La música viene y va. Las bandas suben y bajan en tu listado mental, según estados de ánimo, ganas, manías, y un millón de matices más. Menos las elegidas claro, yo que sé, en mi cabeza Kiss o Grateful Dead siempre serán perfectas en todo su recorrido; este tipo de grupos son familia, y me une la sangre. Poca broma.
Pero bandas como Drive-By Truckers, un día las amaba, y de repente me cansaron. Para mi, la obra cumbre de esta excesivamente venerada banda de rock americano anda ya lejos, concretamente en Decoratin day, del 2003, pero todo son opiniones. De sus cambios de formación, y último par de discos no he querido saber nada. Me habían cansado. Punto. Ahora sin embargo, Drive-By Truckers vuelven, y no dejo de estar con ellos. English oceans es un viaje por carretera, con un paisaje gigantesco en el horizonte, con electricidad Crazy Horse, historias de personas bien contadas, y en fin, con un algo que hace que canciones como Pauline Hawkins no dejen de sonar en mi andrajoso discman.
Es lo que tienen los reencuentros con antiguas amantes. Hay algo que renace y se hace más intenso. Un reconocimiento y una chispa que vuelve. English oceans es de lo más gratificante que llevo escuchado este año.