Que no, que la verdad, yo no me sorprendo porque una persona intente secuestrar, amedrentar o asesinar a otra a quien considera rival en asuntos pasionales. Que sean astronautas los implicados en dicho triángulo, además de notoriedad, únicamente demostraría lo lejos que tienen la cabeza, no sólo los pies, de la tierra (sí, ese planeta preparándose para su punto de ebullición en el que dicen que vivimos). (...)