una tarea de excelencia, tanto para confeccionar la ropa necesaria con puntadas milimétricas como para dibujar en paños, colchas y cojines todo tipo de elementos decorativos.








 Esperanza y María Rodríguez Jiménez
Nietas de Catalina Gil



Agradecemos a Paca que nos haya contado esta historia tan entrañable que une a su madre y a la nuestra, y también a nuestras amigas Mari y Esperanza que nos hayan facilitado, con la amabilidad que las caracteriza, las fotografías y la historia de su abuela Catalina.



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viernes, 1 de agosto de 2014

La pila del convento, finalmente restaurada

 Cándido Benítez  Beteta junto a la pila recién restaurada


Fotografías de Paco Solano


La pila del convento ya está totalmente restaurada.
Nos hemos hecho eco en varias ocasiones del estado de este sencillo monumento ubriqueño, tan representativo y tan querido. El pasado diciembre sufrió un pequeño "descalabro", seguramente a causa de unos vándalos que no tuvieron otra ocurrencia que tirar la cruz y la parte superior  de la pila y destrozarlas.
Desde entonces, y sin dejar de atender a otras tareas, el operario municipal Cándido Benítez Beteta ha estado trabajando en su restauración. Ha tallado una nueva cruz y ha reparado y colocado las piezas de la parte superior de la pila,  pegando y remozando todos los trocitos de piedras que estaban deteriorados.





El resultado puede verse en las fotos: la pila totalmente restaurada y renovada.
Agradecemos a todos los que se interesan por cuidar, proteger y renovar nuestro patrimonio, desde las cosas más pequeñas e "insignificantes" hasta las grandes construcciones (parece que está empezando a tomar forma el proyecto de arreglar el puente de la Vega).
Es una lástima que en años anteriores no haya sido así, quizás habríamos podido mantener nuestra antigua plaza de toros.

También agradecemos a Paco Solano, técnico del museo de la piel, su deferencia con nosotros informándonos y enviándonos estas fotografías.


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miércoles, 30 de julio de 2014

Eduardo Janeiro Esquinas. In memoriam




Por Esperanza Cabello


Es una de las más duras noticias que podíamos conocer, la muerte de Eduardo Janeiro.
Desde la primavera pasada estaba enfermo, pero lo que al principio parecía no tener tanta gravedad ha ido agravándose hasta este fatal desenlace.
Y eso nos hace darnos cuenta de lo vulnerables que somos, de lo poco que importa que seamos jóvenes o mayores, que vivamos una vida intensa o refugiados en nuestras burbujas.
Eduardo era vivo, alegre, activo, espontáneo, genial.
Durante muchos años de infancia y juventud compartimos pillerías y travesuras, él era el hijo pequeño de nuestros tíos Eduardo y Margarita, y vivía un poco más arriba de nuestra casa, por lo que las ocasiones de juegos y carreras eran muy habituales.
Después nos hicimos "mayores", y juntos íbamos en las ferias a los bailes del Jardín con aquellas orquestas (Los cisnes azules) que tocaban precisamente lo que queríamos oír.
Más tarde vinieron los estudios, ambos hicimos filología, pero ya nuestras vidas siguieron caminos separados.
Al volver a contactar con él, ahora por internet, supimos que se había casado con Marisa de Casa, que tenían un hijo, Eduardo, un nuevo Eduardo Janeiro, y una preciosa hija encantadora que se parece a su padre: Sara; supimos que estaba enamoradísimo de su mujer y orgullosísimo de su familia, y que seguía siendo, en esencia, el mismo joven adorable y admirable que conocimos.
Y cuando el jueves pasado conocimos la horrible noticia nos quedamos desolados, no nos lo podíamos creer. Eduardo había fallecido, y fue incinerado en Fuengirola el pasado viernes.
Nuestro amigo Juan Ramírez escribió unas palabras muy sentidas, que todos podemos repetir:

 "Cuánto lo siento, cuánto me duele a mí también. El destino de algunas estrellas es ser fugaces, pero siempre, dejan detrás de ellas una gran estela. Eduardito te quiero. Pepita, Ana Mari, Margari, no tengo palabras que os puedan reconfortar. Quisiera que sintáis el calor de mi abrazo. Hoy se ha ido un hermano, hoy se ha desgarrado un inmenso jirón de mi infancia".


