Han tenido que transcurrir 30 años para que la economía peruana vuelva a tener los índices positivos que alcanzó a mediados de los años setenta, pues recién el año pasado se ha logrado superar el Producto Bruto Interno (PBI) per cápita alcanzado en dicha década, señaló la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
Asimismo recordó que al finalizar el 2006 se registró un PBI per cápita de S/. 5,635, apenas poco más del registrado en 1975 (S/. 5,542) y casi el doble del PBI per capita de los años cincuenta (S/. 2,873).¿A qué se debió esta pérdida? Según la CCL el crecimiento y bienestar económicos sufrieron un traspié debido a malas políticas económicas aplicadas, a diferencia de países como Chile que tendieron a un manejo más moderno de su economía y nos sacaron una sustanciosa ventaja de varios años (mientras Chile incrementó en los últimos 50 años su PBI per capita en 215%, el Perú lo hizo sólo en 90%).
“Ese retraso originó un alto costo social pues la experiencia ‘Estado-empresario’ que abarcó de 1968 al 2002 provocó que las empresas públicas generaran pérdidas por US$ 31,827 millones, monto mayor a la deuda externa pública que se tiene con los organismos internacionales, la que asciende a US$ 22,768 millones” refirió
Los autores de este blog buscamos hacer accesible al lector de habla hispana el estar informado acerca de los acontecimientos mundiales. Cada autor informará sobre los más relevantes de su país natal o de la nación donde reside buscando que el lector entienda la situación aun cuando no tenga un conocimiento previo del país o del suceso referido.
jueves, mayo 24, 2007
sábado, mayo 12, 2007
Ulster - País Vasco
Esta semana hemos vivido una serie de acontecimientos en Europa bastante importantes. Podríamos decir que empezó con la victoria de Sarkozy en Francia, y del independentismo en Escocia, y que acabó con el anuncio de retirada de Blair en Reino Unido, pero, obviamente mucho más importante, lo que de verdad ha destacado por encima de lo demás, fue la reunión en el mismo gobierno (que aquí en España diríamos "autonómico") de personas hasta hace poco mutuamente non gratae (¿está bien declinado?), es más, hasta hace poco enemigos acérrimos y mortales: el Ulster recupera su autonomía política, aunque no la independencia, y a partir de ahora tendrán que jugar al juego de los equilibrios democráticos para que su país no se desmorone entre rencillas ahora aparentemente enterradas.
Como seguramente sabrán muchos lectores de esta bitácora, en España sufrimos una lacra similar, el terrorismo de ETA. Es la última y más virulenta herencia del franquismo que aún tenemos encima. Quien la quiera comprender (¿acaso es posible algo así?), tiene a su disposición suficientes hemerotecas, y en este artículo me gustaría ceñirme a las diferencias entre ambos "procesos". Porque aquí en España se inició un proceso de fin del terrorismo que ETA confundió interesadamente con un proceso de victoria sobre la democracia, con trágicas consecuencias.
No me referiré a las diferencias históricas, sino a mi opinión sobre los paralelismos que se están soñando entre las fotos del Ulster estos días y otras posibles en el País Vasco.
Se habla, por ejemplo, de fotos en que Arnaldo Otegi, principal dirigente de Batasuna, y Jaime Mayor Oreja (uno de los más significados vascos del Partido Popular) saliesen como formantes del mismo Gobierno Vasco, emulando a McGuinnes y Paisley. Y se dice que algo así sería un éxito. Pues bien, disiento.
Sin duda el éxito irlandés se debe a los protagonistas de esas fotografías, pero también a dos elementos que no se nombran suficientemente: el IRA y la sociedad nor-irlandesa estaban hartos, cansados, exhaustos y el IRA ha estado dispuesto a terminar, a autoliquidarse. Y, además, ha habido un fracaso enorme de los partidos nor-irlandeses más moderados.
Consideremos el caso vasco. ¿Qué ocurriría si, de repente, los cientos de miles de votos que ahora van a PNV y PSE pasasen a repartirse entre Batasuna y PP (algo por lo demás imposible en estos momentos por la Ley de Partidos)? Sobre todo en un clima como el actual, en que está claro que ETA no ha dejado las armas, antes bien, las sigue manteniendo como único método válido -para ellos- de conseguir sus objetivos. En mi opinión, sólo se propiciaría la escalada a un enfrentamiento civil sin precedentes en setenta años.
