Concierto de Jorge Drexler en el Principal

El pasado martes 20 de abril Jorge Drexler presentó su nuevo disco Amar la trama en el Teatro Principal de Zaragoza. Ha sido la segunda ciudad donde lo ha presentado, la primera fue Las Palmas, así que podemos recomendar con entusiasmo (con el mismo entusiasmo infantil de sus inicios, parafraseando una de sus canciones) a todos sus seguidores y a los que no lo son todavía, que no se lo pierdan. Nadie puede quedarse defraudado con la buena música, la profundidad lírica de sus canciones, la delicadeza de su voz y el fantástico grupo de músicos e instrumentos que le acompañan. Porque en este nuevo disco, Jorge ha desplazado sus innovaciones electrónicas y los efectos de ordenador, por la música en directo. Una música que inunda el recinto y de la que los intérpretes disfrutan y eso se nota en todo el ambiente. Además, la sencillez y la cercanía de Jorge Drexler es la misma ahora que en sus inicios, cuando venía a pequeñas salas y era un desconocido, tal y como él nos recordó. En todos sus conciertos tiene hueco para acercarse al público, para establecer un contacto directo con todos y para ponerse a disposición de lo que queremos escuchar, de esas canciones suyas que nunca cansan y que dejan en el aire sentimientos, emociones y verdades como puños, compartidas por todo el auditorio.


Actualización 25/04/10. Para leer una crónica detallada y mucho mejor que la mía, pincha aquí.

Viejo y sabio

Un piano y una guitarra. No se necesita mucho más para estremecer el alma cuando hay poesía de fondo. Eso fue lo que pudo comprobarse el pasado viernes cuando Joan Manuel Serrat se presentó en el Auditorio de Zaragoza. Lo hizo ante un público entregado, con una media de edad que superaba ampliamente la cincuentena, y dispuesto a emocionarse con las canciones que le han acompañado gran parte de su vida. Por supuesto, me incluyo en esa categoría. Pero no hizo falta nuestra incondicionalidad, Serrat estuvo “sembrado”, más dicharachero y socarrón, más viejo y más sabio que nunca, como los abundantes proverbios orientales con los que ilustró el concierto. Y con un timbre de voz bastante recuperado después de los avatares que ha sufrido su salud, se le notaba con más fuerza que en los últimos conciertos. Bastó esa voz, esa querida voz, el piano de Ricard Miralles y las interpretaciones más íntimas y más ortodoxas de las canciones más oídas y más deseadas para llenar ampliamente el espacio y el espíritu. Cantares, Penélope, Para la libertad, Tu nombre me sabe a hierba, Mediterráneo, El Romance de Curro el Palmo… para terminar con Lucía. Como en este vídeo de 30?, 40? años antes ... Serrat for ever!

De moros y judíos

Una buena canción para escuchar en estos tiempos ... y de un nieto de un judío que cruzó el océano escapando de los nazis