Quedarán los comentarios que nos transmitieron quienes sí pudieron disfrutar de la reunión de los siempre inolvidables The Replacements. Una vez más, fallamos en nuestra muesca de unos tipos que fueron capaces de cambiar nuestras perspectivas de ver todo esto, o al menos nos acompañaron durante el trayecto en el que nos construíamos. Y una vez más, se apagaron, pasaron a fundido en negro como quien no quiere la cosa, con pocos ruidos y algún sable.(...)