Incluso hay una falacia muy grave en eso de querer una foto que una a opuestos como en Irlanda, diciendo que lo son ETA y el PP. El PP puede serlo en caso de ceñirnos a las ideas políticas y el sentimiento de pertenencia, pero no debemos olvidar que enemigos de ETA somos todos los que no pensamos igual. el conflicto vasco no es de ETA contra el PP, sino de ETA contra todos los que pensamos que las cosas políticas hay que arreglarlas por medio de la palabra y de la acción meramente política.
Es decir: aquí lo deseable no es una foto Mayor Oreja - Otegi, sino un anuncio electoral donde confluyan todas las ideas políticas en igualdad, algo que sólo se podrá conseguir en el momento en que ETA se mire realmente en el "espejo" del Ulster y del IRA actual, ya finiquitado, y decida realmente lo mismo: dejar las armas. En ese momento Batasuna debería poder presentarse de nuevo a elecciones, que por fin serían realmente todo lo democráticas que la democracia actual puede permitir, pues ya no habría listas electorales echadas atrás ni otras llenas de amenazados de muerte por ETA.
Como seguramente sabrán muchos lectores de esta bitácora, en España sufrimos una lacra similar, el terrorismo de ETA. Es la última y más virulenta herencia del franquismo que aún tenemos encima. Quien la quiera comprender (¿acaso es posible algo así?), tiene a su disposición suficientes hemerotecas, y en este artículo me gustaría ceñirme a las diferencias entre ambos "procesos". Porque aquí en España se inició un proceso de fin del terrorismo que ETA confundió interesadamente con un proceso de victoria sobre la democracia, con trágicas consecuencias.
No me referiré a las diferencias históricas, sino a mi opinión sobre los paralelismos que se están soñando entre las fotos del Ulster estos días y otras posibles en el País Vasco.
Se habla, por ejemplo, de fotos en que Arnaldo Otegi, principal dirigente de Batasuna, y Jaime Mayor Oreja (uno de los más significados vascos del Partido Popular) saliesen como formantes del mismo Gobierno Vasco, emulando a McGuinnes y Paisley. Y se dice que algo así sería un éxito. Pues bien, disiento.
Sin duda el éxito irlandés se debe a los protagonistas de esas fotografías, pero también a dos elementos que no se nombran suficientemente: el IRA y la sociedad nor-irlandesa estaban hartos, cansados, exhaustos y el IRA ha estado dispuesto a terminar, a autoliquidarse. Y, además, ha habido un fracaso enorme de los partidos nor-irlandeses más moderados.
Consideremos el caso vasco. ¿Qué ocurriría si, de repente, los cientos de miles de votos que ahora van a PNV y PSE pasasen a repartirse entre Batasuna y PP (algo por lo demás imposible en estos momentos por la Ley de Partidos)? Sobre todo en un clima como el actual, en que está claro que ETA no ha dejado las armas, antes bien, las sigue manteniendo como único método válido -para ellos- de conseguir sus objetivos. En mi opinión, sólo se propiciaría la escalada a un enfrentamiento civil sin precedentes en setenta años.
Incluso hay una falacia muy grave en eso de querer una foto que una a opuestos como en Irlanda, diciendo que lo son ETA y el PP. El PP puede serlo en caso de ceñirnos a las ideas políticas y el sentimiento de pertenencia, pero no debemos olvidar que enemigos de ETA somos todos los que no pensamos igual. el conflicto vasco no es de ETA contra el PP, sino de ETA contra todos los que pensamos que las cosas políticas hay que arreglarlas por medio de la palabra y de la acción meramente política.
Es decir: aquí lo deseable no es una foto Mayor Oreja - Otegi, sino un anuncio electoral donde confluyan todas las ideas políticas en igualdad, algo que sólo se podrá conseguir en el momento en que ETA se mire realmente en el "espejo" del Ulster y del IRA actual, ya finiquitado, y decida realmente lo mismo: dejar las armas. En ese momento Batasuna debería poder presentarse de nuevo a elecciones, que por fin serían realmente todo lo democráticas que la democracia actual puede permitir, pues ya no habría listas electorales echadas atrás ni otras llenas de amenazados de muerte por ETA.
martes, mayo 08, 2007
Chile entre el Lujo de la Democracia y la Democracia del Lujo
[Por: Rodrigo Álvarez Valdés]
La Ciencia Política es imaginativa en esencia. Adicta a las conceptualizaciones de los procesos y cambios que observa a nivel local e internacional, ella ha, durante la década de los noventa, acuñado el concepto “Lujo de la Democracia”; y durante los primeros años del nuevo siglo el de la “Democracia del Lujo”. Ambos, sin duda, y aunque pocos lo noten, muy de moda en Chile por estos días.
