Superficie marciana. Crédito: NASA |
Ya fue apodada "Conan la Bacteria" por su capacidad para resistir la radiación. Ahora parece que Deinococcus radiodurans podría, en teoría, sobrevivir aletargada en Marte por más de un millón de años.
Lewis Dartnell en el University College London y sus colegas congelaron los microbios a -79 °C, la temperatura promedio en las latitudes medias de Marte. Luego los 'bombardearon' con rayos gamma para simular la dosis que recibirían bajo 30 centímetros de suelo marciano durante largos períodos de tiempo.
El equipo calculó que podría tomar 1,2 millones años bajo estas condiciones para reducir una población de estas bacterias a una millonésima parte de su tamaño original.
Estudios anteriores sugieren que la bacteria puede soportar cuatro veces más radiación en el frío de Marte que a temperatura ambiente. Si una célula se congela, la radiación le hace menos daño debido a que los radicales libres que genera son mucho menos móviles. "El frío es bueno en ese sentido", dice Dartnell. "Mejora las posibilidades de las células de sobrevivir a la radiación".
Microbios antárticos
El equipo de Dartnell también aisló tres nuevas cepas de bacterias de Valles Secos de la Antártida, donde las temperaturas invernales descienden a -40 ºC.
La más resistente de las bacterias, una nueva cepa de Brevundimonas, podría persistir durante 117.000 años en Marte antes que su población se reduzca en un factor de un millón, sugiere el equipo de trabajo.
"Cuanto más aprendemos sobre la vida de la Tierra, parece más probable que pueda sobrevivir en otras partes del Sistema Solar", dice Cassie Conley de la NASA en Washington DC.
Alto vacío
Pero incluso si los microbios terrestres pudieran sobrevivir en Marte, puede que no les vaya tan bien en el viaje de ida, advierte. Para simular un vuelo espacial, ella sugiere que los experimentos se repitan en alto vacío, lo que puede desecar los microbios. "En el espacio, pierdes casi todas las moléculas de agua", dice Conley. Esta eliminación de agua podría hacer más difícil para las células reparar el daño por radiación.
Conley, quien se asegura de minimizar el riesgo de que las misiones de la NASA contaminen otros mundos con microbios, dice que la política de la agencia sobre protección planetaria ya tiene en cuenta que algunos microbios son increíblemente resistentes a la radiación.
"La política es que no vamos a contaminar otros planetas o lunas, ya que un sólo evento de colonización podría arruinar nuestra capacidad para estudiar la vida autóctona para siempre", dijo a New Scientist.
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