Queremos mandar un gran abrazo a su familia, a sus hermanas, a su mujer, a su hijo, a su hija, a sus sobrinos y a todos los que tanto lo querían, durante toda la semana solo hemos visto muestras de afecto y de desolación por parte de todos.

Descansa en paz, querido Eduardo, la misa por el eterno descanso de su alma tendrá lugar en Ubrique mañana, jueves, 31 de julio, a las ocho de la tarde en el Convento de Capuchinos.


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martes, 29 de julio de 2014

Cómo se desmota la lana

 Lana de oveja lista para desmotar
Debajo, una manta de lana del batán de nuestra bisabuela



Por Esperanza Cabello


Cada verano llega el momento de desmotar colchones y almohadas... o al menos llegaba, hace cincuenta años. Actualmente dudamos que sigan existiendo muchos colchones de lana, poco a poco han ido dando paso a colchones modernos, más cómodos y que dan menos trabajo.
Pero nosotros conservamos y renovamos las almohadas de lana, desde siempre. Nos parecen más cómodas, más frescas y más adaptables.
Los últimos colchones de lana que conocemos estaban en la casa de nuestra tía Teresita, en el "soberao", y siempre nos dejaba que cogiéramos un poco de lana para ir renovando nuestras almohadas.
Y cada verano, como hace cincuenta años, lavamos y desmotamos la lana.



 La lana desmotada y la lana abatanada

 Con el uso y el paso del tiempo, la lana, que en origen es esponjosa y suave, se abatana y se apelmaza, por eso hay que desmotarla.
Cada vez que abrimos las almohadas para lavarlas nos acordamos de nuestra bisabuela Antonia. En primer lugar porque desde los diez años trabajó en el batán de su padre (en este enlace podemos leer la historia), y además porque la recordamos en la azotea de nuestros abuelos, sentada en una sillita baja, junto a un montón de lana abatanada desmotándola.
Con una paciencia infinita nuestra bisabuela cogía uno a uno los mechones de lana y los separaba, quitándoles las pelusas, las semillitas, los trocitos de hojas, las hebritas de hilo y todos los trocitos minúsculos de cosas que no eran lana.

Cuando pasábamos corriendo y jugando nos llamaba: "Ven un ratito a ayudarme", y nos sentábamos un rato a intentar separar las fibras de lana. Apenas habíamos desmotado uno o dos montoncitos, nos aburríamos y seguíamos jugando, mientras ella continuaba, paciente, la labor.
Y eso que nuestra bisabuela no se caracterizaba precisamente por la paciencia, pero la recordamos dedicada a ella, y también, a su lado, su inseparable Rosario.

Ya hemos perdido casi todo el vocabulario relacionado con la lana y con su cuidado, apenas nos queda lo imprescindible: esquilar, desmotar, abatanar, enfurtir... También sabemos que un vellón (o tusón) de lana es toda la lana de una oveja cuando se esquila; un mechón es cada uno de los trocitos de lana, y las hebras son los mechones, ya hilados, que sirven para tejer o coser.



Desmotando la lana, hay que separar las fibras y quitar las partículas extrañas


Ahora es un lujo poder lavar y desmotar cada año la misma lana que guardamos celosamente. En verano los días son largos, la lana seca bien y colocamos nuestro montoncito de lana de las almohadas (muchísimo más pequeño que el de los colchones de nuestra bisabuela) sobre una de sus mantas, de las mantas fabricadas en el batán hace tantos años.
Con paciencia infinita vamos separando los mechones y las hebritas de lana, y entre las charlas de la sobremesa vamos viendo cómo el montón de lana abatanada se hace cada vez más pequeño, mientras que la lana esponjosa y suave va acomodándose en las fundas para servir de almohada un año más.
¡Quién sabe! Quizás algún día nuestros bisnietos se pregunten qué es la lana.

