Mostrando entradas con la etiqueta UFO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta UFO. Mostrar todas las entradas

sábado, agosto 25, 2012

SIEMPRE VUELVO A UFO

Hay algo de aquella elegancia de los UFO clásicos, los que culminaron e implosionaron en el doble directo básico Strangers in the night (1979), una elegancia que en cierto modo también consiguieron mantener en la primera y etílica mitad de los años ochenta, con grandes y olvidados discos como Mecanix o No place to run (¡producía George Martin!), que no encuentro en la plomiza música dura actual. En UFO no chirriaba nada, todo era buen gusto, la guitarra de Schenker, la voz maravillosa de Phil Mogg, esas composiciones con riffs artesanales, rockers inmortales como Natural thing o Only you can rock me. Necesito volver al taller de cerámica rockera de UFO cada poco tiempo, cuando no encuentro novedades que me animen, cuando no se que escuchar. Los primeros acordes de Natural thing me cambiaron la vida, ahora qué puto grupo puede hacer lo mismo.

jueves, julio 16, 2009

UFO: "THE VISITOR" (2009)


No es una obra imprescindible, pero es tan gratificante escuchar estos días un disco de rock n´roll tan bien cimentado, tan sólido e inequívoco como The Visitor, que al final lo parece. UFO han pillado la buena senda desde su reunión con Schenker allá por el '98 (qué gran concierto en aquella gira: sala Zeleste y abriendo con Natural thing. Cualquier acto musical debería empezar con Natural Thing y... "Said she came from Memphissss!"), desde entonces buenos discos como Walk on water, más buenos todavía como The monkey puzzle o realmente sorprendentes como You are here, estos dos últimos ya con Vinnie Moore, un virtuoso que ha sabido dejar de serlo para entrar en el bareto de Phil Mogg y los suyos y rockear con el blues siempre cerca. En The visitor todo son buenas noticias, a pesar de la ausencia del sagrado y carismático bajista Pete Way, hay blues, hay buen gusto (porque UFO jamás han perdido ese punto elegante y fino que les distingue de cualquier otra banda de rock a la manera tracidional), hay incluso un packaging bonito en la edición de cd, y hay un par de baladas preciosas, como la final Dancing with St. Peter, o la crónica alcohólica de un tipo maduro abandonado por su mujer, titulada Forsaken, y en el lado más rockero, un tema que es como un espejismo ¡viajamos al '78!: Hell Driver es el tema del disco, es UFO puro, no desentonaría en Strangers in the night, el riff es puro Schenker, me recuerda por el feeling a Only you can rock me, uno de mis rocks favoritos de la banda, y Phil lo canta de forma precisa y perfecta, como hace en todo el disco. Se les espera en diciembre, como siempre desde que les conozco, allí estaré.

martes, junio 30, 2009

UFO

Ahora que ya está a la venta el nuevo disco de UFO The Visitor, que voy a adquirir en breve, y recordando que los últimos lanzamientos de la banda de Phil Mogg y Pete Way han sido sobresalientes para ser un grupo que vuela alto desde los setenta, hablo de títulos como el más o menos reciente The monkey puzzle o el fantástico You are here, es el momento de recuperar el sedimento que esta banda de rock n´roll caliente y elegante, fino, pulido, ha dejado en la historia del rock. Y aunque nadie duda de que Strangers in the night -uno de los cinco directos definitorios de los 70-, Force it o el superior Lights out son material divino, reivindico yo desde mi blog la olvidada etapa ochentas de UFO. Discos casi clásicos, o clásicos, como The wild, the willing and the innocent, o mi favorito No place to run (¡producido por George Martin!¡Amo ese vinilo!), además del bien articulado Mechanix, fueron en su momento un acto de resistencia rockera ante la falsedad de muchas de las poses heavymetaleras que abundaban ya en la primera mitad de los 80.


En efecto, Mogg, Way y Paul Chapman (excelente guitarra que tuvo el premio, o la tortura, de sustituir al prodigio adolescente Michale Schenker), siguieron con sus formas tradicionales, incorporando versiones de rock clásico, emocionantes baladas, rock de traje y pajarita, y marcando canciones a base de riffs tan puros y recios como la madera de una buena barrica de Rioja. Sin embargo, los ochenta fueron lentos y desagradables para la familia ufóloga, ya se sabe, el alcohol jodió el cerebro del frontman Mogg, tanto que aún hoy en día sufre sus consecuencias, luego se marchó Pete Way (en mi quinteto ideal de bajistas de toda la historia) y la banda se paseó por el AOR facilón de discos malos pero entrañables como Misdemeanor, del 86. Luego en los 90 se reunieron de nuevo con el bipolar Schenker y recogieron la siembra de sus éxitos pretéritos en giras emocionantes, y siempre, siempre, manteniendo la dignidad en estudio. Ahora siguen dignos, muy bien afinados y conscientes de lo que pueden dar de sí, ayudados por la energía y virtuosismo del guitarra Vinnie Moore, aunque hasta nueva orden, el carismático Pete Way está de baja por un problema de riñones. Él, que no bebe.