Había ganas. Y la prueba más palpable es una sala que cuelga el cartel de aforo completo y más de uno que se queda en la calle sin haber podido conseguir entrada. Pero es que una de las señas de identidad más destacables del Azkena Rock Festival es esa serie de nombres que no ocuparán las letras grandes de los carteles oficiales pero que dan consistencia y razón de ser a un evento como ese. Y en la edición de este año, The Sheepdogs dejaron a todo el mundo con ganas de más. (...)