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domingo, 27 de julio de 2014

Accidente de automóvil en El Puerto, 1924

Noticia publicada en "EL SOL"
15 de octubre de 1924



Por Esperanza Cabello

Desde luego que los primeros tiempos de los automóviles fueron un poco difíciles también para los ubriqueños. Ya en 1924 hubo un accidente sonado en El Puerto, y en 1928 murió Rogelio Janeiro en Ubrique. 
Hoy queremos contarles la noticia del accidente de 1924:


Accidente en El Puerto de Santa María, 14 de octubre de 1924 a las doce del mediodía.
En las proximidades del puente de San Alejandro, Próximo a esta población, chocó contra un árbol un automóvil procedente de Ubrique en el que viajaban don Pedro y don José Bohórquez y don José Olivares; los tres resultaron heridos y fueron asistidos en el hospital.



La boda de Paco y Fernanda

Precioso cuadro de punto de cruz realizado con todo cariño para la ocasión



Por Esperanza Cabello
Fotografías de Julia, Fran, María, Luis, Esperanza, Julia, Eduardo, Manolo... y unos cuantos más



El viernes, 25 de julio, tuvo lugar un acontecimiento muy esperado en la familia: nuestro primo Paco se casaba felizmente con Fernanda Raspanti, una joven argentina que ha llegado a su vida dispuesta a hacerlo muy feliz.
Paco y Fernanda han preparado su boda en Ubrique, lugar de nacimiento del novio, con mucha ilusión. La casualidad ha querido que la novia fuera originaria de la localidad argentina Remedios de Escalada, junto a Buenos Aires, y la patrona de su pueblo es también Nuestra Señora de los Remedios, así que elegir la ermita del convento de capuchinos de Ubrique ha sido algo más que casualidad.


 El novio y la madrina, su hermana Ana María, a la llegada al templo


Como es habitual, hace muchos meses que  la familia está organizando todos los preparativos, y a nosotros nos hizo especial ilusión sentir la felicidad y la alegría de la pareja cuando vinieron a invitarnos. Paco quería contagiar su felicidad a todos, quería que nos sintiéramos bien, quería que todos lo celebráramos y hacer "un gran fiestorro".
Y así ha sido. La tarde comenzó con muchos nervios y últimos detalles. El novio llegó puntual a la cita acompañado por su hermana y madrina (guapísimos y muy sonrientes los dos). Nos llamó la atención la flor de su solapa: de algodón. Después veríamos que el ramo de la novia también estaba hecho con flores y algodón.


Novio y madrina ante el altar, esperando felices a la novia.
Ana estaba espectacular y preciosa



Toda la familia del novio estaba ya esperando en el interior del convento, sus sobrinos Luz María y Jacob iban a hacer las lecturas, Natalia Raspanti cantaría para los novios y todo el templo estaba decorado con flores y velas.
Poco a poco los invitados se fueron colocando mientras esperaban a la novia.

La novia y su padrino, su querido hermano, a la llegada al templo


La novia llegó del brazo de su padrino y hermano, visiblemente emocionada y feliz. Son momentos muy emotivos e inolvidables, y precisamente en esos instantes recordamos a nuestros seres queridos, evocamos los lugares, las personas, los acontecimientos de toda una vida...
De todas formas la magia de esos minutos envuelve a todos y la celebración se convierte en festejo en todos los casos, y esta boda ha sido una verdadera celebración.


La llegada llena de ilusión al altar. Toda la familia esperaba emocionada



Momentos de emoción y felicidad



Por fin, los anillos



El momento de las firmas. Ya son marido y mujer

Durante todo el tiempo hubo muchísimos detalles que nos hicieron pensar en el cariño y en el mimo con el que han sido pensados: el cuadrito de punto de cruz anunciando al boda (es la primera fotografía de la entrada); los abanicos para el calor; la música -fabulosa- de Puccini, Grieg, Schubert, Piazzola, Haendel; el Ave María que cantó Natalia, la hermana de la novia, dejándonos embobados a todos; los cartuchos de arroz envueltos en partitutras; los pajaritos de papel; los bastidores con los números de las mesas; los carteles y las explicaciones; los regalitos...



