Nuevamente vuelvo a la carga a repartir sopas con ondas a todos aquellos que se acercan al reluciente mundo del cómic (y en especial, del americano), como quien se acerca a pinchar un cadáver con un palo, con una mezcla de asco y miedo.
Y comenzaré nuevamente citando al amigo
Dragneel, con uno de los argumentos más absurdos que he visto en mucho tiempo (no te me ofendas, querido).
Es que las grapas no quedan bonitas en las estanterías:
El caso de mi compañero blogger no es el primero que me encuentro de alguien que se queja de que "a él le gusta que se vean los lomos en la estantería" y que "en los cómics americanos no se ve el lomo porque son de grapa". Pues nada, solo quería deciros que la edición de 1.200 páginas de Flash debe de tener una grapas del tamaño de mi cabeza... *
explota el detector de sarcasmo*
Según me ha comentado gente que trabaja en el mundillo, la producción de un comic-book (grapa de unas 32 páginas), cuesta, en proporción, más dinero que una edición en formato libro convencional. Es por ello que a España solo nos llegan en grapa las obras más comerciales y más vendidas, como pueden ser Superman, Batman o Los vengadores. Sin embargo, héroes menos convencionales, como Deadpool (Masacre, en español), nunca han salido en grapa. Y ya ni os digo si nos alejamos del género superheróico y nos vamos a otra clase de obras, como podría ser, por ejemplo, el 'Maus' de Art Spiegelman.
Igualmente, por hacer un símil con el mundo del manga, se podría decir que, al igual que en Japón, los cómics primero se publican en revistas y después en tomos tankobon; en el cómic americano el proceso suele llevar tres partes: publicación en revista (paso prescindible muchas veces), publicación en grapa y publicación en tomo. Así, por ejemplo, 'V de Vendetta' comenzó su publicación en la revista 'Warrior' (la cual, por cierto, cerró en mitad de su publicación), posteriormente se publicó en diez comic-books y, más tarde, se publicó en formato tomo (repetidas veces, en ediciones muy variadas, desde las más lujosas hasta las más económicas).
¿Y fuera del cómic de superhéroes, qué hay?
Infinitas obras con infinitas posibilidades. Desde los más comerciales (y esta es mi opinión, eh), del tipo Walking Dead y adaptaciones como las de Assassins Creed, hasta obras tremendamente personales, como 'The spirit', de Will Eisner, pasando por obras más controvertidas y polémicas como 'Watchmen' o 'From Hell' (ambas del brutal Allan Moore, autor que me encanta).
Y luego está el cómic europeo, que se limita a Tintín y Asterix:
OFF-TOPIC: A todos los fans de Astérix, he de deciros que leerlo en español equivale a perderse casi el 50% de las bromas y gracias de la serie, especialmente las que provienen de los nombres. Personajes que han mantenido el mismo nombre en ambas versiones, como el bardo Asuranceturix, nombre que en español no significa nada, pero que en francés es un magistral juego de palabras con "
assurance tous risques" (seguro a todo riesgo), o por ejemplo, la de Abraracúrcix (que proviene de "
à bras raccourcis", "con gran violencia").
Dicho esta observación que tanto me gusta poner de ejemplo de mala adaptación, decir que el cómic europeo no se limita a Tintín y Astérix. Aún así, el eje francobelga es el que más dinero mueve de toda la industria del cómic en Europa.
No obstante, ahí tenemos autores brillantes como Reinhard Kleist (recomiendo 'Castro', por ejemplo) o Moebius, (tanto en la época en la que usaba su pseudónimo, como la de su nombre real Jean Giraud). Y, en el ámbito nacional (que no todo es Francisco Ibáñez tampoco), hay que destacar grandes autores de la talla de Paco Roca y su 'Arrugas', obra que le ha catapultado a la fama.
¿Y todo esto para qué? Con esta mini-serie de dos post solo he pretendido animaros a que no os cortéis: probad cosas nuevas. El mundo del manga es genial y en él hay grandes historias, pero fuera de él, encontraréis auténticas obras de arte. Así que, fuera prejuicios y animaos a descubrir otros estilos, que el mundo del cómic es muy amplio.