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viernes, 30 de junio de 2023

Manuel Janeiro Córdoba, pintor de Ubrique

 


Bodegón pintado por Manuel Janeiro Córdoba

Gentileza de Julio Daniel Cabezas Cabello


Por Esperanza Cabello

 

 

Nuestro bisabuelo Manuel Janeiro Córdoba (1859) era, sin lugar a dudas, un hombre muy especial y fuera de serie. Hemos hablado de él en numerosas ocasiones, de su café, de cuando le tocó la lotería y pudo construir la plaza de toros de Ubrique, de sus dos esposas, la primera Isabel Rubiales Coveñas; la segunda la hermana de Isabel a la muerte de esta, (Julia, nuestra bisabuela), de que era el secretario de la logia masónica América, en Ubrique, de su generosidad, de su personalidad, de sus fotografías...

Y también de su arte. Le gustaba pintar al óleo, sobre cristal, hacer dibujos a carboncillo, pintar en grupo. Creemos que fue él quien enseñó a sus hijos a pintar, sobre todo a Julia, a Rogelio y a Manuel, de los que conservamos algunos cuadros. Quizás los Janeiro fueron la primera saga de pintores ubriqueños, que aún continúa. Nuestra abuela Julia fue modelo de manos para el pintor Julio Moisés (en esta magnífica entrada de José María Gavira podemos saber más de este pintor), quizás hubiera alguna relación entre Moisés, que estuvo en Ubrique en 1910-1911, y Janeiro.

De entre sus cuadros, que son abundantes, no conocíamos este que hoy presentamos. Un bodegón con motivos vegetales, flores, uvas, una botella de vino y una lata de tomate. Al ver el cuadro en el negocio de nuestro primo Julio Daniel (Curtidos Cabezas), supimos, por el trazo, el motivo y el enmarcado, que se trataba de uno de los cuadros Janeiro, pero buscábamos la firma, a ver si era de nuestra abuela Julia o de su padre, porque normalmente están firmados. No había firma, así que no había manera de saber quién había sido el autor, aunque parecía del bisabuelo por los motivos florales, y sobre todo porque no maginamos a abuela Julia pintando una botella de vino y una lata de tomate.

Y mira por dónde, leyendo las etiquetas de los dos productos vimos que había una lata de tomate en conserva de Coria y una botella de vino ¡De Ubrique! y la marca M. Janeiro.

Nuestro bisabuelo, con su ingenio singular, firmó su cuadro en la etiqueta del vino, muy ingenioso. Incluso inventó un logo significativo (una marca) con sus iniciales: J M



Hasta ahora conocíamos la escritura de nuestro bisabuelo por un cuadernito que nuestra tía Isabelita Álvarez guardaba con cariño, pero nunca habíamos visto esta forma de firmar una de sus creaciones.




Nos encanta recuperar estas curiosidades de nuestra familia, y hoy, que es el cumpleaños de una de sus nietecitas, María Remedios, la más pequeña, quisiéramos regalarle este pequeño detalle de su abuelo, de su "papá Manuel", que se habría sentido muy feliz y muy orgulloso de ella, de ver la gran familia que ha creado, de saber qué mujer tan increíble es su nieta pequeña y cómo ha seguido creciendo la familia.💜💜💜

Muchísimas gracias a nuestro primo Julio Daniel por permitirnos utilizar su cuadro para esta entrada y por todos los detalles que tiene con la familia.💜💜💜



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martes, 26 de abril de 2016

Cabeza de estudio, por Manuel Janeiro

Retrato del Beato Diego, años 20
Por Manuel Janeiro Córdoba

Esperanza Cabello

Nuestra tía Isabel Álvarez no deja de sorprendernos, a sus casi noventa y siete años y a por encima de cualquier circunstancia, sigue teniendo una memoria envidiable y conserva, tanto en su recuerdo como físicamente, detalles magníficos.
Este fin de semana, sin ir más lejos, nos pidió que le buscásemos algo en un cajón, y allí estaba esta "cabeza de estudio", pintada en colores y con la firma de nuestro bisabuelo.
Eso lo pintó papá Manuel cuando yo era muy chica, nos explicó, y lo iba a pintar en óleo, pero nunca lo llegó a hacer.
Nos estuvo contando que su abuelo, nuestro bisabuelo, el masón Manuel Janeiro Córdoba, el fundador de la gran saga familiar, echaba muchos ratos pintando, y que lo mismo dibujaba un perro o un caballo del natural con un lápiz, que hacía un paisaje o un retrato al óleo. También nos explicó que muchos de sus hijos, por ejemplo Manuel, o Rogelio o incluso nuestra abuela Julia, también pintaban, como su padre, y que tenían muy buena mano para la pintura.
Son muchos los cuadros que se conservan de nuestro bisabuelo Manuel, pero hasta ahora no habíamos visto un dibujo así, con lápices de colores. Una joya familiar bien conservada (a pesar del doblez y de la huella de chinchetas) que sirve de muestra del arte de nuestro bisabuelo.


