De vuelta

Se acabaron mis dos semanas de vacaciones americanas, aunque aún me queda mi estupendo mes casi entero para disfrutar de mis libros (me he traído una docena), mis revistas y el sol de aquí, mucho más benigno que el californiano. He vuelto con un montón de fotos que os iré enseñando y explicando cuando se me pase el jet lag y la resaca del cuatro de agosto -txupinazo de las fiestas de Vitoria y bajada de Celedón, imprescindible pillársela histórica-, y con un dedo del pie morado -posible esguince o rotura, a ver qué me dicen esta tarde- por una patada involuntaria a una maleta. Estoy agotada, pero encantada con mi super excursión. Ya os iré mostrando los lugares de lujo en los que estuve poco a poco.
En otro orden de cosas, y recordando un antiguo post en el que hablaba de todas las cosas buenas que me podían pasar este año, mientras estaba de vacaciones han ocurrido dos (bueno, una y media): he aprobado las oposiciones (7,75, gran sorpresa porque me esperaba un tres siendo generosa, pero no tengo plaza porque no tengo méritos suficientes) y ya me he leído el último de Harry Potter (sobre el que, seguramente, haré un post aparte porque se lo merece; snif, se acabó una era). Ya sólo me queda aprobar el examen de traducción, que será en enero y que supondrá que el 2008 también será mi año.
Hasta pronto. Qué gusto da estar en casa, madre.

3 comentarios:

Francisco Ortiz dijo...

Felicidades por lo de las oposiciones y suerte en el próximo examen. Un saludo.

Sebastián Puig dijo...

Esto va sobre ruedas... Recuerdo antiguos post tuyos llenos de propósitos y deseos que, despacito y con buena letra, se van cumpliendo. Un besazo. ¿Y tu fiera gatuna?

Tana dijo...

Enhorabuena, Ruth!!! Eso eso... cuéntanos..., qué tal te ha recibido tu gato? Qué tal le encontraste?
Para el resto, no pregunto... iré leyendote
:) y sí..., no hay nada como el hogar!!