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jueves, 26 de septiembre de 2019

Las tres cruces de Ubrique, fray Buenaventura y el terremoto

Vía Crucis original desde el San Antonio al Calvario de Ubrique
erigido por Fray Buenaventura de Ubrique al principio del siglo XVIII
Litografía de S. Scherzinger en 1876





Por Esperanza Cabello

La historia de las Tres Cruces de Ubrique (la cruz del Tajo, la de la Viñuela y la del Benalfí), se estaba perdiendo en la memoria de los mayores de Ubrique, pero en los últimos tiempos, afortunadamente, hablar en el colegio de las leyendas de un pueblo en el que hay muy pocas, ha hecho que grandes y pequeños rebusquen en los recovecos de los recuerdos o tiren de internet para saber más cosas de El Salto de la Mora, Las Tres Cruces o El tío de la sangre.
Nosotros siempre habíamos oído que un fraile del convento de capuchinos, muy devoto de la santa Cruz, colocó con sus propias manos las tres cruces para proteger al pueblo en las tormentas.
No hace mucho tiempo estuvimos informándonos sobre este personaje ubriqueño, Fray Buenaventura de Ubrique (1691-1753) y pudimos leer su biografía escrita por fray Sebastián en su libro "Historia de la villa de Ubrique" (en este enlace), pero fray Sebastián no hablaba de las tormentas que, supuestamente, impulsaron a fray Buenaventura a colocar las tres cruces para proteger al pueblo.



En el mes de mayo nuestro amigo Fernando Oliva compartió una fotografía del calvario de Ubrique de García Parra, con su escrito correspondiente, y en el pudimos leer  (en este enlace) que:

Igualmente se cuenta que levantó las cruces "del Benalfí", "del Tajo" y "de la Viñuela", en acción de gracias por haber detenido un terremoto que amenazó sepultar al pueblo bajo la sierra que lo rodea.

¿Será verdad lo del terremoto? Es la primera referencia escrita que tenemos a propósito de este episodio. Francisco García Parra escribió esta nota en 1925, unos ciento cincuenta años después de que fray Buenaventura muriera, así que lo que sabía era, sin lugar a dudas, de oídas.
La tradición oral era muy poderosa, aunque no hemos podido constatar en ningún documento que hubiera habido realmente daños en el pueblo.
Hemos estado buscando referencias a grandes terremotos, y la principal es la del terremoto de 1755, que fue devastador, y cuyas consecuencias en Ubrique sí que fueron enviadas por escrito (en este enlace). Pero si nuestro fraile murió en 1753 está claro que debe de tratarse de otro terremoto.
 Por eso hemos debido buscar un poco antes en el tiempo, y hemos encontrado una publicación muy interesante de la estación sismológica de Cartuja, en Granada:





Se trata de un estudio de los terremotos en Andalucía desde que se tienen noticias de este fenómeno natural. Ubrique pertenecía a la capitanía general de Sevilla, así que hemos buscado los terremotos señalados en la época de fray Buenaventra, encontrando cuatro que hubieran podido ser los responsables de nuestras tres cruces: en 1714, 1715, 1724 y 1732.


 
En el mismo libro hemos podido leer que tanto los de 1714 y 1715 como el de 1732 no debieron de ser muy violentos, pues no se citan apenas.
Sin embargo, el 27 de febrero de 1724 hubo un gran terremoto: 

"Con esta fecha, y la denominación de megasismo del estrecho norte-bético (aludiendo a ápocas geológicas no muy lejanas...) hubo un terremoto, el que se hizo sentir más principalmente en la zona sismica de Sevilla; hubo casas destruidas, sobre todo en la parroquia de Todos los Santos, detrás de San Juan de Dios".


¿Sería este el terremoto que impulsó a fray Buenaventura a colocar las cruces en agradecimiento por habernos librado de la destrucción?
¿La imaginación popular mezcló el terremoto de 1755 con las cruces de fray Buenaventura?

Quizás podamos resolver esta duda en los archivos de Capuchinos en Sevilla, mientras tanto, seguiremos moviéndonos en el terreno de las leyendas, lo verdaderamoente importante es que no se olviden.


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martes, 13 de noviembre de 2018

El Salto de la Mora

"El Salto de la Mora"
Gentileza del artista plástico ubriqueño Zarva Barroso


Por Esperanza Cabello

Hace unos meses que seguimos, después de la publicación de "Don Barroso" (en este enlace), la trayectoria de este joven dibujante ubriqueño que nos sorprende y al que admiramos no solo por su trabajo, que es original, único e impactante, sino por su trayectoria humana. Es un joven comprometido, integrado, "peleón" en el mejor sentido de la palabra y, sobre todo, artista.
Y hoy hemos tenido la magnífica sorpresa de ver que nos ha enviado una magnífica leyenda de las del Ubrique de siempre que ha incluido en su Inktober (el reto de hacer publicar durante el mes de octubre cada día un dibujo con una serie), que él había dedicado, con un grupito de artistas plásticos, a la mitología ibérica (en este enlace).
Una vez terminado este reto creativo, Zarva ha decidido poner su  punto final en la mitología ubriqueña, dedicando la última creación a la leyenda del Salto de la Mora, de aquella "ubriqueña" que se despeñó por amor.

