Cuatro días, en un estudio casero en la provincia canadiense de Nueva Escocia, de la que son originarios, con la idea de grabar todo lo posible directamente a cinta analógica, sin ningún tipo de overdub, ni arreglos ni añadidos, con el simple objetivo de que las canciones suenen tal y como son, sean grumosas o limpias, épicas o esqueléticas. Seguramente, no es hoy en día una novedad. Pero son las reglas que se imponen Nap Eyes. (...)