Comienza el reportaje de bodas
(Esperamos poder añadir algunas fotos)


A la salida del templo, y tras la lluvia de arroz (nos encantará ver esas fotos), hubo momentos muy emotivos. Las dos familias felicitaban a los recién casados y comenzaron los saludos. Personalmente, fue uno de los mejores momentos: poder ver y saludar a los primos y a los tíos, reunirnos con los amigos, reirnos, comentar, hacernos fotos.
Una de las mejores cosas de las bodas familiares es que conoces a casi todos los invitados y da mucha alegría poder saludarlos.
Lamentablemente el mismo día de la celebración había tenido lugar el entierro de Eduardo Janeiro Esquinas, primo hermano de nuestro padre, y todos estábamos consternados con esta terrible noticia. Muchos de los asistentes habíamos sido compañeros de juegos de la infancia y de la juventud de Eduardo, y su recuerdo estuvo con nosotros todo el tiempo.



Los hermanos Cabello, emocionados y felices, recordando en todo momento a los que no están

También estuvieron en el recuerdo de todos Manolo, Julia, Joaquina, Antonio, Manuel Heliodoro y  Pepe, sobre todo cuando, como en todas las celebraciones, se reunieron los hermanos y los cuñados para las fotos de rigor. 
Pero era día de celebración, y teníamos la seguridad de que para ellos también habría sido motivo de celebración ver a Paco y a Fer tan felices.



Toda la familia se arremolina alrededor de los recién casados para las fotografías



Finalmente, como somos tantos, Luis va haciendo las fotos pacientemente



Nuestro tío Pepe, rodeado por algunas admiradoras



Los primos se reúnen en el atrio de la iglesia

Entre los momentos de alegría, ver a nuestros primos y a nuestros tíos tan bien dispuestos, tan guapos y tan elegantes. Somos unos privilegiados por tener esta gran familia y por ser de una rama "familiera" y divertida.


Llegando al Cortijo barranco, Ana María y Remedios se disponen a festejar el evento

El banquete de bodas era en el Cortijo barranco, en Arcos. Es un magnífico cortijo reconvertido en alojamiento rural, profusamente decorado con detalles antiguos y en el que no faltaban los objetos de hierro típicos de las tareas agrícolas ni magníficos detalles de piedra, barro y mármol.
Los detalles siguieron toda la noche, y no faltó la música, la comida y la bebida en ningún momento.


Los tres hermanos Cabello elegantes y felices



Toda una vida juntos, son personas extraordinarias.

En el patio interior del cortijo nos reunimos todos los invitados esperando a los novios, que no se hicieron esperar. Después del reportaje fotográfico que se hicieron en varios lugares de Ubrique llegaron al cortijo, dispuestos a celebrar su felicidad con todos nosotros.



Fer, muy emocionada, recibe los parabienes de toda la familia


Pasados ya los primeros momentos de nervios y de ajetreo, Fer y Paco recibieron las felicitaciones y los regalos de la familia. Los veíamos felices y contentos, satisfechos de haber reunido a sus familias y tranquilos de ver que todo iba  bien.


Los novios leen las felicitaciones de sus familiares


Juntos leyeron los mensajes de felicitación y recibieron algunos regalos, entre ellos había uno pensado expresamente para ellos: Paco nació  en la plaza de la Verdura de Ubrique, y  es uno de los pocos ubriqueños vivos que han nacido en este lugar tan emblemático de nuestro pueblo.
Así que habíamos elegido una antigua imagen de la plaza y nuestro amigo José Antonio Martel había plasmado esa imagen en un lienzo  para la pareja. 
Los detalles continuaron durante toda la noche.