El primer concepto tiene sus bases en lo que Samuel Huntington denomina como las olas de democratización que se han sucedido desde 1820. La primera ola –agrega Huntington- transcurrió entre 1820 y 1926; con un proceso opuesto entre 1922 y 1942. La segunda ola entre 1945 y 1962; con una onda en el sentido contrario entre 1960 y 1975. Y la tercera ola entre 1976 y 1990. Sin embargo, y producto de los costos políticos, sociales, económicos y humanos que han tenido estos procesos la democracia se ha transformado en un lujo. El lujo, desde esta perspectiva, y especialmente por su cercanía histórica con la tercera ola, no sólo implicó alcanzar el juego democrático; sino que comprometió la capacidad de aplicarlo y desarrollarlo en el tiempo.
Una vez consolidada la tercera ola el interés de la Ciencia Política se orientó, observando ella que la democracia no lograba resolver las demandas a las cuales se había comprometido: educación, salud y distribución del ingreso entre otras, a preguntarse cómo muchos de los países, ahora democráticos, lograban sostener en el tiempo sus procesos políticos. La Ciencia Política, entonces, no tardó en crear el concepto de la “Democracia del Lujo”. Éste, y si bien menos desarrollado y conceptualizado que su predecesor, desde mediados de los noventa hasta hace un par de años atrás permitió que la democracia, como medio para alcanzar el anhelado igualitarismo, no hubiera sido mayormente cuestionada. El fenómeno se sustentó en una idea simple: el modelo económico de libertad apoyaba ideológicamente los procesos democráticos. Era la libertad económica expresada en su forma lineal y traducida en la famosa y distorsionadora variable de igualdad de oportunidades; donde claro, habían y hay algunos más iguales que otros.
En esencia, basado en los bajos salarios que en otras partes del mundo son pagados y gracias a la caída en los precios de los productos, las ahora democratizadas sociedades han tenido de manera transversal acceso a bienes materiales que antes eran exclusivos de un reducido segmento de la sociedad. La “Democracia del Lujo”, así, ha permitido que algunas de los demandas sociales visualizadas por la lucha de la democracia de la última ola, hubieran, hasta ahora, sido adormecidas.
Sin embargo, al parecer, el tema en Chile [quizás uno de los últimos países en Latino América en cuestionarse] ha llegado finalmente para enquistarse en la agenda política nacional. De esta forma, la pregunta detrás de la discusión es: ¿podrá la “Democracia del Lujo” seguir sustentando la estabilidad del “Lujo de la Democracia”?
Tentativamente podemos decir que en el caso de Chile ya se esta materializando de manera más concreta una preocupación que ha llevado a otros países de la región, a lo menos [pero sin perder la democracia], a vivir momentos de alta tensión social. Por ejemplo, hace algo mas de un año Felipe Lamarca exponía su visión de ajustar el modelo. Lo seguirían, más tarde, varios políticos; pero sería Adolfo Zaldivar quien tomaría la bandera política con la idea de corregir el modelo. Del mismo modo, elevaría, hace muy poco y por enésima vez, la voz Ricardio Ffrench-Davis. Para él –negativamente afirma- el país se ha ido deslizando más a lo que fueron las políticas de la primera mitad de Pinochet, a la visión más mercadista, mas economicista y que entiende menos de la heterogeneidad de Chile. Se sumaría a todo esto, el análisis internacional de la revista “Forbes”, la cual adelantaba que la insatisfacción social del país constituiría un riesgo para la estabilidad local.
Del mismo modo, han emergido nuevos referente en la política local. Por ejemplo, el recientemente lanzado partido Chile Primero. Y hace sólo unos días el documento “Las Disyuntivas” presentado por el Senador Ominami, el Diputado Aguiló y el ex presidente del Partido Socialista Gonzalo Martner; uniéndose al sector crítico del modelo-neoliberal. En esencia, éste documento, advierte sobre la gravedad y riesgo que se corren, si se mantienen o se consolidan las posiciones neoliberales en el país.