Esta es su publicación completa en redes sociales:


"Inktober terminó, pero no podía faltar un poco de mitología o leyenda de mi tierra, Ubrique. La gente de allí conoce su historia, pero puede que tú no la conozcas. Esta historia se la dedico a Esperanza Cabello Izquierdo , gracias a ella he podido rescatar de nuevo esta leyenda, de la que he decidido hacer una pequeña interpretación.

"Los fantasmas del Salto de la Mora". UBRIQUE (Cádiz, Mitología Andaluza).


Cuentan que allá por el siglo VIII existía un pequeño pueblo árabe sobre una de las sierras que hoy rodean al pueblo de Ubrique. Aquel pequeño poblado tenía por gobernante a un triste Cadí que había perdido a su esposa y que preocupado de que su hija corriese la misma suerte, no dejaba que se acercase ningún pretendiente o cualquier persona que hablase de amor. Su hija, un alma libre, escapaba muchas noches de sus aposentos para conocer la vida del poblado bajo las estrellas, hasta que una noche conoció a un joven cristiano del pueblo. Desde la primera mirada ambos se enamoraron, dejaron de lado sus religiones y decidieron que querían vivir su amor fuera de los dominios del Cadí. Aunque el Cadí, que estaba al corriente, esperaba al mozo para prenderlo y matarlo esa misma noche que habían planeado su fuga.
La joven "mora" no podía creerlo, solo le acompañaba la soledad y el desconsuelo, así que se tiró por las peñas, despeñándose en el acto, esperando reunirse con su amado en el más allá. Desde entonces sus almas vagan todas las noches por la sierra y por los antiguos dominios del Cadí, a lo que hoy se le conoce como "Salto de la Mora".



Puede que conozcas esta historia o alguna similar, seguro que te suena algún lugar llamado "El salto de la novia" o "El salto de la mora". Existen muchas teorías sobre estas leyendas, y muchas de ellas comparten un paisaje similar y un final trágico. El boca a boca las ha mantenido vivas pero también ha hecho que se transformen con los filtros de cada época, y en muchas leyendas se asocia el romanticismo a la religión, siendo la princesa la que abandona su religión (que suele ser musulmana) para vivir el amor con un cristiano. Leyendas de este tipo demuestran la subjetividad de todos los acontecimientos, porque en mi opinión, tanto las leyendas como la historia se cuentan y al contarlas ponemos emoción y sentimientos.
#comic #leyenda #mithology
#illustration #ilustracion


martes, 22 de mayo de 2018

Viriato en la "Batalla de Ubrique"

Batalla de Ubrique ganada por Viriato
Juan Serra Pausas (finales del siglo XIX)


Por Esperanza Cabello

Siempre hemos oído que Viriato, el gran guerrero lusitano que siendo pastor plantó cara a los romanos, luchó contra sus enemigos en nuestra tierra. Nuestro padre, Manuel Cabello, en un artículo publicado en ABC el 15 de agosto de 1973  "Ubrique, corazón de la Sierra de Cádiz", (en este enlace) ya hablaba de este héroe de nuestras lecturas infantiles.
Pero hoy hemos encontrado, en un repaso por una página de segunda mano, esta lámina ¿litografía? del catalán Joan Serra Pausas (en este enlace), publicada en el libro "Glorias Españolas".
Y el título nos ha impactado: "Batalla de Ubrique ganada por Viriato". 

No se podría asegurar con certeza que fuera en Ubrique donde tuvo lugar la batalla; en la época, por supuesto, Ubrique no existía. Más bien nos parece que estamso confundiendo dos topónimos muy similares: "Ourique y Ubrique".
Porque, efectivamente, hubo una terrible batalla en tierras portuguesas que se convirtió en uno de los mitos fundacionales de la historia de Portugal.

El caso es que más de veinte siglos más tarde un pintor catalán plasmó una imagen de guerra con este título en el que une el nombre de nuestro pueblo con las hazañas de Viriato. Pero apenas ninguna referencia más que nos haga pensar que no se trata de una confusión ortográfica.

Hemos encontrado un  relato de Balbino Lozano (en este enlace) publicado en el Correo de Zamora del que extraemos este texto:


"Corría el año 148 antes de la era cristiana, cuando los de Viriato se dirigieron a la ciudad de Tríbola, donde preparó una emboscada consiguiendo matar a cinco mil romanos y el propio cónsul Vetilio perdió la vida en la contienda. Vino el pretor Cayo Plaucio en sustitución del fenecido Vetilio con nuevos ejércitos saliendo al paso de Viriato en la Turdetania. En cuanto los tuvo a la vista el guerrillero, fingió una rápida fuga, pero volviendo sobre los perseguidores, los de Viriato lograron pasar a cuchillo a cuatro mil romanos. En la batalla de Ubrique, murió a consecuencia de las heridas el pretor Claudio Unimano , al que reemplazó Cayo Negidio, el cual fue igualmente vencido en los campos de Viseo. Quinto Fabio Emiliano llegó con un ejército de 14.000 hombres y dos mil caballos que trajo de Roma, presentando batalla al lusitano que fue vencido y puesto en fuga". 



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