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martes, 21 de septiembre de 2010

Manuel Janeiro Córdoba, un bisabuelo que vale por tres.

Manuel Janeiro Córdoba
Ubrique, 1922
Montaje fotográfico de Pedro Rubiales



Por Esperanza Cabello

Hoy hemos encontrado gracias a Los Callejones, en una de esas entradas con historia que tanto nos gustan, un poquito más de la historia de nuestra familia.
Sabíamos que nuestro bisabuelo Manuel (1859) era muy polifacético, un hombre enamorado de su familia, con doce hijos de sus dos matrimonios, inteligente, culto, masón, bondadoso, capaz de amaestrar a una perrita para que trajera el periódico al pueblo, al que le gustaban los toros, la pintura, la música, el teatro; que organizaba el toro del gayumbo cada año, que pagó la Plaza de Toros del pueblo cuando ganó la lotería; que organizaba constantemente  actividades en su café y del que desde hoy sabemos un dato más:
  Según el artículo que el historiador Fernando Sígler ha escrito en "El Periódico de Ubrique", Manuel Janeiro Córdoba era el director de la banda de música del pueblo, así lo  hemos leído en este artículo sobre la historia de las ferias y fiestas ubriqueñas. Gracias, Fernando, por la historia y  por el dato.



Extraído de El Periódico de Ubrique
Lunes, 20 de septiembre de 2010
(Pinchar sobre el recuadro para ampliar)

Así que cuando Pedro Rubiales hizo en 1922 el montaje fotográfico que ilustra esta entrada no estaba nada desencaminado: lo retrató tres veces, con tres sombreros diferentes en tres posturas diferentes, pero en el mismo patio (en la Plaza de la Verdura) y junto a la misma mesa, y después montó las tres fotografías como si fueran una sola, y como si nuestro bisabuelo fuera tres personas diferentes...
En realidad era tan polifacético que, efectivamente, valía por tres.


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domingo, 19 de abril de 2009

Julia Janeiro Rubiales: una señora abuela

Julia Janeiro y Francisco Cabello el día de la boda de María Remedios

 

Por Esperanza Cabello

 
Nuestra abuela Julia era sobre todo eso: una señora. La recordamos con admiración y cariño: inteligente, culta, piadosa, segura de sí misma, cariñosa, dicharachera, tranquila y fiel a sus creencias, atenta con todos y pendiente de todos.  Como buena "Janeira", era una artista, en su juventud se dedicó, con mucho acierto y pasión, a la pintura, experimentando con materiales y temas diversos. Conservamos algunos de sus cuadros, unos de temática religiosa, otros costumbristas, otros de flores. Uno de sus orgullos fue que sus manos habían sido pintadas por Julio Moisés. Fue modelo de manos para el artista, quizás porque ella misma pintaba, como su padre, Manuel Janeiro Córdoba, y sus hermanos Manuel y Rogelio, la primera saga de pintores ubriqueños.
En su vida tuvo muchos buenos momentos y también algunos muy amargos, pero el halo de dulzura con el que la recordamos no la abandonó nunca.
Se casó muy joven con Francisco Cabello y pronto llegaron los hijos. Tuvieron la desgracia de perder a Francisco, pero Julia, Joaquina, Manolo, Ana María, José María y María Remedios fueron la alegría de sus vidas. Trabajadora incansable, cristiana piadosa y madre dedicada, dejó su huella en todos nosotros, incluso en los que la conocimos muy poco.
Recordamos de ella su cuidada escritura, su expresión diferente, su decisión y su empeño, a pesar de la enfermedad que la persiguió los últimos años de su vida. Tenía una pena, que ninguna de sus descendientes se llamaba Julia cuando murió, pero su última nieta se llama Julia, y su primera bisnieta, nacida el día de la Patrona de Ubrique, se llama Julia también. Después de ellas han venido muchas Julia, y cada una de ellas ha sido un homenaje a esta "señora" tan cercana y tan querida.
Si pudiera vernos hoy estaría orgullosa y feliz de toda su familia, casi tan orgullosa y feliz como el día de la boda de su hija pequeña, de su María Remedios, con la que la vemos en esta fotografía en el patio de la casa familiar, donde estaba también la fábrica y de la que tan buenos recuerdos tenemos.


Esperanza Cabello Izquierdo, abril 2009