No sorprende, así, que emerjan varios procesos paralelos, pero interrelacionados entre sí. Por un lado, los tímidos, pero emergentes procesos de descontento social. Estos se basan en las innumerables demandas que son mantenidas en la delgada línea del “efectismo”, más que sobre un proceso de soluciones reales. Es un descontento que abarca, principalmente, aquellas áreas que la lógica del mercado no ha logrado resolver: educación, salud, distribución del ingreso, políticas de viviendas dignas, deudores habitacionales y recuperación de la clase media, entre otras.
También se da un proceso de re-emergencia de antiguas disputadas ideológicas y políticas entre conglomerados y al interior de los mismos. Por ejemplo, la clara readecuación de la Derecha Política al nuevo escenario que, exacerbando el actual descontento ciudadano producto de la seguidilla de desaciertos de la actual administración, a desarrollado una clara política de oposición más crítica. Su intención, pareciera ser el desarrollar una nueva identidad para llenar el vacío ideológico que habría dejado la desaparición de Pinochet. Al respecto sarcástica, a lo menos, resulta la crítica que Hernán Larraín, presidente de la UDI ha hecho al actual Ministro de Hacienda, Andrés Velasco. Larraín declaró que no le parecía buena señal que Velasco se refugiara en las polleras de los empresarios. Del mismo modo, y por el lado de la concertación, se ha producido un resurgimiento de la vieja disputa entre “autocomplacientes” y “autoflagelantes”.
Volviendo a la raíz del presente análisis, y utilizando la idea expuesta en editorial de diario El Mercurio [5-05-2007] sobre “amistad cívica”, lo que deben tener claro los partidos de gobierno, la oposición y los grandes grupos económicos, es que el “Lujo de la Democracia” [entendiéndose como tal todos aquellos conceptos que fueron el sustento de la recuperación de la democracia: libertad de pensamiento, de discurso, de disentimiento, de debate y de expresión] dejó de ser suficientes para sostener la gobernabilidad. Por el contrario, los conceptos que lo componen se han transformado en la base para que la sociedad procese y razone que, además, la “Democracia del Lujo” no es suficiente tampoco.
Doctorando en el Departamento de Estudios Políticos de la Universidad de Auckland, New Zealand.
Master of Arts en Economía Política Internacional – Universidad de Tsukuba, Japón.
Master of Arts en Estudios Internacionales - Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Chile.
[e-mail: rodrigoz2004@yahoo.co.nz]
[Pagina Blog: http://rodrigoalvarezvaldes.blogspot.com]
miércoles, mayo 02, 2007
Nigeria: el fraude de las elecciones
Yar'Ardua, nuevo Presidente
Por Jide Martins
Grupos fundamentalistas islámicos en Kano han asesinado a decenas de policías y agentes del gobierno, asaltado una comisaría de policía y causado no pequeña tensión en la gran ciudad nórdica. No se lanzaron esta vez contra cristianos, ni contra los suníes, sino contra el Estado; eran talibanes en venganza y una manifestación de fuerza en protesta por la manipulación del gobierno en las elecciones.
Días antes de las elecciones para gobernadores, un líder fundamentalista habló apasionadamente en una asamblea de rezos en contra del candidato del partido oficial, el Peoples Democratic Party (PDP). Fué asesinado por un enemigo político (aquí los políticos contratan bandidos que llegan incluso a matar para ganar el poder).
Después de las elecciones, cuando la comisión electoral declaró vencedor a ese candidato oficial y a su partido (PDP), fundamentalistas se dirigieron a la comisaría de policía y a la comisión electoral, con armas llevadas por sus propias esposas e hijos, y empezaron a disparar a todo oficial a la vista y a quemar los vehículos y las oficinas. Murieron el jefe del distrito y una veintena de policías.
Cundió la tensión en la ciudad, hasta que la comisión electoral decidió cambiar su veredicto, concediendo la victoria al principal partido de la oposición en ese estado. Una medida prudente, pues así se evitaron disturbios que seguramente habrían cundido en otros estados.
Al cabo de unos días el gobierno envió el ejército en busca de los talibanes. Mataron a más de veinte y el resto huyeron fuera del país.
