No sé por qué siempre acabo leyendo cómics de animalitos:
Catsby es un vago. Catsby ve la vida pasar. Catsby ama. Catsby duerme. Catsby habla con Houndu, su mejor amigo. Catsby es joven. Y la juventud esconde secretos, aventuras, amores, celos, momentos alegres y momentos tristes.
Sí, ya sé que soy un pato... Nunca he negado que lo fuera.
¿De qué va Catsby? Catsby va de juventud, amor, amistad y gatitos. Pero obviamente no es eso todo. Las personas siempre esconden algo: sentimientos, secretos, aventuras... En esta grandísima obra de origen surcoreano nos encontramos ante una historia bellísima, con bellísimos personajes, un bellísimo simbolismo y una bellísima narrativa.
Todo en torno a este cómic me ha parecido redondo completamente. Los personajes, por ejemplo, son redondos totalmente. Están muy bien construidos, te encariñas con unos, odias a otros, todos evolucionan. Llega incluso ese momento en el que te olvidas de que son solo personajes y empiezas a sentir sus propios sentimientos como tuyos.
Además, al igual que ya me ha pasado en otras obras "animalísticas", pasadas cuatro páginas, el hecho de que los personajes sean gatos y perros pasa a ser meramente anecdótico, pues realmente son más humanos que nosotros mismos.
Oye... ¿Un perro y un gato han follado o me lo ha parecido a mí?
Leer 'El gran Catsby' es toda una experiencia. Os puedo asegurar que nunca habréis leído nada igual. Creo que la expresión que mejor lo define es "leer cine". Cada tomo ha sido como leer una película. La manera de narrar tan ágil, la disposición de las viñetas (que generalmente son dos por página) y el poco texto de la obra genera un efecto cinematográfico que hace que te devores cada tomo en cuestión de minutos ya que, además, engancha mucho.
No quiero endiosar tampoco esta obra, porque, al fin y al cabo, es una historia muy sencilla y costumbrista. No encontraréis toneladas de acción ni nada que te marque para siempre. Pero sí que encontrarás una obra de estas de las que guardas un buen recuerdo durante toda tu vida.
Por su parte, el final es algo agridulce. No es malo, ni mucho menos. De hecho, me parece correctísimo y termina de redondear la historia. Pero no es ni el que me hubiese gustado ni el que todos hubiésemos esperado. Pero insisto en que malo no es, solo diferente al típico final en el que todos comen perdices.
Os puedo decir que mereció la pena cargar con la serie completa (que son unos pocos kilos) durante más de 10 horas por Barcelona y Cornellá.
En cuanto al apartado visual, se lleva matrícula de honor. No solo es un dibujo bonito y unas expresiones de gatitos muy logradas, sino que también los escenarios y fondos son brutales. Preciosa la reproducción de Seúl basada en edificios reales. ¡Chapó por Doha, su PC, sus ayudantes o quien sea!
Por último quiero destacar el genial trabajo que hizo Glénat allá por 2007 y 2008 con esta edición. Al competitivo precio de 15 euros el tomo sacó volúmenes de entre 220 y 300 páginas (el último, unas pocas más aumentando su precio 5 euros) a todo color, con papel satinado de alta calidad y una traducción más que aceptable. En definitiva, una muy buena edición para una muy buena obra. Posteriormente, los tomos fueron redistribuidos a 5 euros cada tomo (aunque yo los compré por algo menos) y actualmente se encuentra descatalogada, por desgracia.
En definitiva, 'El gran Catsby' es una obra muy bonita, llena de emociones y que engancha desde el primer momento hasta el último. Algo digno de ser leído por todo aquel que diga amar el cómic.
9 (Sobresaliente)
