Un escritor que tiene secuestrado a Calíope, musa de la épica; una gata que tiene el sueño de liberar a su raza del yugo humano; la colaboración entre Oniro y William Shakespeare, el bardo inmortal; o una metamorfa que desea terminar con su angustiosa existencia. Cuatro historias aparentemente inconexas con el hilo conductor que supone Sandman y el País de los Sueños.
Siempre que me toca reseñar un volumen de esta enriquecedora serie que es 'Sandman', no sé por dónde empezar. No sé si hablar de que no deja indiferente, de lo bien pensadas que están las historias, del increíble arte de los diferentes dibujantes que pasan por la obra de Gaiman, o simplemente de lo estupefacto que me queda cada nuevo tomo de esta obra de arte.
Así pues, creo que en esta ocasión lo suyo es empezar con lo que se ve y luego ir a lo que se siente. En este caso, 'País de sueños' es el volumen de menor grosor de la saga, contando con apenas 160 páginas, de las cuales solo 108 son páginas de cómic en sí. Esto se debe a que en esta preciosa edición los tomos se han organizado en torno a arcos argumentales independientes (aunque hay que decir que este no tiene la cohesión que tuvieron los otros dos arcos argumentales, sino que es más bien un compendio de historias cortas). Las 50 páginas restantes son extras de escasa relevancia y a los que apenas he echado un vistazo por encima.
Puede que sean pocas páginas, sí, pero son muy buenas. Tres de las cuatro historias que os he resumido brevísimamente en ese amago de sinopsis son simplemente impagables. Auténticas joyitas muy disfrutables que no dejan indiferente al lector. El problema, y es por esto por lo que este volumen a diferencia del anterior no se merece un diez, viene con la historia 'El sueño de una noche de verano'. Quizás sea porque me habían hablado muy bien de este episodio en particular, porque le tenía muchas ganas o vaya usted a saber por qué, pero este episodio en particular me ha resultado muy inferior en comparación con el resto de capítulos de la serie. Insisto en que es una impresión, pues me consta que precisamente por ese capítulo la obra ganó algún premio y seguro que mucha gente opina que es una maravilla, pero a mí no ha terminado de convencerme...
En cualquier caso, 'País de sueños' configura una muy buena aportación a lo que ya es, para mí, un imprescindible del mundo del cómic con mayúsculas, sin distinción de fronteras o demografías. Esta obra es obligada lectura para cualquiera que se haga llamar amante del cómic.
Así pues, creo que en esta ocasión lo suyo es empezar con lo que se ve y luego ir a lo que se siente. En este caso, 'País de sueños' es el volumen de menor grosor de la saga, contando con apenas 160 páginas, de las cuales solo 108 son páginas de cómic en sí. Esto se debe a que en esta preciosa edición los tomos se han organizado en torno a arcos argumentales independientes (aunque hay que decir que este no tiene la cohesión que tuvieron los otros dos arcos argumentales, sino que es más bien un compendio de historias cortas). Las 50 páginas restantes son extras de escasa relevancia y a los que apenas he echado un vistazo por encima.
Puede que sean pocas páginas, sí, pero son muy buenas. Tres de las cuatro historias que os he resumido brevísimamente en ese amago de sinopsis son simplemente impagables. Auténticas joyitas muy disfrutables que no dejan indiferente al lector. El problema, y es por esto por lo que este volumen a diferencia del anterior no se merece un diez, viene con la historia 'El sueño de una noche de verano'. Quizás sea porque me habían hablado muy bien de este episodio en particular, porque le tenía muchas ganas o vaya usted a saber por qué, pero este episodio en particular me ha resultado muy inferior en comparación con el resto de capítulos de la serie. Insisto en que es una impresión, pues me consta que precisamente por ese capítulo la obra ganó algún premio y seguro que mucha gente opina que es una maravilla, pero a mí no ha terminado de convencerme...
En cualquier caso, 'País de sueños' configura una muy buena aportación a lo que ya es, para mí, un imprescindible del mundo del cómic con mayúsculas, sin distinción de fronteras o demografías. Esta obra es obligada lectura para cualquiera que se haga llamar amante del cómic.
9 (Sobresaliente)