Un regalo muy especial: la Plaza de la Verdura en los años sesenta.
Paco es uno de los pocos ubriqueños vivos nacidos en la Plaza de la Verdura



Paco y Fer con los hermanos Cabello Izquierdo


También llegó el momento de las fotos con los novios, esperamos ver el reportaje completo, pero mientras nos tendremos que conformar con las fotografías que unos y otros fuimos haciendo de los momentos más destacados de la noche.
Después: el banquete. Parrilla argentina, en honor a la novia y a sus orígenes.
Nosotros tuvimos la suerte de compartir mesa y vecinos con primos y hermanos, y nos reimos tanto con las ocurrencias de unos y de otros que nos acordamos de nuestra infancia, cuando no podíamos parar de reir .



En pleno banquete: los novios van a cortar la tarta nupcial mientras que Remedios y Carmen 
se protegen del frío con unos "pañuelos" muy originales


Cuando pensamos en una boda a finales de julio en Andalucía seguro que se nos pasan por la mente imágenes de mucho calor, pero la verdad es que fue todo lo contrario, estuvimos muy fresquitos, demasiado, quizás. Para algunos era una temperatura ideal, pero para otras la temperatura iba bajando tanto qu etuvieron que echar mano de algunos "trucos" caseros. Fue muy divertido ver a nuestras tías utilizando con mucho estilo las servilletas para protegerse el cuello. 
Y más divertido aún fue ver cómo algunas de las invitadas improvisaban unos estupendos chales...


Las invitadas comparten el modelo de "chal" muy gustosas

...para protegerse del frío. Las fundas de las sillas sirvieron estupendamente para este cometido, pero también algún que otro mantel fue utilizado con este fin.
Pero como el cortijo es un lugar con muchos recursos, decidimos continuar con la fiesta en uno de los patios, resguardados, y allí comenzó, para alegría de todos uno de los momentos más divertidos de la noche.

El carnaval carioca, según los gustos de la novia: lo más divertido

De pronto Fer apareció con bolsas de fiesta: íbamos a hacer un guiño al carnaval carioca. Gorros, antifaces, trompetas, labios, chicharras, bongos, maracas, pitos, anillos luminosos, gafas brillantes... Mayores y pequeños empezaron a bailar, a cantar y a celebrar felizmente el acontecimiento.
 


Baile, banquete y carnaval: unimos fiestas y tradiciones
Nuestros dos primos pequeños, de lujo


Todos los invitados disfrutamos de lo lindo con el "fiestorro", según expreso deseo de los novios


Y aquí termina la crónica de esta boda tan especial y tan divertida. Quisiéramos agradecer a Fer y a Paco que nos hayan invitado a compartir estos momentos inolvidables y que nos hayan permitido disfrutar de su compañía y de la de toda nuestra familia.
También queremos desearles toda la felicidad del mundo, y esperar que la vida les sonría constantemente. Y, como diría Manuel...


¡Que vivan los novios!


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lunes, 21 de julio de 2014

La coral Ocurris Populi triunfa en la representación de "El fantasma de la ópera"

Miembros de la coral ante el cartel anunciador


Por Esperanza Cabello

Nuestra coral renovada está teniendo un especial despegue y consiguiendo una serie de triunfos que los identifican como verdaderos músicos de reconocido talento.
Además de las actividades que han realizado todo el año dentro del programa de la escuela municipal de música, este fin de semana ha tenido lugar el colofón  de todos sus esfuerzos.
Fueron invitados a participar, como invitados especiales, en las primeras representaciones de dos galas de "El fantasma de la Ópera", musical basado en la obra de Gaston Leroux, que ha cosachado un éxito notable a lo largo de todo este tiempo.
Como no pudimos asistir a la representación en vivo, no tenemos más remedio que enlazar con la crónica que nuestro hermano Manolo ha publicado en "Ubrique en Verde", pinchando en este enlace podrán ustedes conocer, de primera mano, esta experiencia extraordinaria.

¡Enhorabuena a todos los componentes de la Coral Ocurris Populi!


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