He disfrutado tanto la semana que he pasado en Portugal, que no me resisto a moverme de allí (aunque solo sea a través del blog). En el post de ayer Oporto, en el norte, era el protagonista. Esta vez nos desplazamos hacía el sur, a la Aldeia da Mata Pequena, a escasos 30 minutos de Lisboa, un pequeño pueblo rural compuesto por una decena de viviendas.

¿Y qué es lo que tiene de particular este enclave? Aparte de la belleza que se evidencia en las fotografías, lo realmente importante es que se trata de un pueblo cuyas casas han sido recuperadas y que se alquilan para periodos vacacionales. El trabajo de reforma de las viviendas ha sido exhaustivo y con un gran respeto por el pasado, lo que ha permitido realizar una intervención rigurosa y armoniosa. Los materiales utilizados han sido los originales: mampostería de piedra, argamasas de cal, armazones de chopo y cedro, entre otros, pavimentos en solado de piedra, loseta cocida en hornos de leña, encalado de paredes, etc.

Los elementos tradicionales como gallineros, pozos, cuadras, pocilgas, palomares, etc., han sido conservados, así como los hornos, las salgadeiras (recipientes para la salazón), los poiais (bancos de piedra en las cocinas), entre otros. La decoración de los interiores ha sido también sumamente rigurosa con la tradición, lo que aporta a las casas el alma de otros tiempos y un gran encanto.

Una magnífica opción si todavía os quedan por disfrutar las vacaciones. ¡Yo no me lo pensaría!

Más información: Aldeia da Mata Pequena

Probablemente muchos de vosotros ya habéis leído el reportaje que hice en la revista Singulares Magazine sobre este espectacular Palacete-Hotel. Para quienes no lo hicistéis, os animo a que lo hagáis porque de verdad que merece la pena.

Hoy vuelvo a él para mostraros algunas de las fotografías (magníficas, como todo lo que sale de la cámara de Asier Rua) que quedaron descartadas del mencionado reportaje. Y también, por si todavía no habéis decidido el destino de vuestras vacaciones, para animaros a visitar esta maravilla de la arquitectura y del interiorismo.

El Hotel Chafariz de'l Rei está en el popular y bellísimo barrio de Alfama, en Lisboa. Se trata de un hotel boutique asentado en uno de los mejores ejemplos de arquitectura familiar del siglo XIX con que cuenta el barrio. Todo el interior del  edificio ha sido restaurado con el máximo cuidado para preservar la autenticidad de la casa.

La decoración de las habitaciones y de las áreas comunes ha sido llevada a cabo pensando especialmente en el bienestar de los clientes, ya que se ha cuidado en extremo el mantener un sabio equilibrio entre las antigüedades y el mobiliario clásicos, de la época del palacete, y piezas de diseño actual e incluso de estilo retro y vintage.

El resultado de todo ello es un interiorismo ecléctico, de plena actualidad, en el que no faltan las obras de arte (pintura, escultura), apartado en el que, de nuevo, la mezcla y el diálogo de estilos son un plus que eleva la categoría del hotel.

Más información: Singulares Magazine

Fotografías: Asier Rua

Como inspiración del sábado os traigo hoy otro rincón encantador, de un piso rehabilitado en Lisboa, en el que sobresale la soberbia cómoda del XVIII afrancesada, en un llamativo color rojo, que dialoga apaciblemente con dos sillas de estilo oriental, con dos cubos de estética industrial (que hacen eco cromático a la cómoda), y con una pintura de Joan Miro. Todo ello sobre un lienzo blanquísimo que resalta aún más la belleza del conjunto.

¿Se puede pedir más eclecticismo? El resultado es magnífico e impactante. Personalidad 100%.

El resto de la vivienda en Nuevo Estilo. 

¡Qué disfrutéis del fin de semana!

Os traigo una casa muy especial, absolutamente decorada con mobiliario vintage, de diferentes procedencias. Está en el Barrio Alto de Lisboa y la inunda la luz por todas partes, lo que hace resaltar no solo la belleza añeja de los muebles y objetos decorativos, sino también las numerosas obras de arte (autores valencianos y portugueses en su mayoría) que cuelgan de sus paredes. 

Es una casa original y muy personal, sin pretensiones (en el buen sentido de la palabra). En ella lo que prima es la cotidianeidad y el bienestar de los que la habitan, por eso no faltan los toques "kitsch" de la cultura popular (la muñeca andaluza) junto a las piezas de "alta cultura" (las citadas obras de arte)

Las imágenes son obra del fotógrafo donostiarra Asier Rua, quien amablemente me las ha cedido para que las comparta con todos vosotros. Asier ha publicado sus trabajos de interiorismo en revistas como Marie Claire o Frame, entre otras. En unos días os traeré más fotografías de algunos de sus interiores.

Muchas gracias Asier.