Comentario a las elecciones
El presidente y el partido en el gobierno parece que se han excedido en el fervor manipulativo: han arrasado todos los estados, con la excepción de Lagos, otro (Abbia, un estado del sur dominado por Igbos rebeldes que se negaron a aceptar los sobornos del partido oficial) y ahora Kano (bajo la presión islamista).
Téngase en cuenta que durante el gobierno de Obasanjo y su PDP se han venido abajo los servicios de agua y de electricidad; las refinerías ya no funionan en absoluto (se importa toda la gasolina); los servicios de sanidad se han hundido; la corrupción es galopante y a ella habría que añadir el gangsterismo político. No hay seguridad. ¿Cómo es posible que un gobierno así espere ser votado por el pueblo? Pero así parece haber sido, con una aplastante mayoría de más del 70%. Adjunto el gráfico de los resultados.
La oposición estaba muy dividida y las elecciones cuestan mucho dinero. Sólo el gobierno tiene los recursos para organizarlas y para ganarlas, comprando a millones de votantes y pagando a los organizadores para que salga el fraude y a los bandidos para que se aseguren que todos votan por el gobierno.
Pero está claro a los ojos de todos que como no se reforme la ley electoral y se logre reducir la corrupción, es imposible desalojar a la clase dirigente -incluso si los líderes de la oposición se unifican bajo un sólo candidato-, tal ha sido el fraude monumental programado y pagado por el presidente y el partido oficial.
Por Jide Martins
Grupos fundamentalistas islámicos en Kano han asesinado a decenas de policías y agentes del gobierno, asaltado una comisaría de policía y causado no pequeña tensión en la gran ciudad nórdica. No se lanzaron esta vez contra cristianos, ni contra los suníes, sino contra el Estado; eran talibanes en venganza y una manifestación de fuerza en protesta por la manipulación del gobierno en las elecciones.
Días antes de las elecciones para gobernadores, un líder fundamentalista habló apasionadamente en una asamblea de rezos en contra del candidato del partido oficial, el Peoples Democratic Party (PDP). Fué asesinado por un enemigo político (aquí los políticos contratan bandidos que llegan incluso a matar para ganar el poder).
Después de las elecciones, cuando la comisión electoral declaró vencedor a ese candidato oficial y a su partido (PDP), fundamentalistas se dirigieron a la comisaría de policía y a la comisión electoral, con armas llevadas por sus propias esposas e hijos, y empezaron a disparar a todo oficial a la vista y a quemar los vehículos y las oficinas. Murieron el jefe del distrito y una veintena de policías.
Cundió la tensión en la ciudad, hasta que la comisión electoral decidió cambiar su veredicto, concediendo la victoria al principal partido de la oposición en ese estado. Una medida prudente, pues así se evitaron disturbios que seguramente habrían cundido en otros estados.
Al cabo de unos días el gobierno envió el ejército en busca de los talibanes. Mataron a más de veinte y el resto huyeron fuera del país.
Comentario a las elecciones
El presidente y el partido en el gobierno parece que se han excedido en el fervor manipulativo: han arrasado todos los estados, con la excepción de Lagos, otro (Abbia, un estado del sur dominado por Igbos rebeldes que se negaron a aceptar los sobornos del partido oficial) y ahora Kano (bajo la presión islamista).
Téngase en cuenta que durante el gobierno de Obasanjo y su PDP se han venido abajo los servicios de agua y de electricidad; las refinerías ya no funionan en absoluto (se importa toda la gasolina); los servicios de sanidad se han hundido; la corrupción es galopante y a ella habría que añadir el gangsterismo político. No hay seguridad. ¿Cómo es posible que un gobierno así espere ser votado por el pueblo? Pero así parece haber sido, con una aplastante mayoría de más del 70%. Adjunto el gráfico de los resultados.
La oposición estaba muy dividida y las elecciones cuestan mucho dinero. Sólo el gobierno tiene los recursos para organizarlas y para ganarlas, comprando a millones de votantes y pagando a los organizadores para que salga el fraude y a los bandidos para que se aseguren que todos votan por el gobierno.
Pero está claro a los ojos de todos que como no se reforme la ley electoral y se logre reducir la corrupción, es imposible desalojar a la clase dirigente -incluso si los líderes de la oposición se unifican bajo un sólo candidato-, tal ha sido el fraude monumental programado y pagado por el presidente y el partido oficial.
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